Capítulo 21

Narra Sol

Como cada día me levanto temprano. 

Ocho en punto para ser específicos, lo que significa que de mi cuarto salgo a las nueve o antes. 

Hoy me he vestido deportiva para andar cómoda por aquí sin perder mi estilo claro: buso negro, una polera pegada al cuerpo de tiras color blanca, junto con el polerón negro también sin cierre y unas zapatillas blanca marca Adidas. 

Mientras bajo las escaleras pienso en lo que pasó ayer en la mañana, luego lo que pasó por la tarde y luego lo que pasó en la noche. Esto realmente es digno de ser escrito en una novela, quizás y me dedique a escribir mi historia que de seguro todos dirán “pobre chica perdió a sus padres y para rematar luego a su abuelo” o “casarse sin amor qué locura, me apiado de ella” o “que pena su vida” o tal vez digan “como fue tan tonta en no darse cuenta que su atractivo guardaespaldas estaba tras sus huesitos”. Ja eso me dio gracia, no es que me de gracia el hecho de que Paúl guste de mí, sino el hecho de que soy tan lenta para darme cuenta de esas cosas que jamás me di cuenta de ese “pequeño” detalle, y por lo mismo ahora se volverá un poco extraño hablar con él, porque así como lo hizo ayer, estoy segura que no se quedará de brazos cruzados. Pero tiene que entender que la sacrificada aquí soy yo, no él y si quiere seguir recibiendo su sueldo cada mes tendrá que quedarse callado o si no tendré que tomar cartas en el asunto y no quiero, porque le tengo cariño, no de ese tipo de cariño de “amor”, no nada de eso, pero como dije ayer, nos conocemos desde hace más de siete años y se echaría de menos, supongo que eso es normal. 

No les ha pasado que cuando pasa algo con alguien aunque sean pequeños momentos juntos comienzan a imaginarse cómo sería estar con esa persona? No? Bueno a mi sí, yo diría que es normal, bueno dependiendo de la persona también, pero son cosas que pasan, y fantasear momentos no es un pecado, (Dependiendo también de que estas imaginado).

Me encuentro entrando al comedor y solo veo que está Adam sentado de brazos cruzados, miró para todos lados y no hay nadie que se apiade de mí. Resoplo y camino lentamente hacia mi puesto.

—Buenos días Adam — le saludo tratando de sonar normal y me siento en mi puesto que está al lado derecho de Adam. 

—No son muy buenos Sol — responde ante mi saludo levantando su cabeza y si, aún sigue molesto. 

—Puedo explicarlo — digo mirando hacia otro lado. 

—Te escucho — dice él por lo que tomo unas bocanadas de aire para mirarlo a los ojos, (lo siento hermanito pero si para protegerte te debo mentir, lo are), digo en mi mente. 

—Me casare Adam — le digo esperando su reacción de histeria sin embargo no llega.

—¿Es por lo que estipulo el abuelo, no? — pregunta serio sin quitar su mirada de mí. 

—Sí y no… Veras Adam… Logan y yo estábamos pensando en hacerlo antes de que pasara todo esto… Le conté lo que nos dijo el abogado y bueno… Me pidió que nos casáramos. Que él… Estaría feliz de casarse conmigo y de ayudarme en esto, ayudarnos — agrego tratando de no desviar la mirada profunda que tiene Adam cada vez que se pone en plan de descubrir algo más que lo que le dicen, lo que hace que sin poder evitarlo uno se ponga un poco nervioso, incluyéndome a veces. 

—Claro — dice él riendo sin gracia — Él… como todo un buen samaritano se ofreció a casarse contigo — dice quitando la sonrisa fingida para hacer presente su molestia — Date cuenta que ese idiota, como sea que se llame, solo te va a usar para robarte el dinero luego de que se casen, porque sabe que si no te casas perderás todo y él quedara sin nada también y así no le sirves, si no nos llegan a quitar todo Omar y Rebeca, no lo quitaran ÉL — dice parándose, pero lo detengo tomándolo del brazo con molestia. 

—¿Te puedes calmar Adam? — le digo en tono de regaño — Primero bajale a tus humos que aquí la mayor soy yo, y yo soy quien está haciendo hasta lo imposible, tanto por ti como por todo el sacrificio y esfuerzo que pusieron nuestros padres y abuelos en lo que ahora tenemos y en donde vivimos si mal no lo recuerdas y que si no me caso perderemos todo, ¿Eso quieres? — le terminó por preguntar esta vez enojada por su actitud, haciendo que la silla haga un ruido por haberla arrastrado para poder pararme del asiento en donde me había sentado. 

—Niños qué pasa aquí — dice Amanda entrando al comedor.

—Sal de aquí Amanda — le digo seria por lo que ella me mira sorprendida al igual que Adam por hablarle así y es que jamás le he hablado mal a Amanda, pero estoy demasiado molesta ahora para pedir perdón — Ahora — le digo, a lo que ella solo me da una última mirada para luego verla dar la vuelta — Siéntate Adam — le ordenó y sin oponerse lo hace — No voy a permitir que me faltes el respeto Adam y menos cuando tú estás sentado sin hacer nada y yo estoy en la empresa de papá tratando de mantenerla a flote junto con la empresa del abuelo y además viendo las formas de que todo lo que tenemos, incluso la casa no la perdamos — le digo molesta.

—Y qué demonios se supone que haré al ingresar a la universidad Sol, lo hago para poder ayudarte luego — se molesta. 

—Claro — digo riendo sin gracia y sentándome para cruzar mis piernas — Y… ¿Crees que Rebeca y Omar esperaran sentados a que tú te titules para luego seguir peleando por el puesto de presidencia?, No seas ingenuo Adam, esto es la vida real y esas personas que se dicen llamar tíos ya acabaron con la vida de Nuestros padres y ahora con la del Abuelo… ¿Crees que se detendrán solo porque tú aún no eres lo suficientemente adulto y maduro para entender eso? — le termino de decir, quedando en un silencio, no dice nada ya que sabe que tengo razón, por lo que trato de relajarme antes de seguir hablando y no terminar peleados — Me voy a casar con Logan, Adam. Y te guste o no, lo are, porque ten en cuenta que si perdemos todo, tú ya no vas a tener una fuente de ingreso y menos como para pagar tu carrera, así que más te vale comportarte de ahora en adelante y fingir que conoces a Logan cuando alguien externo a nosotros te pregunte, ¿Está claro? — le digo mirándolo desafiante a lo que él se muerde el labio por unos segundos para luego de un minuto resoplar.