Narra Sol
—¿Cuándo se irán ustedes? — le pregunto a mi abuelo Pablo que se encuentra al otro lado de la mesa redonda.
—En tres día hija — responde luego de beber de su copa de vino.
—Lamento tardar tanto — se disculpa Logan al hacer aparición al fin.
—Valla hora a la que llega tu prometido — se burla Damián, recibiendo una mala mirada de parte del abuelo y mía.
—¿Todo está bien? — le pregunto con inquietud al ver a su madre junto a él y con gestos de preocupación.
—Por supuesto — responde junto a una sonrisa que no llega a sus ojos.
—¿Y cuando tienen pensado en hacer la celebración de su compromiso? — pregunta mi abuelo llamando mi atención cuando Logan se sienta junto a mi y toma mi mano, mientras que su madre vuelve a tomar asiento junto a la abuela de Logan.
Quedando junto a Logan también.
—Junto a la apertura de un nuevo hotel de Logan en Las Vegas, abuelo — le respondo esta vez yo.
—¿¡Cómo que junto a la apertura!? — exclama mi abuelo con desconcierto haciendo que todas las miradas recaigan en nosotros ante su potente voz.
—Abuelo por favor, baja la voz — le suplico por lo bajo mirando a mi alrededor.
—Es que no puedo creer que algo tan importante, elijan algo así — alega luego de respirar profundamente.
—Yo estuve de acuerdo — le informo — Y debes apoyar mis decisiones si quieres estar abuelo —
—¿Cuándo será? — pregunta Damián. ignorando la molestia de nuestro abuelo.
—Dentro de dos semanas — responde esta vez Logan.
—¿Y la boda dónde y cuándo será? — pregunta mi abuelo un cinco por ciento más calmado.
—Logan ha dicho que puede ser en Washington — respondo con la mirada puesta en Logan para ver si no ha cambiado de opinión.
—Así es — afirma quien ahora ya es mi prometido oficial frente a todas estas personas — Espero y puedan ustedes asistir —
—Por supuesto que sí — responde mi abuelo enseguida — No me lo perdería, además me gustaría hablar contigo hija —
—¿Sobre qué? — le pregunto extrañada.
—Nos han llegado rumores bastante delicados —
—Si quieres podemos hablarlo en otro lugar — le ofrezco.
—No. No me gusta hablar de temas que puedan afectar tu noche hija, dejémoslo para otro momento. De todas formas, si necesitas ayuda en lo que necesites ya sabes que puedo hacerme el tiempo de ir por ti — me recuerda.
—Gracias abuelo — le agradezco.
—Se que dije, que no me gustaría arruinar tu noche, pero quería pedirte si me das hospedaje estos días en casa de Washington, me gustaría pasar unos días para ir a ver a tus padres antes de volar a Sacramento —
—Por supuesto que sí. De hecho pretendo estar unos días allá también. Por la empresa no podré quedarme hasta el fin de semana, pero también debo ir a ver qué está pasando — le digo.
—¿Hay problemas? — pregunta Damián con su mirada de vez en cuando en la pantalla de su celular.
—Rebeca y Omar. Ya saben — le respondo suspirando — Me cuesta hacerme la idea de que nuestra familia cada vez está más desunida y más enemistada que nunca — agregó al tomar en mi mano, una copa.
—Siempre supe que esa familia nos traería problemas. A pesar de que Leonard fue muy bueno en los negocios y excelente socio, era muy competitivo y eso quedó muy inculcado en Rebeca y Natalia. Lo que causó mucha rivalidad entre las tres —
—Natalia, ni asomo la nariz a su funeral — le cuento con molestia.
—Eso fue lo que ha aparecido en las revistas — comenta mi abuelo.
—No he querido ni leer el diario de todo lo que debe de decir de nuestra familia —
—Sabía que no estabas pendiente y por eso mismo, me encargué personalmente de hacer callar a todos — me cuenta haciendo que le mire con sorpresa.
—¿Sabes qué es lo que se ha dicho de mí? — le pregunto temerosa de saberlo en realidad.
—De lo que más hablaron fueron de ti y de Adam. Saben que tú has estado al frente de la empresa de tu padre desde que falleció y creen que no vas a ser capaz de volver a pasar por lo mismo y mucho menos de poder manejar ahora también la empresa de Leonard — me responde.
—El desconectar el Instagram fue lo mejor, probablemente hay miles de mensajes a espera de alguna respuesta después de todo lo sucedido —
Narra Logan
Cada bocado que doy a la comida, dirijo mi mirada a Sol.
Me sorprende demasiado el hecho de que esté hablando tanto y con tanta seguridad y seriedad ante las preguntas de su abuelo y su primo.
Mi madre me ha estado preguntando a mi oído cosas para no interrumpir la conversación tan intrigante para los que no saben de la situación en la que se encuentra mi bella prometida.