Cásate conmigo

Capítulo 20

—Donde te puedo esconder a ti — susurro tomando la carpeta con el contrato. 

Observó el despacho y me decido por meterlo entre medio de muchas carpetas que se encuentran en una pared. Por lo que luego de ver que no se nota la presencia de esta, tomo mi bolso y comienzo a caminar hacia la puerta en donde quitó el seguro para ya salir. 

Camino hacia la cocina que queda a pocos metros del despacho. Al entrar me encuentro con Antonia solamente.

—Hola — le digo sentándome en uno de los taburetes, en descripción de cómo es la cocina diría que es bastante espaciosa y su estilo es americana, los colores son blancos y detalles negros.

—Señorita Sol, ¿Quiere que le sirva la cena ya? — me pregunta ella mirándome — Se le ve cansada — menciona ella mirándome desde el lavaplatos.

—Lo estoy y eso que recién estoy empezando — le digo dándole la razón mientras paso mis manos por mi frente pasa sacar el pelo sobre él.  

—Ya se acostumbrara señorita, solo tómeselo con calma — me anima sacando cosas de un mueble y dejándolos sobre el mesón del centro de la cocina en donde estoy yo — Vaya a darse un baño y luego baja a comer —  

—Lo haré. Gracias, luego bajo — le agradezco bajando del taburete. Para caminar hacia el ancho pasillo. 

Al dar una mirada a la sala no veo a nadie. Y lo más seguro es que están en el cuarto de Adam. 

Sin más subo las escaleras y escuchó sus gritos, y eso solo me dice que están jugando en la Play y que están compitiendo. No entró sino luego me sacan a cojinazos por lo que sigo mi camino hasta llegar a mi habitación. 

OTRA PARTEEE

Entró cerrando con seguro por si las moscas, tiró mi bolso a la cama y me quito toda la ropa mientras camino hacia el baño. Al ya estar dentro voy a prender la llave de agua tibia para darme un baño de tina y al estar más o menos llena me adentro colocando un poco espumas y sales.

Luego de unos veinte minutos aproximadamente salgo secándome y colocando una toalla sobre mi cabeza para no mojar el piso y caer.

Colocando crema hidratante en todo mi cuerpo salgo del baño solo en ropa interior. 

Al tomar mi pijama de seda color roja y mi bata del mismo color 

  y mi pijama roja de seda de dos partes al igual que la mayoría que tengo y por último mi bata a juego claro. Un par de pantuflas blancas y me suelto el pelo para peinarlo y dejarlo que se seque solo. Ya lista salgo del cuarto y me dirijo al de Adam, entró sin tocar y los veo aun jugando. 

—Quedarán ciegos si siguen estando todo el día jugando con eso. Además de que están demasiado cerca de la pantalla — les digo seria y de brazos cruzados mientras apoyo mi cuerpo en el marco de la puerta. 

—Lo siento mamá nunca más — dice Liam mientras que Adam asiente con la cabeza afirmando lo que dice Liam haciendo que los mire con una sonrisa porque son los que siempre me alegran el día. 

—¿Te quedarás esta noche aquí Liam? — le pregunto.

—Sí. Me he quedado solo en casa... De nuevo mamá y papá salieron no sé adónde y Maikol salió, dijo que tenía una cita y que no llegaría a casa, así que pues aquí me tienes hermanita — responde apagando la TV.

—Una nueva conquista para tu hermano, qué novedad — le digo sarcásticamente — Siempre serás bienvenido en nuestra casa Liam, nunca lo olvides, ahora bajemos a comer — les digo girando sobre mi eje e intentar caminar y lo digo ya que al comenzar a hacerlo siento que me abrazan, por lo que no tengo para que voltear para saber que son ellos.

—Eres la mejor — dice Liam.

—Sí que lo eres — habla ahora Adam, haciendo que me dé la vuelta para verlos de frente y mirarlos con cariño y una sonrisa amplia.  

—Ustedes me hacen ser así, son los que alegran mis días chicos, lástima que ya están creciendo — digo con voz triste a lo que ellos ríen. 

—Siempre nos tendrás Sol, no importa que, siempre será así — dice Liam haciendo que lo mire con ternura y le abrace al igual que a Adam. Luego de las demostraciones afectivas bajamos las escaleras y caminamos al comedor encontrando ya la mesa puesta y servida. 

Nos sentamos y comenzamos a comer y a tomar café, mientras ellos me dicen lo emocionados y asustados que están por entrar a la Universidad pasa alrededor de una hora y tanto cuando ya terminamos de comer y nos vamos a la sala a ver las noticias un poco. Yo me siento en el sillón largo y ellos se sientan en los individuales, estamos hablando y escuchando lo que dicen las noticias cuando alguien llega y nos quedamos en silencio. 

—Ei Paúl como andas — le dice amistosamente Adam parándose y dándole la mano al igual que Liam. 

—No muy bien, pero nada grave — dice él mirándome de reojo.  

—Espero que eso que te tiene “No muy bien” pase luego… Venga siéntate al lado de Sol, estábamos viendo las noticias y copuchas que andan circulando por las redes — dice Adam volviendo a sentarse. 

—Se ve interesante — dice Paúl esta vez mirándome fijamente y acercándose a donde estoy yo. Ya que como dije estoy sentada en un sillón largo. 

Miro hacia el gran plasma para ignorar su presencia que antes era muy agradable pero ahora se volvió incómoda, primero por lo que sucedió en el despacho y segundo porque estoy con el pijama y digamos que no es muy tapado que digamos, así que trato de amarrar bien la bata. Antes era normal, pero veo que ya nada será normal, al menos no para mí. 




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