Ayer, durante una conversación con él, me enteré que le hablaba a usted de una de nuestras compañeras de trabajo. ¿Le habla de mí también? Él es un hombre que habla y habla mucho, pero hay que analizar muy bien su discurso y no dejarse llevar solo por las palabras. Hay que estar atenta a su lenguaje no verbal; ese es mucho más diciente. Luego, me enteré de que le contó que teníamos diferencias. Fue algo como: "Con mi compañera de trabajo X, no nos llevamos del todo bien". De hecho, dijo algunas cosas negativas sobre mí para argumentarlo y hacerlo más creíble. Que no nos llevábamos del todo bien es completamente falso. La única diferencia que tuvimos durante el tiempo que trabajamos juntos fue cuando yo intenté tomar distancia de él.
Al decir que teníamos diferencias y que no quería compartir espacios fuera de lo laboral conmigo, justificó que no estuviera en algunos eventos de carácter personal, como la celebración de su cumpleaños y el de sus hijos, donde hubiéramos estado las dos. Pienso que lo hizo con el fin de que no nos conociéramos. ¿Nunca se le hizo raro qué de las muchas personas de su equipo de trabajo, yo fuera una de las pocas que no conoció? Una más de las muchas cosas que él tenía fríamente calculadas.
Lo complicado no es lo que dice, lo complicado es lo que calla.