Cásate conmigo Mary

Capítulo 4

Mary lo miraba sorprendida y dudosa, el corazón se le aceleró y le retumbaba en el pecho, era lo más bonito que le habían dicho en mucho tiempo. La había dejado atónita, sin palabras y totalmente paralizada, ¿le estaba proponiendo matrimonio?. Ella no sabía qué decir, Su mente había quedado totalmente en blanco y casi podía ver a los enanitos en su cabeza buscando la respuesta correcta.

Pero había alguien frente a ella que esperaba una respuesta, había dos personas en esa mesa que esperaban su respuesta y sobre todo había un restaurante completo en silencio esperando su respuesta.

— ¡Si! — Dijo con una sonrisa.

Esta simple respuesta hizo que el restaurante entero — que ya tenía su atención en ellos — estallara en aplausos. Él colocó el anillo en su dedo y se puso de pie y por impulso Mary también lo hizo, entonces él la tomó de la cintura, la acerco a él hasta que sus cuerpos chocaron el uno con el otro y la besó.

Al separarse se dirige a ellos con una sonrisa.

— Espero nos disculpen, pero no podemos quedarnos a esperar la cena, entenderán que tenemos mejores cosas por la cual celebrar que su boda. — dice victorioso, dejándolos con la boca abierta. — ¿Nos vamos amor?

Dijo con cariño hacia Mary, la cual solo asintió antes de ser guiada a la salida por él. Salieron del hotel aún de la mano y Mary estaba absorta en sus pensamientos.

— Gracias por aceptar — dijo con una leve sonrisa, por lo que Mary lo miro confundida. — la proposición de matrimonio, por un momento pensé que dirías que no y lo entendería si lo hubieras hecho, eso no estaba en los planes.

— S... Si — dijo Mary volviendo a la realidad, por un momento se había creído todo.

Enseguida soltó su mano y tomó distancia. Ya era de noche y las estrellas brillaban en el cielo y era tan hermoso que se detuvo a verlas y lo vio hacer lo mismo. ¿Qué rayos le pasaba? Lo acababa de conocer a penas esta mañana y ahora se sentía como si le conociera desde hace una eternidad.

— Lamento haberte besado — dice aún mirando las estrellas.

— ¿Tan malo fue? — dice en modo gracioso viéndolo de reojo.

— ¡No!... No es eso, besas estupendo, es solo que te Lo había prometido y falté a mi palabra. — dice nervioso con un leve sonrojo.

— Y siempre cumples tu palabra ¿No es así? — dice alzando una ceja y sonriendo.

— Siempre.

Mary se quedó mirándole pensativa, entonces ¿Por qué con ella fue diferente? Además, tenía mucha curiosidad referente a esto y no se quedaría con la curiosidad, quería, necesitaba saber.

— ¿Esto estaba en tus planes? Digo lo de proponerme matrimonio. — pregunta regresando a mirar el cielo, algo cohibida.

— Algo así — responde cerrando los ojos y respirando profundamente.

Más lo que responde no sacia la curiosidad de Mary.

— ¿Por eso compraste este vestido?

Él la mira, pensativo ¿Debía decírselo? Y luego suspira con un deje de tristeza.

— Ese ya lo tenía. — dice y su mirada va hacia el suelo.

— ¿¡Um!? — dice Mary confundida.

— Se lo iba a regalar en su cumpleaños, era dos días después de la boda.

Mary lo miraba atónita y enfadada ¿Le había dado el vestido de ella? ¿Qué clase de persona hace algo como eso? ¿Qué clase de persona todavía tendría esto guardado?

— ¿Y por qué me lo diste? — pregunta respirando hondo, no debería enojarse y menos por eso.

— Te ves hermosa con él — dice simple y sin mirarla.

— ¿Y el anillo? — pregunta ¿cómo es que tenía un anillo a la mano?

Él la mira, confundido.

— Lo guardaba. — dice volteando a verla.

— No es el mismo que le diste a ella, ¿cierto? — se queda callado lo que incentivo el enojo de Mary — Y ese discurso de pura cursilería lo habías escrito para ella, ¿Cierto?

En ese momento se sintió estúpida, únicamente la estaba usando para darles celos a ella. Eso no era para que ella se alejara, era para que ella se arrepintiera, para que vea lo que puede tener a su lado y vuelva. Y no sabía por qué esto la frustraba tanto.

— ¿Por qué te enojas tanto? Actúas como una novia celosa a la que estuve engañando toda la noche, tú sabías que todo esto era un engaño y te estoy pagando para ello. — dijo algo molesto.

Ella lo vio ofendida y dolida; ahí estaba de nuevo ese demonio, ese ser frío, sin sentimiento que ella odiaba tanto. Le había ayudado toda la noche, se había dejado besar por él y ahora la trataba como una mujer fácil, alguien que se estaba vendiendo. Si quería que las cosas fueran así, pues así serían.

— ¡Pues si y ahora yo me quiero ir, así que como solamente me compro por unas cuantas horas págueme ya y me iré! — dice furiosa.

Él la mira con culpa.

— Yo no quise...

— ¡¡Pero lo hiciste!! Solo dame el dinero y mi ropa y me iré ahora mismo. — dice interrumpiendo sus disculpas.

Suspira resignado.

— Es que tu ropa está en el departamento, te pagaré el taxi y mañana puedes venir por ello, no te preocupes por el dinero, te haré un cheque. — dice mientras saca su teléfono.

Ella evita su mirada, mientras él pide un taxi para ella. Al llegar el taxi ella se dirige hacia allá, más él la detiene.

— Mary, por favor, no quería ofenderte; es solo que actuar como mi novia cuando no lo eres. — dice incentivando su ira.

— ¡Claro! ¡¡Eres como los demonios que esperan a la oscuridad para mostrar su verdadera cara, porque cuando me necesitabas podías actuar como un cachorrito asustado, pero ahora que resolviste tu problema comenzó el plan, desechemos a Mary y me insultas por decirte la verdad!! — dice enojada y sin pesar dos veces antes de hablar, dejándose llevar por el enojo.

«Pues escúchame bien, ella es una arpía que parece querer acostarse con ambos hermanos y separar a tu familia. Y tú eres peor, eres patético y tu hermano también, ustedes prefieren separarse por ella que sacarla de sus vidas.»



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En el texto hay: amor, disputafamiliar, dulce

Editado: 12.02.2022

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