Él la mira sin entender.
— ¿por qué estaría pensando en ella? — preguntó intrigado.
— No se. — se tapó el rostro con las manos. — ayer lucias muy interesado cuando Esteban habló de separarse. — se levantó y comenzó a caminar hacia la cocina.
Al llegar allí le dedicó una sonrisa a las chicas y les indicó que por favor la dejarán preparar el desayuno, más ellas se quedaron para ayudarle por lo que vieron a Andrés entrar a la cocina tras ella y tomar su barbilla o al menos intentarlo pues ella lo aparta de su rostro.
— Claro que me sorprendió, pero no de forma que crees ¿Puedes confiar en mi? Por favor, creo que me lo gané. — ese era el principal problema, que él se había ganado su confianza, pero ella no sabía si en verdad debía permitirse confiar en él ¿Por que? Porque era un hecho que las personas sufrían más cuando esperaban algo de esa persona, cuando confiaban en ellas y rompían su confianza después de entregarsela ¿le pasaría eso con él? No lo sabía, la verdad aunque la hiciera sentir toda la seguridad del mundo también la hacía sentir muy insegura, porque él era inseguro y no sabía que quería realmente.
Andrés vio la duda en sus ojos y continuó.
«Que ella se separe de mi hermano no significa que vaya a correr hacia ella. — le explica.»
Ella asiente, algo pensativa, sin darse cuenta de las miradas curiosas de Laura.
— ¿Entonces? — pregunta con referencia a lo que había dicho.
— Pensaba en Esteban y en mí — admite. — extraño la relación que había entre nosotros. — dice con tristeza.
Mary lo abraza.
— ¿Y por qué no arreglan las cosas? — le pregunta con dulzura.
Él suspira.
— La verdad desde que comenzó a salir con Liana nuestra relación no fue la mejor, me sentí doblemente traicionado. — suspira. — no se si lo pueda perdonar, digo Liana era la mujer que amaba, pero él era mi hermano y no pensó en mí al hacelo.
Mary que había sentido la mirada curiosa de Laura, decidió llevar a Andrés al comedor de la cocina para hablar y le pidió a Claudia que continuará con lo que hacía.
— Se que te falló, pero es justo porque es tu hermano que deben arreglar las cosas. — Lo abraza y él recuesta su cabeza en el hombro de ella.
— ¿cómo tú y tu padre? — pregunta haciendo que Mary se separé de él con el ceño fruncido, para mirarlo a los ojos.
— No compares Andrés, ni vuelvas a llamarlo por ese título que no merece, tú y tu hermano se criaron juntos y apuesto que tenían una hermosa relación, ustedes se alejaron por una chica que no... — se detuvo al ver la cara de advertencia de Andrés.— Una chica que ni siquiera los valora, ni los merece. — cambia las palabras. — Yo se que él está arrepentido, eres importante para él y él para ti aunque ambos sean muy orgullosos para admitirlo, si lo extrañas no esperes a que sea muy tarde para después arrepentirte, sólo hablen, la familia no se consigue en todas partes, no dejes que te la quiten así de fácil. — Lo mira con ternura, colocando la mano en su rostro mientras tomaba la otra con su otra mano.
Él asiente.
— Lo intentaré. — le sonríe.
— Eso es mejor que nada. — le sonríe de vuelta y se levanta para ver a Tatiana que los veía desde la puerta.
— Si quieren me puedo dar la vuelta y regresar cuando acaben de la conversación de recién casados. — sonríe y Mary se sonroja.
— Era una conversación normal. — le corrige mirándola mal. — siéntate ya o llegaremos tarde. — dijo al ver a Claudia y a Laura servir el desayuno.
— ¿Tan normal como las marcas en tu cuello? — le pregunta al oído, con perspicacia y su sonrisa crece al ver su reacción.
Mary casi se atraganta con el vaso de leche que tomaba y enseguida la miró mal y le dio un codazo para luego cubrir su cuello un poco más con su cabello, bajo la atenta mirada de Andrés que las veía con interés.
— ¿A donde irán? — les pregunta, más como exigiendo información.
Tatiana la mira tratando de contener la risa y Mary rueda los ojos.
— Sólo pasaremos el día con mamá hoy, para pasar tiempo con ella antes de empezar a trabajar. — le explica.
— Genial yo voy con ustedes. — dice haciendo que Mary lo mire confundida.
— ¿Por qué? — pregunta sin poder evitarlo.
Él la mira con una ceja alzada.
— ¿Eso significa que no estoy invitado? — pregunta ofendido.
Ella niega con las manos.
— No, no es eso, es solo que esperaba que fuéramos sólo tres, ya sabes Tatiana, Mamá y yo. — dice tratando de que entienda, pero la verdad es que había resuelto alejarlo por un tiempo de su madre para evitar preguntas bochornosas que sabía ella les haría si iban juntos.
— Pues ahora seremos cuatro tú, Tatiana, tu madre y "tu marido" — dijo remarcando tu marido. — y ahora me iré a cambiar, dile a Peter que prepare mi coche.
Dice contento y se va. Mary suspira esto sería un desastre su cara estaría roja todo el día.
— ¿Tu marido? — ríe Tatiana cuando ve que ya no hay nadie en la cocina. — Pensé que estabas teniendo problemas por lo del beso, pero veo que lo resolvieron muy rápido. — le guiña un ojo.
Mary se sonroja al instante.
— No pasó nada entre los dos, sólo algunos besos, es todo. — le explica.
— Y chupones. — dice haciendo que aumente el color carmín en el rostro de Mary.
— Vamos arriba y te cuento. — la toma de las manos y deja los platos el fregadero antes de salir con ella en dirección a su cuarto.
...
Minutos después ve bajar a un Andrés duchado y cambiado con ropa informal, aunque su ropa informal parecía muy formal, pero lo hacía ver más sexy, por lo cual Mary lo miro de arriba abajo disimulada mente.
— ¿Nos vamos? — les pregunta al bajar y estas asienten.
...
Estaban entrando al cuarto de su madre, cuando Tatiana y Andrés se detuvieron en la puerta impidiendo la entrada de Mary, Andrés, al ser más alto podía ver que pasaba, pero Mary no y eso en verdad la frustró.
— ¿Qué está pasando? ¿Por qué no me dejan entrar?. — dijo ansiosa intentando empujarlarlos.