Laura: ¿Y tú novio? ¿En dónde está? .
Adriana: Te preocupas por Fernando más de lo que yo me preocupo por él -lo dice de una forma burlesca- .
Laura: ¡Oh vamos! Solo era un comentario -lo dice de forma molesta- .
Adriana: Lo sé tonta, está en un partido de béisbol, ya sabes que está empeñado en ser un jugador profesional.
Laura: Pues deberías de apoyarlo más ¿No crees?
Adriana: No puedo ayudarlo mucho, solo no le doy problemas y ya.
Mientras ellas platicaban, el maestro las miraba fijamente y molesto a simple vista.
Maestro: ¿Tienen algo que decir para la clase? ¿No? , ¡Salgan de mi clase, están reprobadas!
Laura: Maestro por favor, no se moleste, solo estábamos charlando respecto a la clase.
Maestro: ¡No me importa! Salgan de mi clase.
Adriana sin decir nada, salió de la clase y se sentó en una silla que estaba en el jardín de la escuela, mientras que Laura seguía discutiendo con el maestro.
Pasaron unos minutos y Laura llegó corriendo hacia Adriana.
Laura: ¿Qué te pasa? ¿Por qué no me ayudaste con el maestro?
Adriana:¿ Para qué? , Ya sabes cómo es el maestro, era obvio que no dejaría que nos quedáramos así nos pusiéramos de rodillas.
Laura: Pues dices toda la razón, el maldito no me dejó quedarme en el salón, dijo que teníamos que hacer un trabajo sobre alguno de los temas vistos en clase para tener acceso a su exámen extraordinario.
Adriana: Está bien, luego nos ponemos de acuerdo, adiós.
Laura: ¿Te vas? Habrá una fiesta en la casa de Harold, ¿Por qué no vamos ?.
Adriana: No, tengo muchas cosas que hacer en casa, adiós.