Valeria Doffourt entró silenciosamente a su casa, sus pasos eran pausados como si los contara uno a uno.
Su madre abrió la puerta de su habitación encontrándose frente a ella.
__Mami... entiendo que estés muy enojada conmigo, y acepto que casi en todo lo que haces tienes razón....
__¡Devuélvete y siéntate en el recibidor! -ordenó furiosa la mujer interrumpiendo los argumentos que expondría su hija- ¡No acostumbro a dar segundas oportunidades Valeria...
__Entiendo...¿quieres que abandone esta casa? ¿Vas a correrme?
La mujer le señaló el caminó hacia el recibidor y Valeria no dudó en caminar hacia ese lugar.
__Madre...
__¡Sientate! - la chica lo hizo y su madre se sentó a su lado- ¿Algún día te he fallado, Valeria?
__Nunca, no cambiaría a mi madre por nadie en este mundo...
__¿Por qué me has lastimado de esa manera? Tu padre y yo no hemos dormido en toda la noche...no me explico en qué fallamos...
__Madre te amo, te eligiría mil veces si es posible, no tengo excusas, solo que es un asunto laboral, obtuvimos la licitación y...
__Estás diferente, no eres la misma que salió de esta casa, te ves triste...
__Lo estoy, mi madre siempre me ha cuidado y si yo hubiese obedecido, me hubiese evitado está tristeza, pero no tendría trabajo...mami, yo amo tanto lo que hago que...si quedara por fuera...y me corrieran de mi trabajo, mi vida no tendria sentido.
__No exageres, ven aquí -valeria fue a sus brazos y lloró ante la fortaleza de su mamá.
__Mamita, yo quisiera poder decirte las cosas, que me comprendas...es difícil a veces...
__¿Qué te sucedió con tu prometido? El anda extraño, viene seguido, es como si perdió tu contacto.
__Lo he bloqueado, lo descubrí haciendo cosas con su amiga del trabajo...
__No, no puede ser Valeria...
__Lo es, no voy a casarme con él, espero que lo entiendas...
__¿Que argumentos te dió?
__No necesito argumentos, no me caso y punto....
__Necesito que no te apresures, escucha lo que tiene que decirte...
__No quiero y no puedes pedirme eso, mami.
__Solo no te apresures Valeria.
Valeria tenía muy claro el siguiente paso y no iba a resistir, solo sonrió dándole amor a su madre.
***
Cuando el señor Mondragón entró a su empresa, llevando un portafolio en las manos, vió a su asistente ya trabajando.
__Buenos días señorita Doffourt. -dijo sin detenerse y entró a la oficina.
__Buenos días señor Mondragón - fue su respuesta pero ella no estaba segura de que haya escuchado por lo rápido que entró.
Ella volvió a concentrarse en su trabajo después de haberlo observado, había un resentimiento que ella no podía expresar ni mucho menos explicar, solo sentirlo y procurar sacarlo de su pensamiento y de su triste y humillado corazón.
Era algo que apenas comenzaba porque al marcar la hora de la tarde en el reloj Marina, la prometida llegó a la oficina, Valeria fue cordial pero en su estómago sintió un puñal caliente.
La prometida del jefe nunca se aparecía en la oficina porque Mondragón no daba espacio para los menesteres del amor, pero habían dos cosas que la chica genio desconocía.
Marina no era tonta, después del viaje de Mondragón con su asistente, quiso dejar en claro su presencia en su vida, que ese hombre era de ella.
Y segundo, Ghabriell Mondragón al principio se incomodó con la presencia de la novia, pero recordó que Valeria Doffourt lo ignoró después de su apasionada noche, él creyó que ella adelantó su boda cuando la vió y escuchó pegada al teléfono y por consiguiente un hombre esperó por ella, el jefe tenía un profundo descontento que lo ubicó en el plano que su chica genio lo quiso después de que él contestara aquella llamada tan impertinente después de haberse entregado a él.
***
Dos días después Mondragón la miraba melancólico, no dejaba de pensar en ella, Valeria notó su presencia y sintió su pesada mirada puesta en ella.
Continuó su trabajo después de levantar la vista, verlo sin importancia y volver a su labor.
Ghabriell Mondragón ya no quería sentir aquello que ella le hacía sentir, y como un irracional actuó al acercarse con altivez.
__Señorita Doffourt, necesito que encargue flores para mí prometida -ella lo miró y empezó a tomar los apuntes, sobre todo donde escribia lo que debía llevar la tarjeta, explicando el inmenso amor por Marina.
Objetivamente tomó los apuntes sin reflejar en su rostro aquel sentimiento receloso que no debía sentir por su jefe, pero estaba segura que el jefe la quería humillar.
Así pasan los días, pero no había uno que su amigo Rich no fuera a darle su beso cada vez que Valeria se lo pedía.
La madre de Valeria la llamó, ella marcó también su camino de indiferencia con su prometido.