Castillo De Naipes

¡Sorpresa!

En una ocasión, una persona muy cercana a mí me contó que usted había ido a recoger sorpresivamente a su esposo al trabajo. Por mucho tiempo evité el encuentro de nosotras; de hecho, nunca nos conocimos. No sabía cómo actuar si estuviéramos los tres en un mismo lugar. Lo hice por mí, porque él debe ser un experto para comportarse en estas situaciones.

El día anterior a que asistiera a recogerlo al trabajo inesperadamente, él había escrito un estado en una aplicación de mensajería móvil que ponía en alerta a cualquiera. No supe si ese mensaje era para usted, para mí o para alguien más, pero pensé que si fuera la esposa y leyera esa publicación me alertaría y pensaría mal. Por ese motivo no salí con él al finalizar el horario laboral cuando usted fue. Pero la persona que me contó sí salió con él al acabar la jornada y me dijo que usted estaba esperando en la puerta de la empresa, que no le había manifestado que iba a recogerlo, que de hecho él pensó que usted estaba en su casa, que se sorprendieron al verse y que lo único que usted dijo fue: "Amor, quería sorprenderte".

Es una excelente estrategia tomar a la persona por sorpresa. Conjeturo que eso no fue una situación que no tuviera una segunda intención. No iría a recoger a mi pareja a su empleo sin decirle nada, haciéndole pensar que estoy en mi casa, sólo para sorprenderla. Siendo mujer, en mi mundo de fémina y comentado por otras mujeres, porque ese día él también le presentó a unas compañeras del trabajo. Ah, a propósito, con una de ellas tuvo un amorío. No todas las damas que llegan a la vida de él son la amante o simplemente cama; hay algunas con las que crea una "amistad", comparten cosas, es decir, no son únicamente sexo. Con ella sostuvo un romance que duró siete meses.

Nosotras creemos que esa sorpresiva actuación suya no tenía como fin sorprenderle, bueno, sí sorprenderle, pero con las manos en la otra. Pienso que usted, en ese punto de la historia, ya se había dado cuenta de algo que le hizo desconfiar.

La persona que me contó me dijo: "Solo le faltó salir de una cajita de regalo, lanzando serpentinas, confetis y gritando ¡sorpresa!". Me dijo: "No entendí qué pasó, ella debe haberse dado cuenta de algo y está tratando de averiguar". La persona con la que él sostuvo el romance por siete meses también me contó que usted había ido a recogerlo, pero se veía afectada. Ellos eran muy cercanos, "amigos". Ella se veía triste, porque estuvo muy encariñada con él y siempre manifestó su intención de querer estar en la vida de él con el rótulo que fuera. Siga sorprendiéndolo; en cualquier momento puede encontrar lo que busca.




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