Caso Abierto I

...

Caminaba despacio sin rumbo fijo, los faros de un vehículo la seguían pero no aminoró la marcha ni la enfatizó a pesar de ser más de media noche y estar en uno de los peores barrios de la ciudad. Conocía ese sonido… el sonido del vehículo…el sonido del motor. Se había fijado demasiadas veces en él llamando su atención. Era el Cadillac de Víctor, guardaespaldas de uno de los altos cargos del gobierno, un oscuro hombre que lo precedía su pasado. Lo había estado investigando durante un año, hasta que fue sorprendida en una de sus mansiones y llevada ante él. Por fin la adelantó, giro el vehículo dejándolo cruzado en medio de la calle de modo que le cortara el paso y apagó el motor. No esperaba menos. No sintió temor ni sorpresa cuando el hombre abrió la puerta y salió del vehículo a pesar de saber que sus horas estaban contadas, si no, una amarga alegría teñida de dolor. Perfecto…todo en él era perfecto. Sus onerosos músculos marcaban todo su cuerpo, su mandíbula cuadrada dibujaba una mueca de astucia. Sus ojos…los que la habían mirado tantas veces observando cada uno de sus movimientos sin que ella lo supiera, ahora la recorrían de arriba a abajo. Todo en él era perfecto de no ser por el arma que sostenla recorrían de arriba a abajo. Todo en él era perfecto de no ser por el arma que sostenía en la mano.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.