Ser amante es...

El concepto de amante, para mí es un concepto en el que él no encaja. Él no acepta su realidad, no ha analizado todavía las responsabilidades que tiene encima. De su primer matrimonio tiene hijos, con usted está consolidando una vida y todavía cree que le queda tiempo y dinero para tener una amante. A ese hombre le falta un tornillo.

Ser amante es tener dos mundos paralelos y que el mundo de la amante no se entere mucho del mundo de la esposa, pero en nuestro caso es totalmente imposible por la dinámica de trabajo que se maneja en la oficina, en donde compartimos tantos espacios. Además,  es un lugar donde se manejan muchos chismes y él tiene una fama con la que no puede. A mí, todos esos comentarios, más su comportamiento, me han prevenido. Esta es una situación donde solo se puede perder... es algo como cavar su propia tumba.

Igualmente, él solo tiene tiempo para sus andanzas de dos o tres horas que justifica como reuniones de trabajo. Situación que yo ya no creo, porque luego escucho los chismes, ato los cabos y todo encaja.

Ser amante es mucho más que solo placer. Para ser amante es necesario tener cierta exclusividad. Exclusividad que, por lo que veo y analizo, no tendré, porque cada día llega un rumor diferente, porque cada día escucho una historia distinta.

Me es muy difícil confiar en él. Pienso que en toda relación debe haber un mínimo de confianza, que en este caso no hay. Si estuviera en mi lugar, se daría cuenta de muchas cosas que seguramente harían que usted cambiara su forma de pensar respecto a él, que podrían cambiar sus sentimientos.