Justo frente de ella estaba Esteban con la misma chica de la entrevista del brazo, esto debía ser una maldición.
— Hola, hermano. — dice el gerente.
— Hermanito, ¿cómo te ha ido?
Se estrechan las manos. Mientras Mary solo podía pensar en su mala suerte, ¿cómo podía ser que esos dos fueran hermanos?
— Ya sabes ocupado en los negocios.
— Pues claro, mi suegra nos ha dicho que casi no la visitas. — dice la chica con una sonrisa.
— Liana. — dice serio.
— Andrés. — le sonríe coqueta, a lo cual Andrés se pone más serio e incómodo. — ¿Y quién es ella? — señala a Mary despectivamente, la cual permanecía callada.
— ¿¡Mary!? — exclama con sorpresa Esteban. A lo que todos lo miran.
— Hola de nuevo. — responde algo tímida.
— ¿¡Ustedes se conocen!? — Preguntan Andrés y Liana al unísono.
Andrés mira fijamente a Mary confundido, más Mary no estaba dispuesta a explicarle nada después de todo la tenía que haber escuchado.
— Nos conocimos en el lobby hace unos minutos ¿Ustedes dos se conocen? — señala un confuso Esteban, sus brazos entrelazados.
— Somos novios — contesta Mary con una sonrisa tímida.
Entonces Liana y Esteban fruncen el ceño.
— No sabíamos que Andrés tenía novia — dice Liana aún con la vista en Mary.
— ¿A dónde iban ustedes? — dice Andrés buscando cambiar la conversación.
— Vamos a cenar al restaurante del hotel— contesta Esteban, aún con la vista fija en Mary.
— Celebraremos nuestro compromiso, tu hermano me pidió matrimonio. — continúa Liana antes de besar a Esteban.
Andrés solo bajó la mirada, incómodo y molesto, se podía ver que esto le afectaba bastante.
— ¿Y ustedes a donde iban? — Pregunta Esteban.
— Vamos a salir a cenar. — responde Andrés.
— Pues podemos ir todos juntos. — propone Liana.
— En realidad queremos un momento a solas ¿No es cierto amor? — dice Andrés antes de acercarse y besar a Mary.
Estaba completamente atónita ¿Él la estaba besando, que debía hacer? Tuvo un enorme deseo de cachetearlo, pero se contuvo, además se sentía inmóvil y su corazón retumbaba en su pecho, él prometió no besarla.
— Podemos hacerlo juntos, después de todo queremos saber un poco más sobre su relación y porque no se la has presentado a tu familia o ¿es acaso una relación de amantes? — dice Liana.
— Solamente no tenemos tiempo ahora. — dice Andrés, algo molesto.
— Típico de ti Andrés, tú nunca tienes tiempo — dice con una triunfante sonrisa. — No conservará a ninguna mujer si sigue así. — dice con suficiencia.
Esto logró desatar la ira de Andrés, sus dientes estaban muy apretados y sus manos se hicieron puños y los apretó tanto que sus nudillos quedaron en blanco, entonces Mary decidió intervenir.
— Para mí siempre tiene tiempo, así que no creo que eso pase y claro que estaremos allí, únicamente dejaremos nuestros planes para la próxima vez.— Dijo con seguridad, provocando la frustración y furia de Liana.
Además, ya estaba harta de esa mujer y de que él no se defendiera en nada estando con ella.
— Pues bien, está decidido, estaremos en la mesa del fondo. — Dice en modo de despedida y se marchan.
— ¿¡¡Que es lo que acabas de hacer!!? — dijo refiriéndose a Mary cuando quedaron solos.
— Pues te ayude. — dice obvia — ya que parecías cucaracha aplastada frente a ella.
— ¡¡¡No necesitaba tu ayuda!!! ¡Te pedí una sola cosa! ¿¡¡No podías mantener la boca cerrada!!?
— ¡¡¡Eres un estúpido, yo únicamente te ayudé!!! — dice enojada, aún lo ayuda y él la trata de esa forma.
— ¡¡¡No te pedí que me ayudaras, te pedí una sola cosa!!! — responde también enojado, como podía ser tan difícil hacer silencio.
— ¡¡¡Idiota!!! Yo soy quien debe enojarse, tú me besaste, además te ayudo y me gritas, eres una escoria de persona y no te soporto!!! — dice furiosa.
— ¡¡¡Pues vete, no te necesito!!! — grita con enfado.
— ¡¡¡Pues me voy!!! —Da la vuelta para irse, entonces él se da cuenta de lo que ha hecho y la detiene.
— ¿¡Que!? — grita enojada.
— No te vayas — dice frustrado, en verdad necesitaba que ella lo ayudara.
— ¿Qué es lo que quieres? ¿¡No me insultaste ya lo suficiente!? — dice con rabia.
— Perdóname, ¿¡si!? Estaba enojado y tú... Yo... Solo no te vayas, te necesito, no puedo hacer esto solo, no lo puedo hacer sin ti, por favor no me dejes. — dice con miedo.
Entonces se empezaron a escuchar las personas al rededor que gritaban. «¡¡Si, no lo dejes!!» «¡dale otra oportunidad!», entonces se dieron cuenta de que habían estado gritando. Lo cual les causo mucha vergüenza.
— ¿Qué dices Mary? — dijo ya desesperado.
Mary miró al rededor, todos esperaban su respuesta ¿Por qué ella siempre se tenía que encontrar con situaciones como estas? Todos la miraban expectantes, tenía que darle una respuesta.
— Está bien. — cede con resignación.
— ¿¡En serio!? — preguntó contento.
— Si — dijo con una sonrisa, por su entusiasmo.
Al escucharlo la alzó para luego darle vueltas en el aire, mientras todas las personas celebraban a su alrededor, para luego bajarla y abrazarla fuertemente. Luego de unos minutos las personas empezaron a dispersarse y volver a lo que hacían.
— ¿Quieres ser mi novia Mary? Al menos por hoy — preguntó al separarse, aún muy cerca de ella.
Mary lo miraba atenta, no podía dejar de ver sus ojos azules que la miraban fijamente, debía apartar la vista, debía calmar su corazón que latía desenfrenado, así que se echó para atrás y miro hacia el suelo, para no mirarlo a los ojos.
— S... Sí. — respondió algo nerviosa.
— Entonces vayamos a mi habitación. — dice con una sonrisa. La toma de la mano y comienza a caminar.
— ¿¡A tú... Habitación!? — preguntó preocupada.
Él lo noto, entonces se dio cuenta de lo que estaba pensando, lo había malinterpretado.