Cassie & Gideon

Gideon

Nos subimos a un carruaje como los de la edad media con unos caballos blancos y bien cuidados, al llegar a un tipo centro comercial veo a tanta gente desde niños hasta adultos que parecen sacados de una revista, es como si fuera todo perfecto, veo que Cassie está muy emocionada, al fin y al cabo, es una chica estas cosas les encanta.

Me trajo de tienda en tienda como si nada, me hizo probarme algunos cambios y escogió algunas cosas por mí y debo aceptar que tiene buen gusto.

La estoy ayudando a escoger ropa, me lo pidió de una forma que no pude negarme, la estoy esperando afuera del probador de una tienda, si me hubiesen dicho antes que iba a estar en una situación como esta no me lo hubiera creído, ni siquiera tengo amistades en la escuela y el hecho de que ahora este esperando a una chica fuera de los probadores de una tienda es un cambio tan drástico que ni yo puedo creer que esté pasando.

De repente sale Cassie del probador con un vestido rojo que le queda justo a la medida, hace que su cabello negro y largo resalté más de lo normal, que sus ojos grises hagan contraste a la perfección con el rojo del vestido y sus labios de un rosa natural me dejan desconectado del momento.

- ¡Gideon! –Dice Cassie.

-Mande –Digo apenas reaccionando

- ¿Este vestido me queda bien? ¿o tú que dices? –Me pregunta

-Ese vestido está bien –Le digo de lo más normal posible.

-Bueno, entonces me lo llevo –Dice contenta.

Nos estuvimos ahí hasta que llegó la hora de cenar y regresamos a su casa, llegamos a su casa llenos con las bolsas de todo lo que compramos, me guio al cuarto donde me quedaría para que dejara las cosas mientras ella se fue a dejar las suyas, acomode todo en su lugar, realmente esta casa es grande y parece de la realeza antigua.

En eso abren la puerta y veo a Cassie.

-Vente vamos a cenar –Me dice y sale del cuarto, me dispongo a seguirla.

Al terminar de cenar y subir para los cuartos me da las buenas noches y nos retiramos.

Entro al cuarto y me pongo el pijama, lavo mi cara y mis dientes, al estar listo para dormir me dirijo a salir al balcón un momento y veo que aquí el cielo es muy estrellado se puede ver claramente, se siente el viento fresco, me quedo ahí unos minutos y entro nuevamente al cuarto, apago la luz y me acuesto en la cama quedándome profundamente dormido.

******

Percibo luz, abro los ojos y veo que ya ha amanecido, decido meterme a bañar y al salir veo que Cassie está sentada en la cama y me ve nuevamente solo con la toalla de baño.

- ¿Porque no te cambias dentro del baño? –Me pregunta tapándose la cara y volteándose para otro lado.

- ¿Tu porque entras sin tocar? –Le respondo mientras agarro mi ropa.

-Creí que ya estabas listo –Me dice y me meto al baño para vestirme.

Salgo del baño y me dice que vayamos a desayunar

Bajamos a desayunar y al terminar me dice que hoy mismo nos transferiremos al Instituto Tiriziano que prepare mis cosas, asiento y subo para empacar todo.

Al terminar decido ir a la recamara de Cassie, toco y abre la puerta me invita a pasar y veo que aún le falta poco para terminar de empacar.

- ¿No se te hace que llevas mucho? –Le digo, viendo que lleva cinco maletas y yo solo llevo dos.

-Claro que no, llevo lo justo y necesario, en vez de estarme criticando mejor ayúdame ya solo me falta esta –Me dice mientras trata de cerrarla

Me dirijo para ayudarle a cerrar la última maleta y al cerrarla, entra su mamá al cuarto.

- ¿Ya están listos? –Dice la mamá de Cassie

-Yo acabo de ayudarle con su última maleta a Cassie las mías ya están listas.

-Muy bien entonces en marcha –Dice la mamá de Cassie y sale del cuarto.

Listos para irnos, se despiden de nosotros los padres de Cassie y nos subimos al carruaje después de un rato nos paramos y al salir del carruaje veo que estamos en frente de una construcción que parece un enorme castillo antiguo, pero bien cuidado, con el pasto fresco y con árboles grandes a su alrededor.

-Llegamos –Dice entusiasmada Cassie –Desde pequeña soñé con este momento y aquí estamos.

-Yo nunca soñé con esto, pero la vista es maravillosa.

-Sí, es realmente bello.

Nos dividieron como era de esperarse, los dormitorios de hombres de un lado y a los de las mujeres del otro, por lo cual perdí de vista a Cassie.

Al llegar al dormitorio que me asignaron veo a mi compañero que es un chico con ojos azules, cabello negro casi tan negro como el de Cassie y con un aspecto despreocupado.

-Hola, compañero –Dice sonrientemente –Soy Fred mucho gusto.

-Hola Fred, yo soy Gideon, mucho gusto.

En eso llega Cassie y otra chica de cabello rubio, delgada con unos ojos color morado y con un aspecto serio, de momento entra Cassie como si nada.

-¡Freeed! —Dice emocionada —Que gusto que estés aquí y con Gideon sé que serán muy buenos amigos.




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