A partir de ese inolvidable momento, tome una importante decisión: actuar con total discreción. No participé ni en una sola charla o comentario adicional sobre el tema y evité dar cualquier detalle que pudieran empeorar la situación.
En medio de todo el chisme y los murmullos, agradezco la actitud de mis compañeros de área que actuaron con total discreción. El guapo, mi compañero más cercano, se negó a creer el rumor que circulaba por la empresa. No podía creer que me fijara en un hombre como su esposo, la verdad eso me reconfortó. Me lo preguntó a través del chat empresarial, oportunidad que aproveche para negarlo todo y zanjar el tema, aclarándole que todo era un chisme. Ese día me di cuenta lo mucho que le caía mal al guapo, su esposo.
Mi compañera de área, con la cual había forjado una fuerte amistad, se convirtió en mi mayor aliada. Nuestra amistad se hizo tan fuerte que hasta la fecha somos amigas. Ella sugirió disminuir la atención del chisme no volviendo a salir con él, así que continuamos saliendo solas y hasta tuvimos una cita doble. Ella había comenzado a salir con un chico y yo había comenzado a pasar tiempo con un compañero de la universidad. Decidimos entonces que los cuatro asistiríamos a una cita doble en un lugar donde pudiéramos encontrarnos con compañeros del trabajo. Incluso ese día ellos nos recogieron después del trabajo en la empresa para evitar cualquier especulación.
Aunque su esposo se dio cuenta de nuestras citas, esta vez no se atrevió a comentar nada. Creo que se dio cuenta de que estaba haciendo el ridículo, sobre todo después de la vez que nos había hecho el comentario de por qué no lo habíamos invitado a salir, lo cual no le había gustado nada a nuestra compañera. Igualmente, seguimos saliendo con el guapo y con otros dos compañeros del área, sin incluirlo. Esto dio lugar a un nuevo rumor que decía que su esposo había inventado mi gusto hacia él para dárselas de irresistible, y que a mis compañeros eso no les había gustado. Por eso, todos queríamos distancia de él.
De igual manera, me enfoque en mi trabajo, manteniendo una actitud profesional en todo momento. Mantuve la calma y la compostura ante las miradas y cuchicheos. Di tiempo al tiempo, con el tiempo la atención sobre la situación disminuiría. Ya llegaría otro chisme más interesante y escandaloso que captaría más la atención que el nuestro. Poco a poco fui recobrando la paz para continuar.