Cassie ||

Cuatro

Nicolás

 

El fin de semana se había pasado rápido, entre aquí y allá al menos me había puesto al tanto de la situación, la empresa necesita cambios, muchos cambios y debía darme prisa. Salí del apartamento y vi que se habían mudado, y se habían mudado justo al frente mío. Con tantas habitaciones disponibles tenían que escoger justo esa habitación . Carajo.

El día anterior lo había pasado con mi padre poniéndome al día con la empresa. Parecía que mis vacaciones habían terminado y mi vida estaba tomando rumbo. Subí al coche y observe unos tacones negros, quizá si los habría visto antes habría tenido la excusa perfecta para ir a ¿devolvérselos?. Arranque. Recordaba su dirección y ¿como olvidarle?. Aceleré mientras recordaba lo de ese día.

Ese día la había seguido, pero ¿por que la seguí? No tenía ni la más remota idea.

Esa noche salimos al jardín, ella parecía ida o no encontraba otro término para llamarlo y también picaba, picaba la curiosidad de saber por qué le había afectado tanto ver a Mark con su prometida. Ella se había quedado dormida. Dormida en una banca y yo. Yo no sabia que hacer, no la conocía de nada ni ella a mi. Podía dejarla tirada y nadie podía culparme por aquello. Cogí su cartera y sin más revise su tarjetero. Encontré su identificación la dirección no era para nada lejos, la metí al coche y deje en el copiloto, eran un par de cuadras pero llevándola solo en brazos no llegaría a ninguna parte, dormía peor que una maldita roca se veía delgada pero pesaba como cuando cargaba a Lucas después de las comidas. No entendía como las mujeres podían llevar esos zapatos endemoniados y no martirizar sus pies. Los deje en la guantera recordándome no olvidaros. Al bajar le dije al vigilante que era mi prima y la había encontrado muy mal y que me ayudara a llevarla a su departamento. Por que claro si el se negaba no tenía ni puta idea de que hacer. Saque la llave de su bolso fingiendo total calma. Y la deje en un sofá. Esperaba que no hubiera nadie dentro o si estaría metido en líos. Me marche de ese lugar con una sonrisa de idiota en la cara.

Entre pensamientos y recordando lo de ese día llegue al lugar estacione el auto y salude al vigilante diciéndole que como antes, visitaría a mi prima.

—No le aviso? —dijo el frunciendome el ceño —No eh hablado con ella desde ese día, ya sabe solo quería dejarle esto—le mostré los zapatos —La señorita Evans se mudo hace dos días y preciso no dejar la nueva dirección por motivos personales, como comprenderá, no puedo ayudarlo —lo que faltaba, asentí mirando al vigilante y me marche de aquel lugar.

No podía creer que tanto le haya afectado ver a Mark y su novia, osea si entendía que habían tipas locas que se obsesionaban y todo el rollo pero llegar a mudarse o hasta este extremo era diferente.

Queria conocerla saber más de ella.. Pero me la ponía difícil, regrese a casa no tenia otra opción. Y los zapatos estarían en la guantera los iba a dejar allí hasta poder devolverselos.

El resto del día lo tenía libre creo que empezaría buscando un nuevo lugar, no me gustaba compartir el piso con nadie iría a buscar un nuevo lugar y para asegurarme de que nadie ocupa mi piso lo ocuparía todo no tenía problema con eso. El tono de llamada arruino mi momento. Era Lucas, puse el manos libres mientras manejaba. 

— Hasta que al fin contestas, desde que te fuiste de esa fiesta no eh sabido de ti maldito cabrón, —dijo Lucas y estaba muy agitado así que ya suponía lo que había estado haciendo.

— Me fui por que vi a Alysson y aun no me sentía listo  — si la había visto, pero me daba igual solo no quería contarle la verdad.

—  A las ocho donde siempre se que hacer para cambiarte los ánimos.

Y colgó. 

Alysson, no había rastro en ella de la chica que conocí, amor? , había estado enamorado de ella la quería, pero creo que no llego a llamarse amor. Tuve que irme de viaje y no por que me dolía haber roto con ella. Me dolía en lo que se había convertido.

Guarde el auto y subí a mi piso mi nuevo compañero de piso no estaba o eso parecía, si se mantenía así, estaría bien. 

 

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Una camisa azul y mis Jeans, llevaría la camioneta por que esta noche no iba a beber.

Cuando llegue al lugar estaba Lucas con dos chicas así que no sabia a quien se liaría esta noche, también estaba Mark y Andrew. Mark me llegaba a los cojones. Pero quizás podría averiguar ciertas cosas. Y las cosas se me pusieron más fáciles cuando el empezó la conversación.

— Hasta que al fin as decidido salir de tu hueco depresivo, Cuanto tiempo Nicolás como te ah ido? 

— Quiero tener una buena noche, no que acabe con ustedes dos molidos —dijo Andrew, el como siempre tan neutral ni hasta yo sabia en que momento se habían roto las cosas, los cuatro casi se podía decir que eramos como hermanos.




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