Capítulo 95

Narra Logan 

—Tranquila amor — acaricio su pelo — Yo seré quien mantenga la empresa funcionando aunque eso implique hacer cosas legales, ¿Bueno? — 

—Es que es mucho... —  

—Cuando tengas todo a tu nombre, me lo devuelves y ya — 

—¿Pero y si tarda más de cinco meses? — 

—Lo seguiremos haciendo así — 

—Pero es muchísimo dinero y no solo es pagarles a los que trabajan sino que seguir costeando los gastos de materiales de construcción, cosas básicas, herramientas nuevas, maquinarias y sin contar todo lo que se necesita justo ahora para las cosechas en Washington... — 

—Eso lo se hermosa — la detengo tomando sus hombros — Sería como tener otro hotel — 

—Pero aún debes recuperar las ganancias que has invertido en el hotel nuevo y en el que estás por abrir — 

—Mira no te atormentes aun — le acaricio su mentón con mi mano mirando sus ojos — Veamos bien la situación al llegar a Washington, los problemas que están surgiendo allá y ahora descansa — 

—Viendo bien todo, creo que no es buena idea irme de aquí mañana — comenta. 

—Nos iremos luego de desayunar — sentencio sin seriedad, solo serenidad en mi tono de voz — Se perfectamente que el estar acá no te va a ayudar a tomar bien las decisiones y ya has prometido que estarás allá — 

—Tienes toda la razón — suspira. 

Seguido de eso quita mi mano de su mentón y se acerca a mí. 

Deja un beso en la comisura de mis labios — Gracias — 

Antes de poder salir del trance y responder correctamente ella se mete bien en la cama y se pone de lado. Dándome vista de tu rostro. 

—Ire abajo un momento — le digo poniéndome igual de lado. colocando mi cabeza en la almohada y sacar esos mechones rubios de su boca — vuelvo en quince — 

—Está bien — susurra seguido de un bostezo — No tardes — cierra sus ojos e intenta abrirlos. Pero solo sonríe. Provocando que ría internamente. 

—Claro — beso su frente y salgo de la cama. 

Antes de pasar por la puerta la veo de nuevo… 

Se ve demasiado frágil y vulnerable estando ahí. 

Suspiro bajando casi toda la luz. 

Lo dejo en el mínimo. 

Cierro la puerta y me encamino hacia las grandes escaleras. 

Al bajar sigo el camino hacia el despacho. 

—Disculpa la tardanza — me disculpo al entrar y verlo leer los documentos. 

—No se preocupe, entiendo. De seguro la señorita Sol no debe de estar pasando una buena noche — hace una mueca. 

—Y quién no estaría mal con esta noticia — me siento de nuevo. 

—Ya me dieron la fecha exacta — menciona. 

A lo que mi atención va rápidamente hacia él y no a mi copa que acababa de tomar. 

—¿Cuándo fue? —

—Hace treinta años — 

O me he visto demasiadas series policiales los fines de semana o eso cuadra con lo que comento antes de ir donde Sol. 

—¿Y cuándo fue que se firmó ese acuerdo de la empresa Smith? —

—El quince de enero del año mil novecientos noventa y dos — 

—¿Y la fecha exacta de muerte de la abuela de Sol? — interrogo. 

—Veinte de junio del mismo año — 

—¿Sabes la causa? — 

—¿Causa de muerte? — consulta. 

—Así es — respondo. 

—La señora Marian estaba con cáncer, señor Logan — responde suspirando con pesar — La enfermera que cuidó de ella no hizo bien su trabajo y los medicamentos que debía tomar diariamente se los reemplazaba por otros que solo le calmaban los dolores — 

—¿Y qué pasó con la enfermera? — 

—Por lo que leí en el registro que me mandó mi colega, no está en prisión. Tendría que averiguar más a fondo — 

—Hazlo — asiento — Yo me encare de los gastos de un buen abogado — 

—¿De verdad lo hará usted señor? — 

—Me encargare de todo lo que tenga que ver con dinero — respondo — Todo lo que necesites para mantener el caso en silencio hasta que se reúnan todas las evidencias, lo costeare — 

—La hermana del señor Gonzalo es abogada señor — 

—¿Tienes su contacto? — 

—Debe estar en los registros de la familia. Sin embargo, ella no se encuentra en Nueva York — 

—De seguro ella debe de saber mejor que nadie la situación de lo Smith Williams — 

—Deje que me encargue de buscar todo los datos para llevarlos a Washington — 

—Bien — 

—¿Puede hacer que el abogado que llevará el caso vaya a Washington? — 

—Por supuesto — asiento — Déjame eso a mi. Tu encargate de ver si esos documentos son reales —