Cásate conmigo Mary

Capítulo 25

Mary lo miro seria, sin darle importancia a lo que había dicho, por lo cual Andrés se enserio.

— Estuve con un amigo. — le responde sin saber a dónde quería llegar.

Mary lo mira decepcionada, pues pensó que al menos le diría la verdad.

— Más bien con una amiga. — dice antes de volverse y empezar a caminar. — No hay necesidad de mentir.

Su ceño se frunce enseguida y empieza a seguirla ¿Qué quiso decir con eso? La logra detener frente al hospital tomandola por el bazo, más ella lo empieza a jalar con fuerza para liberarse de su agarre.

« ¡¡sueltame de una buena vez Andrés!!— Grita aún intentando liberarse»

Más él no lo hace.

— ¡¡No te soltare!! — le grita y la jala hacia él tomandola de la cintura y juntando sus cuerpos. — No te soltare, no hasta que no me expliques ¿Qué rayos te pasa? — le susurra cerca del rostro. —¿¡¡Qué rayos hice esta vez Mary!!? — dice enojado.

Ella lo mira totalmente roja del coraje.

— ¿Qué hiciste? ¿Acaso no lo sabes? — niega con la cabeza — ya lo sé todo, se que la fuiste a ver a ella esa noche, a Liana. — dice dejando a Andrés asombrado ¿Cómo se había enterado? — Es mejor que no lo intentes negar Andrés — dijo con el dolor en sus ojos. — Tatiana te escucho, no vale la pena hacerlo.

Ella volteó la mirada para no verlo a los ojos, mientras Andrés estaba impactado por lo que se quedó callado. Al ver que no decía nada ella se alejó.

« Lo mejor es que terminemos esto aquí. — dice seria. — si fuiste capaz de romper la promesa que hiciste por ella, que valga la pena, quédate con ella, pero a mi déjame en paz, por favor.»

Se separa de él más Andrés no la deja ir, para ese entonces su ceño estaba fruncido y se veía frustrado.

— Pero yo no te mentí. — susurra más para él mientras está perdido en sus pensamientos. Mary lo mira con confusión e Intenta alejarse, mas es detenida otra vez. — yo no te mentí. — dice ahora en voz alta, yo estuve con un amigo, nunca fui a verla, lo pensé si, pero no lo hice. — dice con convicción, deseando que ella le crea.

Mary lo mira dudativa.

— Entonces, ¿Por qué dijiste que harías a verla? — pregunta sin entender.

— Es que... — rasca su nuca. — ella estaba en mi casa.

Mary frunce enseguida el ceño eso era mentira seguro.

— ¿Cómo por qué ella estaría en tu casa, si tu no la dejas entrar? — pregunta sin creer en lo que dice.

— ¡Por Dios Mary! Nos íbamos a casar ella conoce la ubicación de la llave de repuesto. — dice obvio.

Mary baja la mirada,.en verdad eso tenía mucho sentido— piensa algo agitada.

— Entonces ¿Por qué nunca me llamaste o escribiste?.— Pregunta pensativa, tratando de buscar una razón lógica.

Andrés sonríe.

— Eso es porque tome el teléfono de mi amigo por error y no me se tu número de memoria ¿Por qué no lo hiciste tu? — pregunta cómico.

Ella lo mira con algo de culpa, en verdad si pudo a verlo llamado y evitarse todo aquello.

« Mary ¿Qué te hace pensar que te mentiría? Si nunca lo he hecho, siempre fui sincero contigo — toma su barbilla. — confía en mí, por favor. »

Ella lo mira con duda.

— ¿Por qué nunca viniste o me buscaste? Pasó una semana Andrés, ¿no pudiste si quiera intentar comunicarte? — dice sin mirarlo a los ojos.

— No me crees ¿No es cierto? — dice con tristeza.

Mary evita su mirada.

— Nunca me diste una razón para hacerlo Andrés, aún así lo intenté, pero creo que no puedo — dijo con la mirada gacha — lo mejor será que dejemos esto de esta forma, porque no me puedo mudar y menos casar con alguien en quien nisiquiera confío — suspira y se aleja de él. — debo ir a trabajar, te prometo que te devolveré todo el dinero que gastaste... Adiós Andrés.

Dijo y se alejó de él para ir por un taxi. Andrés se había quedado hay parado pensando, ella tenía razón no le había dado ninguna razón para confiar, ella se lo había dicho la confianza se gana y él se ganaría la de ella. Fue asta ella con paso decidido y cerró la puerta del taxi antes de que pudiera entrar, por lo cual Mary volteó para verlo a los ojos, pero enseguida voltea él la sube a su hombro como un saco de patatas, sorprendiendo a Mary.

El taxista que sólo pensó que era peleas de novios arrancó de inmediato.

— No te irás. — dijo decidido.

Al escucharlo la sorpresa de Mary incremento, nunca había visto a Andrés de ese modo, pero al mismo tiempo creció su enojo y enseguida empezó a gritar.

— ¿¡¡Acaso te volviste loco!!? ¡¡bajame ahora mismo Andrés!! — le gritó enfurecida.

Más Andrés no le hizo casó y caminó hacia su auto como si nada, llevándose la mirada de muchas personas. Al llegar a su auto, la bajo y le hizo entrar al coche para luego cerrar la puerta y rodear en coche rápido para que so se le concurrirá salir y enseguida estuvo dentro pudo el seguro, lo que hizo que Mary frunciera el ceño.

« Andrés me echarán de mi trabajo por tu culpa, déjame ir — intenta convencerlo»

— No sería del primero.— Dice serio asustado a Mary. — tu no me crees así que te lo mostraré, te lo probaré.

Conducía rápido y al parecer enojado lo que sólo asustaba más a Mary.

— ¿A dónde vamos, Andrés? Por favor cálmate — con él en ese estado empezaba a temer por sus vidas.

¿Tanto le importaba que ella le creyera? Definitivamente empezaba a hacerlo.

...

Apartaron en un edificio enorme y ambos subieron hasta uno de los últimos pisos. Al llegar fue directo y sin tocar antes a la oficina de Álex, siendo perseguido por Mary.

Álex que firmaba unos papeles, levantó la mirada sorprendido al encontrarse con un Andrés furioso irrumpiendo en su oficina.

— ¡¡Díselo!! — le grita y Álex frunce el ceño y hasta rasca su cabeza sin entender — ¡dile con quien estuve el viernes en la madrugada! — aclara.

— Conmigo — dice aún sin entender a que iba todo esto.

Mary sólo lo miraba asustada desde una esquina, nunca lo había visto tan enojado.



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En el texto hay: amor, disputafamiliar, dulce

Editado: 12.02.2022

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