¿Qué somos los seres humanos?
Somos una bomba de tiempo sin cronómetro, sabemos que el cualquier momento vamos a morir, pero no sabemos cuando. estoy segura que si supiéramos cuando, no nos detendríamos a pensar en cosas inútiles y valoraremos el sentido del tiempo, pero como no sabemos, vamos siembre desperdiciando el tiempo sin saber que podrían ser los últimos minutos de tu vida o la de alguien a quien amas.
Cuando pierdes a alguien por el cual has luchando con todas tus fuerzas, sientes eso y ves lo injusta que es la vista, tratas de buscar culpables, Pero no encuentras a nadie y no tener a nadie con quien desquitar tu furia te hace sentir impotente.
Sabes que gritar o llorar no solucionará nada, pero aún así sigues llorando, como si el cielo en tu corazón estuviera nublado con eternas nubes de lluvia. te haces una y mil preguntas estúpidas que sabes que no tienen una repuesta lógica. Tu mundo pierde sentido y tú alma se quiebra en pedazos, uno de ellos se va con esa persona.
Dicen que cuando pierdes a alguien que amas tu mundo se derrumba, más es mucho peor si la persona a quien pierdes luchaste con todas tus fuerzas para que permaneciera a tu lado, cuando todo lo hacías por ella, la vida pierde sentido. Mary lo entendió en ese momento, se había aferrado tanto a salvarla, que nunca pensó en que podía perderla de un momento a otro.
Se culpó hasta el cansancio, por mentirle, por hacerle creer que en verdad se casaba por amor, ella pensaba que Andrés iba a cuidarla y que ya tenía a alguien quien la apoyará a su lado y se fue. Pero ella aún la necesitaba y al final ¿para qué tantas mentiras? ¿para qué tanto dinero? si no iba a poder salvarla.
Era el día el Entierro y todo lo que ella podía hacer era pensar en todas las mentiras que le había dicho, todas las veces que la dejó sola sólo por él, todo el tiempo perdido por querer conseguir dinero, para curarla. Estaba tan desesperada por conseguir ese dinero que llegó a olvidar porque realmente era importante. Estaba tan enfrascada con su situación con Andrés que se había olvidado de pasar tiempo con la única persona que la había cuidado y protegido.
Ahora lo sabía, no la volvería a ver otra vez y eso la mataba, ya no podía pedirle perdón o decirle la verdad, la había perdido. Entendió que no valía la pena luchar tanto y aferrarse si al final pasará lo que tenga que pasar y tú no lo vas a poder impedir.
Nunca supo que ya tenía un nieto a quien cuidar, nunca le puedo dar la noticia y ahora no podía dejar de llorar, sacando todo lo que había guardado todos estos años. Todos habían venido al entierro, su jefa, los padres de Andrés, sus compañeros, Esteban y muchas otras personas que no paraban de darle el pésame, palabras que ella no quería oír. Andrés también había ido, pero por petición de Tatiana se mantuvo lejos de Mary.
Su padre también estaba allí, quien le ofreció que se quedará con él un tiempo, pues ella se había negado desde ese día a volver con Andrés, pero ella se negó, prefería mil veces estar con Tatiana. Aunque sabía que no se podría quedar allí por siempre y no pensaba volver con Andrés.
Ya era domingo cuando la enterraron, más como su jefa la había dado dos semanas de licencia, no tendría que volver ese lunes al trabajo. Todos aquellos días Tatiana la había estado obligando a comer, ya que ella no comía ni bebía nada, se había derrumbado por completo desde ese día y ya no quedaba nada de esa mujer fuerte que podía soportar lo que sea, era como si ya nada le importase.
Más Tatiana sabía que debía comer y cuidarse, porque se sentía peor si luego perdía también al bebé, Tatiana sabía lo que era eso y sabía que no lo soportaría.
Ese mismo domingo Andrés fue hasta allá, para verla, más Tatiana no lo dejo pasar, llevaba dos días sin verla, sin poder consolarla en este momento, por lo que engañó a Tatiana para poder entrar y fue hasta ella, quién estaba acostada.
— Mary, ne… — trató de decir más ella se levantó de repente, deteniéndolo.
— ¡Vete! — le señaló la puerta.
— Por favor. — la miró dolido con lagrimas en los ojos.
— Vete Andrés, si no he regresado contigo es porque no te puedo perdonar esto que me hiciste. — traga fuerte. — y tampoco creo que pueda, pero ahora sólo lo estás empeorando, no te quiero ver, porque te estoy odiando ahora mismo. — toma su rostro entre sus manos. — sólo dame tiempo, dame tiempo, porque ahora mismo no puedo verte siquiera a la cara, sólo respeta mi decisión y vete. — lo echó.
Él asiente dolido.
— Sólo por favor no me alejes, yo siempre te esperé. — dice antes de dar la vuelta e irse.
Cuando se marcha Mary toma su bolso, por lo que Tatiana la detiene enseguida, con preocupación.
— ¿A donde vas? — pregunta.
— Voy al hospital, hoy salen los resultados de la autopsia. — dice seria.
— Sigues creyendo que fue asesinada ¿no? — pregunta con preocupación.
— ¿Tú no? Primero me intentaron matar a mí y luego a ella, estoy segura y lo voy a probar, además estoy segura que la cámara de seguridad tuvo que haber captado algo y lo voy a descubrir sea como sea. — dice decidida.
— Está bien, yo iré contigo. — dice Segura. — tomaré mi bolso y nos vamos.
…
Minutos después estaban en el hospital. Enseguida la vio Héctor frunció el ceño.
— Mary. — la miró con sorpresa. — no pensé verte hoy por aquí.
— ¿Por qué? ¿Hoy no es que salen los resultados de la autopsia? — lo mira extrañada.
— Si… pero, pensé que era hoy el… el entierro. — dice nervioso.
— Lo era, pero necesito saber esto. — dice seria.
Él asiente y la hace pasar a su consultorio.
— Salieron está mañana. — dijo cuando se sentaron. — lamento decirte que estabas en lo cierto. En el análisis forense detectó un veneno llamado Batracotoxina.
Ella bajo la mirada, para luego ver hacia Tatiana que la miraba atónita, más ella permanecía inexpresiva pues ya sabía eso, alguien se la había quitado y fuera quien fuera lo pagaría caro.