¿casarme Con El PrÍncipe?

Capitulo 19

Cameron:

—Cameron —Musita Mónica.

—Al parecer la hipocresía es lo mejor de esta familia, dime Jack ¿de verdad crees que Isabella llegaria a hacerte caso? ¿O que la princesa Shenoa no te utiliza para su propio beneficio? —Ataco —Ya veo porque mi tío te abandono, solo eres una mujer mentirosa y falsa —Declare —Pero no importa, tendrán que dar cuentas a las autoridades y devolver todo el dinero robado, también perderán su título en la familia real —Proclame severo.

—Sin pruebas no puedes hacer nada pequeño príncipe —Sonríe con malicia mi "tía".

—Lamento informar-te Mónica que hace unos meses atrás las cámaras de seguridad graban audio y todo lo que haces, claro que tengo pruebas —Sonrió victorioso. —Jack no se como te has dejado manipular tan fácil, definitivamente no tienes el carácter para manejar una nación —Lo miro con decepción.

—Lo dice el chico al cual una chica lo hace como quiere y no tiene nada de conocer-la —Musita con burla.

—Isabella es la persona que mi corazón eligió para mí vida, no es mi culpa que tu tengas tanta envidia de mi que pienses eso de ella y de mi —Me defiendo.

Tomo mi celular, marcó el número de mi padre para que envíe un grupo de guardias hasta aquí y es preferible que el venga pero conociendo-lo me dejará hacer todo como yo quiera.

Llamada en curso:

—¿Bueno? —Cuestiona desde el otro lado de la línea.
—Padre soy yo Cameron —Le contestó.
—¿Pasa algo Cameron.? —Interroga, pudo apostar que tiene su ceño fruncido.
—Necesito un grupo de guardias, llevaré a mi tía Mónica de Stone y a Jack Stone ante el consejo real —Informo.
—¿Por qué vas a hacer algo así Cameron? —Cuestiona serio.
—Por fraude, robo y planear atentado a la vida de el rey de Inglaterra —Mencionó con firmeza.
—¿Qué dices? Eso es algo muy grave hijo mío —Musita mi padre.
—Lo sé, pero hay pruebas de lo dicho ahora envíame a los guardias y convoca a el consejo real —Pido.
—Ya van para allá, inmediatamente convoco al consejo, te veo aquí. —Avisa.
—Gracias papá, nos vemos —Digo —Una cosa más quiero a Isabella en el juicio —Declaro.
—Cómo desees —Acepta.

Fin de la llamada.

—Si les va bien quedarán en la calle y vetados de Inglaterra —Les menciono.

—Quiero hablar con mi papá —Comenta Jack.

—Él estará presente en el juicio —Aseguró. 
 


 

Isabella:
 


 

—¿Qué sucede? —Curioseo. 
 


 

—Vamos a juicio, Mónica a estado robando dinero, debes asistir Isabella. Así que querida prepara a Isabella para el juicio. —Menciona Isabella. 
 


 

—Ha Mónica lo que hace falta es que le den —Opina la reina. 
 


 

—De antemano una disculpa princesa, pero son asuntos que se deben resolver usted sabe —Se disculpa con pena el rey. 
 


 

—No hay problema, entiendo a la perfección lo mejor será que vuelva a mi país vendré en otra ocasión a Inglaterra es un hermoso país —Comenta con serenidad. 
 


 

—Si es lo mejor —Apoyo. 
 


 

—Un placer en conocerte Isabella —Sonríe con amabilidad. 
 


 

Quisiera decir lo mismo…
 


 

—El gusto es mío querida espero verte pronto por aquí —Sonrió. 
 


 

Ojala no vuelva nunca, y que la próxima vez que vuelva venga casada, Shenoa sale acompañada por el padre de Cameron mientras que la reina toma de mi brazo y hala de mi por todo el castillo hasta llegar a un enorme cuarto lleno de vestidos, coronas y tacones. 
 


 

—Muy bien querida te vestire para el juicio, Isabella lo único que debes hacer es mantener una figura intimidante —Aconseja —Siéntate a la par de Cameron, no hables si no se te pide, observa a cada persona y estudia-la, apoya la decisión de tu prometido con firmeza aunque el que da la última palabra es mi esposo —Agrega con seriedad. 
 


 

—Entendido —Musite. 
 


 

—No te dejes intimidar u oferder, no olvides mantener la postura recta, no dejes que Cameron te meta mano en pleno juicio nadie quiere verlos hacer el fruti fantástico —Me sonroje apenada. —Perfecto este será tu vestido —Chilla con emoción. 
 


 

—Es precioso —Murmure asombrada. 
 


 

—Lo sé querida aun tengo buen gusto —Sonríe orgullosa. 
 


 

El vestido es precioso, su color azul marino es perfecto, con pequeñas piedras en la cintura, largo hasta los pies y de mangas largas. Permite que mi espalda quede al descubierto, la reina me señala un vestidor así que camino hasta el. Me adentro luego cierro la cortina para seguidamente comenzar a quitar las prendas de ropa que cubren mi cuerpo entre ellas mi top.
 


 

Me visto con el vestido, su tela es suave y delicada. Me observó en el espejo que cuelga de una pared, mi cuerpo se ve perfecto gracias a el vestido que me hace ver mis curvas. Abro la cortina para ver a la reina esperando afuera con unos tacones plateados llenos de escarcha. 
 


 

—No es por nada querida, pero te van a envidiar te queda perfecto —Comenta. —Toma coloca-te-los —Me extiende los zapatos. 
 


 

—Gracias, usted también se ve muy bien —Tomo los zapatos y me los coloco. 
 


 

—Gracias querida —Sonríe. —Te daré esta corona, fue mia ahora es tuya —Me coloca la corona en mi cabeza. 
 


 

—Se lo agradezco su alteza —Le regalo una sonrisa sincera. 
 


 



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En el texto hay: amor-odio, bodas, royal

Editado: 23.12.2020

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