Cásate conmigo

Capítulo 27

—Sí, se podría decir que si — dice él haciendo que lo mire confundida — Lo que pasó es que, ella me engaño con mi mejor amigo, uno de ellos y… — se corta dejando la palabra en el aire — Mejor iré por las palomitas y vemos la película — dice él parándose rápidamente y dejándome sola. Me quedo mirando por donde se fue con intriga. Pero decido no entrometerme en eso, ya que al fin y al cabo no es mi asunto. Me saco otra vez las botas dejándolas en el mismo lugar que antes y me acomodo en el asiento, tapandome con mi polerón. Al pasar unos minutos llega con un Bol llenos de palomitas. 

—Tú me quieres engordar y eso que aun ni nos casamos — le dijo riendo, haciendo que él también ría, por lo que me relajo un poco ante la incomodidad que supongo sintió al hablar sobre el tema de su ex novia. Se sienta junto a mí, pasándome las palomitas y él apretando el botón para darle Play a la peli. 

—No es así, aunque no estaría mal tampoco.. sin ofender claro — dice él tirándose hacia atrás, al igual que yo. 

—Claro que no — le digo mirando hacia el frente al ver que comienza la película al fin mientras comemos en silencio. Luego de unos minutos tratando de taparme con mi polerón decido hablar.

—Hace un poco de frío — le digo quejándome y volteando mi cabeza hacia la izquierda para mirarlo. 

—Si tienes razón. Iré a aumentar la calefacción y a traer algo para taparnos — dice volviendo a pausar la película y yendo hacia algún lado de la casa. Ahora que lo veo solo tiene calefacción eléctrica, no tiene alguna chimenea, realmente encuentro que es demasiado aburrida su casa, pienso riendo — ¿Porque te ríes sola? — me pregunta Logan llegan con una manta ploma con pelos bien doblada. 

—De nada — le digo, a lo que él me mira unos segundos y luego se sienta a mi lado estirando la manta y colocándola sobre los dos. Nos acomodamos y seguimos viendo la película. 

—¿Sabes que tenemos que llamar a una planificadora para organizar la boda desde ya no? — me pregunta él, mientras saca palomitas del Bol. 

—Lo sé, estuve pensando mejor y.. Quisiera ser yo quien organice todo lo que tenga que ver con la decoración y vestido… Claro con la ayuda de una planificadora — le digo haciendo que él me mire sorprendido. 

—¿Lo dices enserio? — pregunta sentándose bien en el sofá por lo que yo también lo hago haciendo un movimiento de hombros. 

—Sí — le digo asintiendo lentamente con la cabeza nerviosa por su sonrisa, él solo se acerca y me abraza, dejándome completamente tiesa. 

—Me haces feliz — susurra aun abrazándome.

—De verdad — le digo ingenua por su respuesta. 

—Por supuesto que sí — dice él separándose de mí y tomando mi cara en sus manos, colocándome más nerviosa de lo que ya estaba por lo que carraspeo. 

—Pienso que quizás.. Solo esta vez me casare por la Iglesia y de ser así quiero que sea de mi agrado — le digo en voz baja con algo de timidez. (¡Por Dios!, con veinticinco años y me siento tímida, nerviosa por la cercanía de este hombre), pienso para mis adentros.  

—Pienso que te casaras solo una vez en la vida y será conmigo, de eso me encargo yo — dice él mirándome fijamente. 

—Quien sabe.. Puede que no solo sea una vez — le digo y sin poder evitarlo me rio ya que él frunce el ceño — Ponte bien que quiero seguir viendo — le digo, haciendo que él se siente al lado mío. 

Más relajada y sin sentirme incomoda con su cercanía hace que me sorprenda un poco, ya que desde hace mucho tiempo me volví esquiva a los abrazos y muestras de afecto, como también a la cercanía de las personas. 

Casi nunca sonreía y cuando lo hacía era solo para que no se preocuparan por mí y dejaran de preguntar lo mismo cada vez que no mantenía mi sonrisa. Comencé a odiar eso cuando habíamos pasado al día quinto del fallecimiento de mis padres, porque todos me preguntaban “¿estás bien?” “¿Cómo te sientes?” “¿quieres hablar sobre ello?” a cada momento, y yo solo decía un “estoy bien”, gente que me veía, me preguntaba ese tipo de cosas y me incomodaban y a pesar de sus buenas intenciones, no quería ser el centro de atención, no por eso. Quería estar sola. Me encerré en mi burbuja y a pesar de los intentos de Jessi y Maik por sacarme de casa los días viernes por la noche, casi siempre eran en vano. Cuando lo lograban era porque me aburrían de tanta insistencia y al final aceptaba, pero terminaba yéndome sola a casa luego de estar rodeada de tanta gente, porque me incomodaba todo.

—En el caso de que ahora si quieres dar tu opinión, también quiero hacerlo yo — me dice él mirando hacia el plasma. 

—¿Enserio? — le pregunto sorprendida también por su cambio. 

—Claro que sí. Si me caso contigo no solo será un contrato, ya te lo dije. Quiero conocerte bien y hacer de esto real — me dice él seguro de sus palabras como siempre. 

—Pero eso es lo que será Logan. Tú necesitas casarte para un fin.. Al igual que yo — le digo soltando un suspiro recordando el porque me tengo que casar — Además de que.. Solo será hasta que ambos logremos lo que queremos con esta unión — le digo mirando la pantalla para no verle. 

—Como digas — dice él resoplando y acomodándose en su lugar. Pasan los minutos en donde solo vemos y escuchamos la TV, ahora si incomodo y esta vez por mi culpa, así que suelto un suspiro para mirarlo. 




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