Casualidad O Causalidad

CAPITULO 20: NO ME OLVIDES

https://www.youtube.com/channel/UCdne_uqAP1XJgS4BT9_1lTw?view_as=subscriber

La grandeza de las cosas la constituyen los pequeños detalles, los cuales no siempre son valorados y cuando intentas recuperar lo perdido ¡El daño ya está hecho! En tu vida necesitas personas que para saber que te tenían, no necesiten perderte. Cuando camines tomado de la mano de personas que te aman ¡No las dejes ir! Porque éste mundo tiene millones de habitantes y lo que para ti se ha desvalorizado, para otro es ¡El tesoro más grande, el milagro de la vida, lo que nunca había tenido! Y por ello no dará lo que le sobra. Mañana quizá ¡No exista el mañana! El compromiso que tengas hacia alguien depende del valor que represente en tu vida ¡Aun estás a tiempo de no dejar que escape de ti y con el tiempo te olvide!

"Lo que cuenta no es mañana, sino hoy. Hoy estamos aquí, mañana tal vez, nos hayamos marchado"

Lope de Vega

 

- ¡Dime qué no es cierto lo que acabo de escuchar!

-Sara, no reacciones de forma equivocada. Lo que tu madre acaba de decir es cierto. Nadie sabía y nos enteramos el día que nos hicieron los exámenes; tienes que escucharnos para que puedas vislumbrar las cosas. No eres la única que sufre con esto, ¡a Luna y a mí, también nos dolió! pero solo la fortaleza que tenemos es lo que nos ha ayudado a soportarlo. Si analizamos las cosas objetivamente, no es malo lo que ha pasado. -Dijo Bella.

- ¡Cómo te atreves a decir eso! ¿Cómo puedes ser mi hermana? ¿Cómo esa chica que tanto daño me hizo puede tener mi sangre? ¡Esto no es real, esto no es real!

 

Desde afuera se escuchaban mis gritos e inmediatamente todos supieron que ya sabía toda la verdad. Esta vez no había nada que ocultar, todo se había aclarado, ahora solo quedaba fortalecer las bases del edificio que, de ahí en adelante tendríamos que construir juntos.

 

- ¡Es real, Sara! Somos hermanas, pero tienes que dar oídos. -Exclamaba Bella, tratando de consolarme, pero sus esfuerzos eran en vano.

- ¡Váyanse de aquí, no quiero verlas! ¡Váyanse! -Grité sollozando.

-Sara! Tienes que escuchar, no puedes comportarte de esta manera ¡Tú no eres así!

- ¿Así cómo? ¿Acaso crees que es fácil enterarte de la noche a la mañana que tienes dos hermanas y no sabías? Ya estoy aburrida de tanta mentira, ¡no aguanto más! ¡No soy de hierro! ¿Creen que soy tan fuerte que, puedo soportar cualquier cosa? ¡No es así, no es así!

-No hija, no creemos eso, pero estamos aquí para ayudarte a soportar tu dolor.

- ¡No pueden cargar con mi dolor! ¡Solo yo lo siento!

-Eso no es cierto, Sara ¡Quién te quiere también siente tu dolor! –Exclamó Bella.

- ¡No puedo más! ¡No aguanto esto! Lo único que me falta es que me digas que ¡Son tus hijas! –Dije, mirando cruelmente a mi madre.

-No lo son, son de tu padre.

- ¡Vaya papá el que tuve! Mientras yo sufría como una idiota su muerte, él en vida no hizo más que ser un picaflor y regar hijos por doquier.

-Deja que te expliquemos. –Dijeron ellas al unísono.

- ¡No me expliquen nada! Váyanse de aquí. Esto es algo que debo asimilar en compañía de mi soledad ¡Váyanse!

 

Ellas intentaron quedarse, pero el dolor me cegó tanto que, me negué a escucharles. Saber que no era hija única destrozó mi alma al imaginar la combinación de miles de situaciones que dieran como resultado que, ellas dos sean mis hermanas.

 

- ¿Qué ha sucedido?

-Se ha negado a escucharnos. No quiere saber nada.

-No te preocupes, es porque no sabe cómo enfrentar la realidad. Debe dolerle mucho y estar decepcionada de su padre.

-Pero papá, quizá ni siquiera Enrique sabia la verdad, ¿o sí? –Dijo mi madre, mirando a Bella.

-Mi madre nunca le dijo nada a Enrique. –Respondió Bella.

-Entonces, la única que alguna vez pudo decir algo fue tu madre. –Mi madre miraba a Luna.

-No sabría responderte, pero hasta donde sé, ella tampoco le dijo a Enrique. –Dijo Luna.

-Quiero hablar con Carla, debo saber si alguna vez Enrique supo que eras su hija.

-Pero, ya mi madre nos contó su historia.

-Sí, pero no sé. Intuyo que no dijo la verdad.

- ¿Por qué debería seguir ocultando algo? –Inquirió Luna.

-No lo sé…

Ferchito interrumpió la conversación y dijo: -No es relevante saberlo en este momento. Si Enrique sabía o no sabía, no nos servirá de nada, solo empeorará las cosas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.