Cásate conmigo

Capítulo 25

—Nos vemos — termino de decir para cortar la llamada y apagar el celular para que deje de sonar por los mensajes y llamadas de los chicos y así poder manejar tranquila y sin sentirme nerviosa por lo que me dirán al tenerlos de frente. 

Luego de veinte minutos aproximados de estar manejando y escuchando música ya me encuentro aparcando frente a su casa luego de haber pasado por el portón de dos hojas que seguro la abrió Logan desde dentro. Al bajar con mi mochila y ponerle seguro al auto escucho la puerta principal siendo abierta. Por lo que me giró encontrándolo, apoyado en el marco de la puerta sonriéndome. Por lo que caminó hacia él con un poco de nerviosismo a decir verdad. Lo escaneo de arriba abajo y se ve muy diferente, solo está con un buzo color plomo y una polera que se le hace marcar su grandiosa escultura ahora que me fijo bien. 

—Hola linda — me dice al llegar a su lado. 

—Hola Logan — le digo dándole un beso en su mejilla de saludo. 

—Ven entremos que hace frío — dice dándome la pasada para entrar primero y eso hago. Al estar dentro veo que está muy silencioso y solo aquí — solo estoy yo los domingos, por eso es que hay tanto silencio — me dice como si hubiera escuchado mis pensamientos — ¿Quieres tomar algo? — pregunta mientras creo que caminamos hacia la cocina. 

—S—Sí, lo que sea — le digo cuando entramos a su cocina parecida a la de mi casa. Me apoyo en el mueble mientras él saca unos refrescos del refrigerador, dejándolos sobre el mueble para luego sacar unos vasos. Tomo los dos refrescos a petición de él y nos encaminamos esta vez a la sala, está que si la recuerdo bien. 

Nos sentamos los dos, yo dejando mi mochila sobre el sofá y él sirviendo los refrescos en los vasos. 

—¿Esta todo bien? — pregunta cuando ambos tenemos los vasos en nuestras manos. Doy un pequeño sorbo y lo dejo sobre la mesa para dirigir mi mirada a Logan. 

—La verdad es que tengo que hablar contigo — le digo seria, por lo que él frunce el ceño en señal de no entender, así que continuo — Al.. Casarnos, ¿Dónde crees que viviremos? — le preguntó juntando mis manos en señal de nerviosismo viendo como él sonríe.

—Aquí claro — dice él aún con su sonrisa.  

—Logan.. Se supone que debería de ser así o que nos vayamos a otro lugar, sin embargo no puedo venir yo a quedarme aquí — le digo mirándolo a lo que él me mira más confundido que antes. 

—Sol linda, si es por comodidad puedes estar tranquila, aquí sabes que hay mucho espacio, además que puedes cambiar lo que quieras — dice él mirando su casa. 

—No me refiero a eso Logan. Como sabes.. Mi abuelo era el dueño de la empresa Williams. Pero ahora la que está a cargo de todo eso soy yo y si bien no entiendo mucho de lo que se hace en esos lugares, debo aprender y bueno.. Para seguir como jefa de la empresa de mi abuelo tengo que casarme y al hacerlo debo pedirte que te vayas a vivir conmigo.. Allá — termino de decir. Pasan unos segundos en donde nos quedamos en silencio que él termina por romper con un resoplido. haciendo que ponga algo en duda que acepte mi petición.  

—Entiendo. La verdad es que no tengo ningún.. Impedimento como para negarlo, sí me quedará más lejos llegar a la empresa pero puedo hacerlo — acepta — Con la condición de que tendré que también llevar a Sara y las demás.. Primero es por los contratos de trabajo y segundo porque a Sara la conozco de hace mucho y no podría dejarla sin trabajo — condiciona de forma pensativa. 

—Claro. Yo no tengo ningún problema, puedes hacerlo, de verdad te lo agradecería muchísimo si lo haces.. Porque se están complicando las cosas y la verdad es que no sé.. Si logre manejar todo eso — me sincero tapandome la cara de la frustración, en donde no pasan ni diez segundos cuando siento que Logan me abraza. 

—Tranquila Sol. Aquí estoy yo ahora y te ayudaré — dice él haciendo que de alguna forma con esas simples palabras me tranquilizan y relajan. 

—Gracias — le digo soltando un suspiro mientras él acariciaba mi rubio cabello con una mano y la otra la tiene en mi espalda. 

—No tienes que agradecer — dice dándome un beso en la cabeza — ¿Vemos una película? — me pregunta él separándose de mí un poco mirándome ahora a los ojos. 

—Creía que no eras de esos.. Si no de los que creen que es desperdiciar su valioso tiempo en películas o salidas — le digo con una sonrisa, haciendo que el ría roncamente.  

—Vas a tener que conocerme mejor — dice él parándose y prendiendo el plasma con el control remoto que estaba en la mesita — Ponte cómoda — me dice sonriendo. 

—Así parece. Según las revistas de chismes eres un estirado y además de aburrido, de todas las cosas que se dice de ti, jamás te han logrado encontrar algún defecto. Dime algo, ¿Eres perfecto acaso? — le pregunto de broma mientras decido sacarme mis botas para estar más cómoda.

—Claro que no — dice él riendo y acomodándose al lado de donde yo estaba sentada. Mientras que yo me paro y dejo mis botas blancas escondidas detrás del sofá. Al sentarme me sacó el polerón para colocarlo sobre mis piernas y poder taparme — Es solo que no me gusta que hablen de mí. Y menos que me critiquen por sus estúpidas teorías — dice él mientras conecta el Netflix en la TV — Siempre tratan de buscar algo que te haga caer, como cada vez que iba con alguien a algún evento. Se tiran como buitres sobre uno para saber qué es esa persona para ti, si es tu novia o una conquista, lo que sea, simplemente odio que la gente se quiera meter en mi vida, suficiente tengo con mi padre y Harry — dice él colocando la película llamada Terror en chernobyl — ¿No te da miedo ver películas así no? — pregunta él mirándome con una ceja alzada. 




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