Casado con una fea

Capítulo: 7

Capítulo: 7
Jhan:
—¿Por qué eres tan superficial? —le pregunto a mi madre con decepción, si es cierto que no es la más linda del mundo, pero tampoco es tan fea. 

—Porque mírate hijo mío, mira que apuesto eres, te mereces una novia linda y de clase igual que nosotros... —afirma mi madre. 

—Es de buena familia, el físico no importa. —la interrumpe mi padre. 

—Su nombre está en todas las redes luego de su boda fallida—reclama mamá. 

—Una boda que fue tu hijo quien arruinó—agrega mi padre. 

—Max solo dime si hubiera sido así de fea te habrías casado conmigo solo por ser de buena familia... 

—Ni siquiera eras de buena familia y hemos durado más de 25 años de matrimonio. —responde mi padre y mi madre lo mira con disgustodisgusto y enojo. 

—¿Qué pasa aquí? —interrumpe Sonia que es como se llama mi hermana, que viene de la mano con Santi, que es mi sobrino, tiene 6 años y el pelo risado de color castaño y los ojos verdes claros, similares a los míos. 

—Tu hermano al fin se casa—responde mi padre entusiasmado. 

—No lo hará—afirma mi madre. 

—¿Se casa o no? —cuestiona mi hermana mirándonos a todos. 

—Por supuesto que sí—contesto.

—Se quiere casar con la chica fea de las noticias—responde mi madre. 

—No es fea, además es amable y me cae muy bien y la quiero... —explico, al menos deben de creer que la quiero. 

—¿La quieres ? hasta que arruinaste su boda no la conocías. —opina mamá. 

—Es de buena familia—explica mi padre, para él el físico no es tan importante como el dinero . 

—Uf que fastidio—opina mi hermana—ustedes siempre están interviniendo en la vida de los demás, ya déjenlo que se case con quien quiera y que tome sus propias decisiones ya es un adulto. —opina y el pequeño solo nos mira a todos. —Hermano si quieres casarte cásate, has tu vida... 

—Mira quien lo dice—reprocha mi madre—por tu culpa hemos estado en boca de todo el mundo, ni siquiera sabes quien es el padre de tu hijo. —exclama y el niño la mira asombrado. 

—Por supuesto que sí sé quien es. —reprocha ella mirándolos de forma regañadienta por hablar de esas cosas frente al pequeño. 

—Mamá ¿quién es mi papá? —cuestiona el niño y al final es común que todas las conversaciones de esta casa lleven al mismo tema que es quién es el padre de Santi, cosa que hasta el día de hoy ninguno de nosotros sabe con certeza. 

—Sí ¿quién es? —cuestiona mi padre—Solo di su nombre y lo haré hacerse cargo de sus acciones. Ese inútil sabrá lo que le pasa a quién se burla de mi hija. 

—Mamá ¿quién es mi papá? —vuelve a preguntar el pequeño. 

—Tu papá está en el cielo y te cuida desde allá—le explica al niño besando su frente y lanzándole una mirada de reproche a su familia. 

—Merecemos saber la verdad, somos tu familia—dice mi madre 

—Santi cariño vamos a jugar un rato que luego debemos comprar ropa nueva para la boda de tu tío—explica mi hermana alejándose de la sala e ignorándolos mientras sube por las escaleras hacia su habitación con el niño. 

—No deberían hablar de ese tema delante del niño—le reclamo a mis padres 

—Deberíamos saber quien es, ya suficiente vergüenza hemos pasado teniendo un nieto no reconocido—explica mi padre. 

—Nunca nos ha querido decir la verdad, en el fondo creo que es porque ni ella misma lo sabe. —argumenta mi madre. 

—Ya dejen eso, han pasado 6 años y siguen con lo mismo—exclamo.

—Es verdad dejemos eso, estábamos hablando de ti... —interviene mi madre. 

—Eso también déjenlo—opino cubriéndome el rostro. 

—No iré a tu boda ni te daré mi bendición si te casas con esa chica—agrega mamá respirando con pesades y la verdad ese detalle no es que me vaya a hacer cambiar de idea. 

—Está bien, has lo que quieras—digo con intención de marcharme. 

—¿Cuándo tomarás tu lugar en la empresa? —cuestiona mi padre con seriedad. 

—Luego de la boda que será en unos 10 días aproximadamente. 

—Me parece estupendo, igual también te felicito por hacerte cargo de esa chica luego de arruinarle la boda. —dice mi padre y sonríe, no suele ser de andar elogiando a nadie. 

—Gracias papá—respondo alejándome de allí. 

************
—Tío ¿estás ocupado? —pregunta Santi entrando en mi habitación. 

—No campeón ¿qué quieres? ¿qué juguemos con el teléfono? 

—No, quiero que me lleves al cielo a ver a mi papá—dice y me rompe el corazón, más porque su papá no está muerto y esa es la excusa que ha usado mi hermana para librarse de responder preguntas incómodas. Cómo le va a decir a ese pobre niño toda la verdad que se embarazó en una discoteca y ni siquiera ella sabe cómo se llama su padre. O por lo menos eso es lo que dice, lo que no sabemos si es la verdad o solo lo hace para proteger al imbécil que la embarazó y no se hizo responsable. 

—No se puede ir al cielo, está muy alto. Y el que va no puede volver nunca y no puedes dejar a tu madre sola ni a mí, nosotros te queremos mucho. 

—Yo también los quiero—pronuncia abrazándome. 

—Ven, te voy a regalar uno de mis carritos coleccionables—le digo tratando de hacerle olvidar de lo que hablábamos. 

—El rojo es el que me gusta—dice señalándolos. 

—Ese es mi preferido—exclamo y se pone serio—pero te lo regalo, solo cuídalo mucho. 

—Lo prometo—dice chocando mi mano y luego mi puño, es el saludo que siempre hacemos. Tarde o temprano vamos a tener que decirle la verdad o voy a tener que averiguar quien es el padre de Santi, tengo que hacerlo, todo el mundo se merece saber quién es su padre. 



#847 en Novela romántica
#329 en Otros
#125 en Humor

En el texto hay: secretos, amor, matrimonio por contrato

Editado: 30.10.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.