Caso 63

Tanto tiempo, Beatriz

La vida se nos presenta en un dilema insoportable: lo que vale no dura; lo que no vale se eterniza.
— Ramiro de Maeztu

 

 

 

 

Me siento frente a la laptop en la mesa y respiro varias veces antes de volver a reproducir el audio.

Este mensaje a viajo por dos líneas de tiempo y por casi cincuenta años, que puedas escucharlo es una improbabilidad y la prueba de que cientos de eventos se conectaron exitosamente. Nuestro agente local Gaspar Marín ha hecho un trabajo arduo y por segunda vez ha sido una pieza clave en el desarrollo de los eventos. También significa que venciste el trauma de la llegada y los cambios de narrativa para la estrategia de extracción, sé que tienes preguntas y pretendo aclarar todas tus dudas, pero lo primero es lo primero vamos a recuperar tu memoria.

Suspiro nerviosa, quería recuperar mi memoria, pero también sentía miedo, ¿podría regresar? ¿Sería capaz de hacerlo? No sabía a qué me enfrentaba o como podría lograrlo, pero tendría que confiar en él.

Necesito que cierres tus ojos y escuches esta melodía. —Hago lo que dice y me siento más recta de lo normal mientras cierro mis ojos. —la música es una llave neuronal que encenderán tus recuerdos que el viaje del tiempo fragmento. Intenta tener una respiración pausada y fija tu atención no en lo que vas a escuchar sino en el flujo de aire que entra y sale suavemente, deja que el sonido entre en ti sin intentar analizar nada, aquí vamos.

Intento controlar mi respiración tal y como Pedro me dijo, pongo mis manos en mi regazo inhalando y exhalando aire hasta que me siento tranquila, unos minutos más tarde comienzo a escuchar una melodía en piano, al principio no sentía nada, pero poco a poco la melodía comenzó a repetirse dentro de mi cabeza como un bucle.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas y me mareo me hizo cerrar con más fuerza los ojos, cientos de recuerdos pasaban detrás de mis ojos como una película y la cabeza me punzaba al tener que recordar tanta información.

Podía recordar.

Yo atendiendo a Pedro

María y el aeropuerto

Como llegué al cubículo del baño y lo tuve que hacer para intentar salvar a la humanidad después de fallar con María.

Uno a uno mis recuerdos regresaban mientras la melodía se repetía de nuevo, abro los ojos respirando pesadamente mirando a mi alrededor como si Pedro fuera a aparecer frente a mis ojos.

—Me acuerdo...me acuerdo de todo, recuerdo todo...—Susurro para mí misma.

Hola, tanto tiempo Beatriz. —Un sollozo se atora en mi garganta al escuchar la voz de Pedro, no estaba aquí y no podía escucharme, pero era como si supiera que yo había regresado a él.

Bienvenida a la línea dos mil doce, el proyecto y yo te agradecemos lo que haces en un acto invisible y transcendental. Te preguntaras porque el dos mil doce, te preguntaras si eres única o si hay más viajeros explorando líneas intentando encontrar los vortex correctos para salvarnos de la aniquilación, intentare responder todo.

Luego de los descubrimientos en marte se descifro el mecanismo de como viajar de universo en progresión a un punto temporal anterior y se estableció el proyecto, su meta fue simple, revertir el fin, el proyecto podría enviar a alguien al pasado y general un vortex y cambiar no el futuro de la línea original sino el futuro de una línea nueva, al principio de considero que la minina intervención de máximo efecto era cambiar la narrativa de la historia. Escritores, científicos y pensadores serian intervenidos como agentes para inspirar la intuición de un futuro apocalíptico que nos hiciera reaccionar y evitar la aparición de Pegaso, los primeros viajeros solo hacían eso, inspirar narrativas en el proyecto los llamaron sembradores, viajeros que hacían intervenciones mínimas para producir en individuos clave la idea de una novela o una inspiración para un desarrollo científico, un argumento de una película que permitiera revertir el peligro y modificar una línea.

Me levanto sin pausar la grabación para tomar un vaso con agua mi garganta se sentía como lija después de todo lo que sabía ahora.

—Cuando yo llegue entre marzo y septiembre del 2062 ya habían partido 146 voluntarios de varios países y en varios puntos en diferentes líneas y tiempos, algunos tenían que cumplir un papel muy pequeño, susurrar en un bar a un escritor borracho el argumento inspirador, poner en la boca de otro una palabra o teoría. La mayoría de las películas, de las series y de los libros que advirtieron sobre la pandemia, sobre el peligro de la inteligencia artificial o sobre el poder colectivo de las redes sociales entre 1948 y el 2019 fueron productos de alguno de los 146 sembradores invisibles, el ego de los creadores hizo el resto y ayudo a la invisibilización, pero eso 146 viajeros fallaron.

Por muchos sembrados la humanidad no leía los mensajes y tomaba siempre el mismo camino, siempre caíamos en Pegaso y en el fin del mundo en el año 2062. Hasta que después de muchos cálculos se estableció que la mejor manera de intervenir el tiempo era modificar el origen mismo de Pegaso, era necesaria una intervención mayor; por supuesto habría voluntarios mucho mejor preparados que yo, pero ninguno había tenido un evento Garnier Malet contigo lo que significa el éxito de la misión, nadie estaría más cerca de la fuente que tú y nadie podría convencerte más que yo, entrelazamiento lo llamaron que es una manera muy técnica y muy fría de decir que te he amado siempre...




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