Cásate conmigo Mary

Capítulo 5

Su amiga se quedó atónita frente al relato y no sabía como responder ante eso.

— Déjame ver si entendí ¿Dices que después de todo lo que te hizo y de ser un insulto impronunciable, aun así lo ayudaste y pasaste a ser su novia falsa? — dice aún sin comprender, tratando de asimilar sus palabras.

— En mi defensa me daría el dinero necesario para iniciar el tratamiento de mamá. — trata de justificarse.

— Mary, ¿él te beso en la boca y aun así lo seguiste hasta su cuarto solo por dinero?

Como ella lo decía se escuchaba realmente mal.

«Mary seguiste a un completo extraño a su habitación, no importa si es por dinero o lástima, digas lo que digas, eso fue muy loco. — dice cuando ve que se va a volver a justificar»

«Además, fuiste a cenar con él, le seguiste el juego, te volvió a besar y no hiciste nada, sobre todo dejaste que te pusiera el anillo y todo esto en una noche no entiendo, ¿por qué no lo detuviste? Tú no eres así.»

Mary la mira cabizbaja y totalmente avergonzada, ni ella misma entendía por qué lo había permitido.

«Sé que esto te enojara, pero esto me suena como a una chica fácil, sin ofender — dijo mirándola a los ojos.»

Eso le gustaba de Tatiana, ella era capaz de decirte la verdad en la cara, aunque doliera.

— En mi defensa solamente trataba de ayudarlo.

— Tienes una extraña forma de ayudar, a mi parecer él te hizo Cenicienta por una noche: vestido, zapatilla y anillo; fue tu Príncipe y ada madrina. En cambio, tú fuiste una celosa que le dijo sus verdades en su cara. — dijo riendo.

Esto hizo reír a Mary también por sus extrañas ocurrencias.

— ¡Au! No me ayudes tanto, se supone que eres mi amiga y él intentó pegarme, deberías defenderme y estar de mi lado. — dijo de forma dramática.

— Sabes que estoy en desacuerdo con la violencia y sabes que eres mi amiga y te adoro, por lo tanto, tengo que decirte la verdad y la verdad es que él no te pegó, se detuvo y en su defensa tú le pegaste más fuerte, yo me hubiera enterrado viva con lo que le dijiste. — dijo con una sonrisa y empujando levemente a Mary con el codo.

— No sé qué me paso, me sentía tan... Frustrada, impotente y furiosa. ¡Además, no estaba celosa! Únicamente me frustraba que fuera tan mojigata, para estar celosa debería gustarme primero. — dice segura.

— ¿Y no te gusta? — dijo con perspicacia, tronando los dedos y levantándose para empezar a caminar.

Mary aún estaba pensativa, hasta que procesó sus palabras, entonces se levantó para seguirla.

— ¡¡Espera Tatiana!! — la llamo mientras corría tras ella. — él no me gusta, es raro y como dijiste apenas le conozco. — dijo al llegar a su lado.

— Sigue repitiendo eso. — dijo colocando las manos dentro de su abrigo mientras caminaba.

— ¿Para qué? — pregunta sin entender.

— Hasta que te lo creas. — dijo con una sonrisa y le sacó la lengua.

Parecían un par de niñas pequeñas a veces.

«Además, guarda eso — le señaló el anillo aún colocado en su dedo. — No queremos ser asaltadas, ¿cierto? — dijo con gracia.»

Más la sonrisa se fue de su rostro al ver la preocupación de Mary.

— Se me olvidó devolverlo, debe estar pensando que soy una ratera o peor que él me gusta.

— ¿Y no? — dice con una sonrisa, más Mary la mira seria y ella rueda los ojos. — ¿Qué puedo decir Mary? Por lo visto no solamente tienes puesto un vestido de 100.000 sino un anillo de más de medio millón y ¿de dónde sacaste ese saco? Dice notando el saco sobre sus hombros.

— Él me lo dio cuando estábamos esperando el taxi. — dijo con una sonrisa apenada.

— ¿Y ese es un hombre raro? En verdad no quiero ni imaginar que es normal para ti. El hombre está enojado y aun así te brinda su saco. — dice negando con la cabeza. Mary se sonroja apenada, en algo si tenía razón él se había portado como todo un caballero.

— ¡Espera! — dice dándose cuenta de lo que acababa de decir. — ¿Este vestido vale más de lo que me pagaría por la noche? — dijo con los ojos muy abiertos.

— ¡Qué horror Mary! Ahora sí sonaste como una mujer de la vida fácil. — dice con gracia. Mary le dio un pequeño codazo para qué la tomará en serio. — ¡Oye! — rodó los ojos. — Si, seguro que las plataformas han de costar una fortuna también, porque estoy segura de que son de diseñador, fueron hechos para que no haya otros iguales.

— ¿¡Dices que el anillo vale medio millón!? — exclamó quitándose el anillo enseguida.

— No, dije que valía más ¿Qué querías? No es un anillo de fantasía o imitación, la joya es verdadera, además ese anillo no es de metal o bronce. Mira rubia, al menos tienes una excusa para volver a verlo.

Entonces de pronto Mary recuerda una cosa.

— ¡Esto es un desastre! — dice llamando la atención de Tatiana — ¿Recuerdas que te dije que quería vengarme por lo que me hizo en la oficina? — dice nerviosa y ella asiente sin entender. — pues deje la llave de la tina abierta y obstruí la salida, así que cuando llegó su apartamento seguro estaba inundado. — dijo sintiendo la culpa apoderarse de ella.

— ¡Oh! La dulce Mary tiene un lado malvado. — dijo con una carcajada.

Mientras Mary solo sostuvo su cabeza negando, esto era un desastre.

...

Había pasado ya una semana desde aquella noche y ciertamente Andrés había cumplido su palabra, al día siguiente Matthew la había llamado, para que fuera a buscar sus cosas y para su sorpresa le entregó el sobre que él había dejado para ella. Dentro estaba el dinero en efectivo, también había llevado el uniforme de la compañía y la motocicleta.

Más no había mostrado interés por recuperar el vestido — el cual Mary ya había mandado a la tintorería. — o las plataformas y mucho menos el anillo o su saco.

¿Tanto le molestaba verla que no pensaba buscarlos? Eso era muy infantil.

Con el dinero, Mary pudo internar a su madre en el hospital y costear parte de la operación, la cual el doctor había programado para entre dos semanas.



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En el texto hay: amor, disputafamiliar, dulce

Editado: 12.02.2022

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