No hay mayor mentira que la verdad mal entendida.
— William James.
29 de octubre de 2022 son las 9: 34 de la mañana y estoy con el jefe de psiquiatría, el doctor Aldo Rizzolatti en reunión para solicitar cambio de psiquiatra tratante al caso 63, aunque ya había hablado con él me cito aquí. Había estado observado la ventana mientras el escriba algunas cosas.
—¿Sucedió algo con el cambio? —Le pregunto.
—Te cite con respecto a eso Elisa, tenemos una situación delicada que te compromete. —Quito la mirada de la ventana para mirarlo, no entendía a que se refería. —¿Ya lo trajeron? — Aldo habla por el altavoz.
—Ya está aquí doctor.
—Que entre solo por favor.
—Adelante, por favor. —Escucho que dicen del otro lado, pero seguía confundida en quien podría venir hacia aquí que tuviera que ver conmigo.
—¿Esperamos a alguien?
—A tu famoso caso 63, ha pasado algo muy grave.
Miro detrás de mi cuando la puerta se abre para ver a Pedro entrar a la oficina, sin dejar de mirarme se sienta a un lado mío.
—Buenos días, doctora, doctor.
—Me parece que el señor Marín tiene que contarte algo Elisa.
—¿Marín? —Vuelvo a mirar a Pedro, pero me mira sin expresión alguna.
—El señor Marín nos involucró en una situación extremadamente grave, ¿no es así?
—La verdad es que no estoy entendiendo nada. —Miraba de un lado a otro sin saber que tenia que decir, aunque hubiera duda en mí nunca le había dicho a Pedro que había algo en mí que le creía, entonces era imposible que lo supieran.
—Por favor cuéntale a la doctora quien es usted.
—Mi nombre es Gaspar Marín... —Lo miro, pero seguía mirando al frente sin notar que lo miraba.
—Para el registro y ahora que está la doctora tratante puede repetirle a la doctora lo que nos contó ayer en la noche, por favor.
—Bueno, mi verdadero nombre es Gaspar Marín Celis, soy chileno vivo en la comuna de providencia, en Santiago de Chile, en la calle Alfredo Rioseco, 2340. Estoy separado, tengo dos hijos de 12 y 14 años.
—Nos puede decir su profesión.
—Sí, soy escritor.
—No... no —Mi corazón estaba muy acelerado, me estaba poniendo nerviosa y se me dificultaba tragar, es que esto no era posible.
—¿Qué tipo de cosas escribe?
—Soy escritor de ciencia ficción, para aclarar soy ingeniero civil mecánico de la Universidad Santa María y hace algunos años comencé a interesarme por la ciencia ficción, comencé muy aficionadamente a escribir sobre el tema, pero ahora mis libros digitales se venden muy bien la comunidad de aficionados al género es muy grande, ¿sigo?
—Continúe por favor.
—Bueno, desde algunos años escribo ciencia ficción en un foro colaborativo de autores llamado fundación SCP, puede googlearlo, yo estoy en la filial Latina.
—No, está mintiendo. —Sentía como si todo en la habitación diera vueltas, mis manos hormigueaban y sentía como algo en mi se derrumbaba.
—¿Lo dejamos continuar? —Asiento de mala gana.
—Desde que me encontraron hace una semana he estado participando en un experimento del foro.
—¿Qué clase de experimentos? —Le pregunto, por primera vez desde que entro a la habitación me mira, sonríe ligeramente antes de responderme.
—El foro convocó un desafío que consistía en mentir, pero no a cualquiera ni, de cualquier manera, mentir utilizando elementos de ciencia ficción y elegir a alguien particularmente escéptico, un profesional alguien como usted doctora Aldunate.
—Está mintiendo, Aldo el paciente está mintiendo.
—La semana pasada el mismo día en varios países a la misma hora muchos Pedro Roiter se desnudaron y se dejaron apresar, tenían que convencer a un desconocido de que eran viajeros en el tiempo. Para ganar el desafío se necesitaba confirmar que podían convencer a alguien muy calificado de que la mentira era imbatible por más de 3 días, ya llevamos 8, ¿no?
—No, no, no es posible. —No solo me había dejado engañar por un paciente, había llevado esto más lejos y ahora me decía que todo era mentira, que había jugado conmigo y mi tiempo como psiquiatra.
—Le pido tantas disculpas doctora Elisa, me siento tan avergonzado yo nunca había participado en los desafíos, pero en esto, no, no pude negarme, era un reto se da cuenta, si pude convencerlos puedo convencer a mis lectores, pero no se preocupe, yo jamás voy a revelar sus nombres verdaderos.
—Pruebas señor... Deme pruebas de lo que está diciendo.
—La Fundación scp se especializa en crear falacias y brechas lógicas falsas pero imbatibles, puede buscarme anote...
—No, no, si no me interesa anotar nada. ¿María Veitia? —Me pongo de pie para acercarme a el pero retrocedo, caminaba de un lado a otro tratando de recordar algo, algo que me dijera que todo esto no era real y el era Pedro Roiter.
Editado: 09.02.2024