Caso 63

Qué harías por amor

Porque sin buscarte te ando encontrando por todos lados, principalmente cuando cierro los ojos.
—Julio Cortázar

 

 

 

 

—Para el registro, doctor Vicente Correa, hora 11:42, 4 de diciembre del 2012. Beatriz me trae a su lugar secreto, debe ser algo importante. —Vicente me mira con una sonrisa mientras habla a su grabadora.

—Me copias o te burlas. —Le digo mientras me siento a su lado en la banca.

—No solamente tú necesitas tener una prueba para no despertar mañana y pensar que...

—Que fue un sueño o que te volviste loco.

—O ambas cosas, no sabía que este hospital tuviese un parque, pase muchas veces por fuera.

Miro alrededor del lugar donde había pasado tanto tiempo antes.

—No sé si lo llamaría parque, es bastante pequeño.

—Es hermoso.

—Es lindo, si ves ese vitral. —Le señalo a nuestra derecha. —Otro secreto de la vieja basílica del salvador, a las 12 en punto el sol se refleja en el vidrio y toda esta zona se llena de tonos rojos, amarillos, celestes. Cuando hice mi último año de medicina me asignaron aquí, prácticamente vivía en este hospital y luego cuando me contrataron era mi refugio venia cuando quería un momento para mí.

—Tu y yo hemos estado en...perdón, ¿estaremos aquí en el futuro?

—Estaremos aquí precisamente, aquí en 10 años tú me hablaras de un sueño que tuviste y eso cambiara completamente mi mundo.

O al menos la entidad que to conocí en esa línea.

—Estamos a mano, tu hiciste lo mismo. —Le sonrió avergonzada.

—¿Cómo esta María?

—Bueno tú la conociste, ella no es cualquier niña, es brillante; su mente es maravillosa y parece querer comprenderlo todo, lo ha llevado naturalmente, aunque algo así parezca imposible. Como entenderás mi manera de protegerla ha sido intentar que comprenda que entre la realidad y el delirio puede haber una gama de grises y que jamás se lo mencione a nadie, tu sabes basta una etiqueta de la niña rara y su vida cambiaría radicalmente.

—Si... sé exactamente qué pasaría. —Agacho la mirada a mis manos, eso era exactamente lo que quería hacer con ella. —¿Y tú? como lo llevas tú.

—He repetido tu historia en mi mente una y otra vez y cada vez que la escucho toda mi realidad se cae a pedazos, una y otra vez en algún punto también estoy en una crisis donde todo mi pensamiento lógico y científico se desmorona, así que si parezco tranquilo y sueno natural al hablar con una viajera en el tiempo es solo una apariencia, aunque hay una gran diferencia entre nosotros.

—Una diferencia...

—Tu no estabas preparada para conocer a Pedro. —Vuelve a mirarme. —Yo en cambio de alguna manera estaba esperando que llegaras y no es fácil aceptarlo créeme, tengo 39 años soy viudo tengo una hija, no estoy para cuentos de amor no creo en eso el enamoramiento si no fuera por la tormenta de neurotransmisiones que produces seria como cualquier experiencia de relación humana. Te explico esto porque estás hablando con un descreído de las relaciones y de todo lo que se ha construido con respecto a la pareja humana...

—Pero... —Sabía que había un pero, Vicente me mira vacilante antes de continuar.

—Pero esto no es eso, esto es diferente, es como si tú te hubieras dio y yo te recibiera de vuelta. Estoy recibiendo a la persona que amo y que nunca iba a volver y está de vuelta, no lo puedo explicar mejor y sé que te va a parecer aún más extraño, pero siempre espere no que llegaras si no que regresaras.

—Pero no nos conocemos o al menos tu no me conoces a mí. —Aunque sabía que nuestras almas, entidades o lo que sea que seamos estaban destinadas a estar juntas.

—Haz tenido esos sueños recurrentes que durante años te visitan y ya son parte de tu vida, yo si, he soñado contigo sientos de veces pero hasta hace poco, hasta hace unos días no eras tu, era un sueño sin rostros y desde que llegaste esa imagen mental fue dibujándose poco a poco hasta que la vi y la sentí profundamente y en el sueño una imagen se repetia una y otra vez, tu y yo en un aeropuerto...

Por un momento duda en seguir contándome del sueño, lo miro con la intención de que se de cuenta de que quiero que siga.

—Como seguía ese sueño.

—Con diferentes finales que no logro entender.

—Te traje aca porque este lugar siempre me ha dado tranquilidad y creo que es el mejor lugar para responder preguntas, asi es que por donde quieres partir Vicente.

—¿Cual es mi ocupación? O bueno, ¿cual será mi ocupación en el futuro?

—Bueno, trabajaras junto a los sobrevivientes de la pandemia en una comunidad agrícola autosustentada sin virus y sin posibilidad de contagio.

—Dijiste que su mujer murió, mi futura mujer.

—Si, en un brote de pegaso en el 2060.

—¿Hijos?

—No.

—Y me ofreci omo voluntario.




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