Cásate conmigo

Capítulo 32

Narra Sol 

Acabamos de llegar a casa luego de casi treinta minutos por el tráfico por lo que me encuentro caminando para llegar a la entrada junto a Colin y Paúl.

Al abrir la puerta me encuentro con Iker. 

—Sol. Justo a la que estábamos esperando — Mucho antes de poder responder, toma mi brazo, guiándome hasta el comedor en donde me encuentro a un concentrado Izan junto con Oliver con muchos papeles y planos esparcidos sobre la gran mesa — Izan — le habla Iker a su hermano llamando su atención.  

—Qué bueno que ya has llegado — suspirando se quita sus lentes de marco negro para dejarlos sobre la mesa — Íbamos a esperar a que llegaras por la tarde para hacer todo esto y que tu evalúes como será de ahora en adelante el manejo de todo lo que tu abuelo tenía, sin embargo, decidimos adelantar trabajo y tenerte los informes pasados ya listos, pero es mejor que estés aquí para que sepas como hacemos todo esto — explica el motivo de tanto papel encima de la mesa, por lo que yo camino hacia la misma dejando mi cartera sobre ella y llegando a su lado para ver todo. 

—¿Esto no lo hacían ustedes? — les pregunto señalando todo confundida. 

—Claro que no. Tu abuelo siempre lo hizo, todo lo que estuviera dentro de sus terrenos, él lo manejaba. Todos los papeles que aquí ves, se quedan siempre bajo llave y en esta casa o la de Washington. Solo se sacaban cuando él estaba presente y solo teníamos autorización para sacarlos Iker y yo, por lo que solo nosotros tenemos llave aparte de las que tenía él, digamos que era muy estricto cuando se trataba de tener las cuentas al día y además de que son demasiadas las personas que andan muchas veces merodeando por la casa. Nosotros solo recibíamos órdenes, él llevaba el registro de todas las ventas que se realizaban desde las más pequeñas hasta las más grandes, mes a mes. Primero que nada te aconsejo ir por su libro que debe de tenerlo en su despacho — me dice Izan soltando un suspiro al decir todo seguido. 

—Está bien. Iré por él — sedo dándole una mirada a Colin de que me siga. Ambos salimos del comedor para caminar por un ancho pasillo hasta llegar a las puertas del despacho que básicamente parece más biblioteca, por lo menos así le decía cuando era pequeña ya que no le encontraba sentido decirle despacho, pero luego crecí y me tocó trabajar en ese lugar por lo que ahí fue que entendí el porqué del nombre y es que siempre las reuniones se hacían en ese lugar y que además descubrí a los diez años que mi abuelo fue abogado y que así le dicen los abogados a su oficina, palabras de él no mías.

—¿Sabes qué libro es el que buscan? — me pregunta Colin mirando la cantidad de libros que hay aquí. 

—La verdad es que no tengo la menor idea. Pero conociéndolo deben de ser grandes, gordos y con algún nombre por fuera que nos diga cual es cual — le digo soltando un suspiro. 

—Pues vas a tener que tener paciencia — dice él apuntando hacia el estante que está a mi derecha. Miro hacia allá y veo que tiene razón, estos estantes cubren toda la pared, jamás le preste atención a qué tipo de libros tenía aquí, ya que tengo mi propio estante de libros en mi cuarto, los que son de mi gusto claro está. Caminamos hacia el estante y veo diferentes nombres con años puestos en la parte del lomo del libro. 

—Busca libros de este año — le digo resoplando. 

—Bien — dice él acercándose para ver bien al igual que yo. 

Estuvimos buscando y no encontramos nada. La mayoría eran de años anteriores por lo que vamos al otro estante del otro lado que también cubre la pared completa, por lo que estuvimos alrededor de veinte minutos o tal vez más  buscando y buscando, subiendo a la escalera para ver los que están más arriba, cabe recalcar que fue Colin quien subió.

—Aquí no hay nada — dice Colin lateado de tanto buscar. 

—Aquí tampoco — le digo suspirando.

—Y, ¿No estarán en el cuarto de tu abuelo? — me pregunta mirándome desde arriba. 

—Tal vez — murmuró tragando saliva.  

—Vamos a echar un vistazo entonces — dice él bajando de la escala.

—No he entrado desde que fui a buscar sus cosas personales — susurró con pesar.

—Tranquila iré contigo, ¿Esta bien? — me anima caminando hacia mí y tomar uno de mis hombros para darle un pequeño apretón. 

—Y, ¿si tal vez están en la casa de Washington? — le pregunto. Realmente no quiero entrar ahí, aún no puedo, ni siquiera puedo estar en la recamara de mis padres sola, porque me deprimo y entristezco y no quiero eso, menos ahora. 

—Entiendo. Vamos donde están los demás para decir que no estaban solamente — me dice asintiendo con una sonrisa.  

—Sí, mejor eso — Suspiro. Caminamos hacia  la puerta y al abrirla me encuentro a Logan con su mano extendida creo que para tocar la puerta — Creía que llegarías más tarde — sale de mi.

—Sí también lo creía, sin embargo, me he desocupado antes y vine para acá enseguida — explica para luego mirar detrás de mí y fruncir el entrecejo — ¿Es tu hermano? — pregunta mirándome a mí ahora. 

—No. Él es Colin — le corrijo viendo la sonrisa de Colin. 

—Buenas tarde señor Logan, es un gusto conocerle — saluda Colin estirando su mano en forma de saludo. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.