Ser amigos

En la época en que me di cuenta de que él me gustaba, pensé: Bueno, es un hombre con hijos, divorciado y vuelto a casar. Definitivamente, esta persona no me conviene. Yo tenía todos esos sentimientos frente a él, pero me dije: No, aquí no hay nada que hacer. Es mejor que tome distancia de él. Yo comencé a alejarme, él percibió mi lejanía y me confrontó un día. Me dijo que no me alejara de él, que nosotros dos podíamos ser amigos, que yo podía contar con él. ¿Cómo le decía lo que pasaba?

Me expresó que echaba de menos estar conmigo, que extrañaba compartir momentos conmigo, que me extrañaba. Yo también lo extrañaba, pero no debía decir nada. Me preguntó si tenía algún problema y me confirmó que podía contar con él.

¿Cómo decirle me estoy alejando de ti porque me gustas y creo que lo más saludable para mí es que tomemos distancia? Quedé sin defensa, no podía decir necesito alejarme de ti porque esto que siento, no puede ser y quiero pasar página. No tenía como defenderme.

Lo único que dije fue: " Es una impresión tuya, yo estoy normal, no me estoy alejando." Eso que hizo de decirme: "¿por qué te alejas? si nosotros somos amigos." Solo hizo que me confundiera más y que se reanudara esa amistad que teníamos. Yo sentía que no tenía forma de evadir esa amistad. ¿Por qué con qué pretexto lo hacía?

La amistad de nosotros dos se reanudó y fue más tortuoso para mí porque no podía decir nada. Entonces, su compañía, sus sonrisas, su camaradería y sus historias lo único que hacían era confundirme más.

Siempre sentí que no tenía como evitar esa situación.