Casualidad o Destino?

Capítulo 2. Extraño mucho a papá y a mamá

 

Cuando Melany vio las bolsas de mercado en las manos de su hermana, salió corriendo muy emocionada a ayudarle, y ver que había traído para así poder cambiar el menú, porque sinceramente ya se sentía que no podía seguir comiendo granos todos los días.

Después abrió las bolsas y vio el mercado que había comprado su hermana, le dijo vamos a hacer porciones de todo esto, para que nos dure hasta que te vuelvan a pagar y así no comer más granos.

Kelaya solo le dio una sonrisita y le agradeció a Dios por tener una hermana tan sensata como Melany y además la ayudaba con lo de la casa.

Luego Kelaya le mostró los uniformes tanto el de física como el de diario, ella muy feliz se los midió, mientras decía me quedan muy bonito ¿cierto?

Después de haberse medido sus uniformes le dijo que bueno Kelaya que me hayas comprado los uniformes, así la coordinadora no va a estar todo un tiempo encima de mí regañándome porque me voy con ropa.

Ella miró a su hermana y le dijo no te preocupes que poco a poco nos vamos acomodando y así poder tener lo necesario para subsistir, hasta que me gradúe y pueda conseguir otro empleo donde me paguen mejor.

Melany le respondió, yo no me preocupo por eso, apenas yo cumpla mis dieciocho años y tenga mi cédula de ciudadanía, conseguiré un empleo y estudiaré la universidad en la noche como tú, para que no te quede muy pesado lidiar con todos los gastos de la casa.

Kelaya le respondió, no te preocupes que para el siguiente mes aflojamos más, ya que no vamos a tener que comprar tus uniformes y tampoco me toca sacar nada que hayamos empeñado, además tú encargándote de la economía de la casa nos irá muy bien ¡ya lo verás!

En eso Melany dijo con su voz muy apagada, Kelaya extraño mucho a papá y a mamá y si ellos estuvieran vivos no estaríamos pasando por todo esto.

Kelaya le respondió, yo también los extraño mucho, pero no te preocupes que de esta saldremos adelante y ellos van a estar muy orgulloso de nosotras.

Kelaya, para sacar a su hermana de la tristeza que se había apoderado de esta en ese momento, le dijo mejor deléitame con tu exquisita comida de hoy, que tengo mucha hambre.

Melany le dijo hoy hice lentejas y arroz, pero como trajiste carne voy a acompañarla de una carne asada y una rica ensalada, así como nos los daba mi mamá ¿Qué te parece?

Kelaya le respondió ¡muy bien!

Melany se fue con sus bolsas de mercado a la cocina muy feliz porque por fin iba a comer un poco de carne, ya que desde que sus padres habían muertos, comer estos alimentos se habían vuelto un privilegio para ellas.

Melany le dijo a su hermana, ve y te cambias que yo me encargo de todo en la cocina y así lo hizo Kelaya.

Cuando Kelaya había salido de su habitación, fue de inmediato a la cocina y su hermana ya tenía todo arreglado en la nevera y había pegado en la puerta de la nevera un menú donde especificaba que comerían todos los días.

Kelaya al ver esto le preguntó ¿y Cómo aprendiste a hacer todo esto?

Melany le respondió mi mamá una vez me contó que cuando recién se habían ido a vivir con nuestro padre, les había tocado hacer esto porque estaban muy mal de dinero y de esta forma ahorraban y sabían que el mercado que tenían les tenía que durar hasta el siguiente pago de mi papá.

Kelaya luego dijo y porque yo no sabía nada de esto.

Melany le respondió, te recuerdo que a ti te gustaba más estar con mi papá ayudándole y estar sembrando en tu huerto, entonces como yo pasaba más tiempo con mamá me contó todo esto, por esto lo estoy haciendo de esta forma, ya las verduras si nos toca estarla comprando por semana, porque se nos pueden dañar.

Kelaya solo asentía con su cabeza un poco aturdida, ya que parecía que su hermana no necesitaba ninguna ayuda con lo de la casa. Lo único que ella tenía que hacer era traerle el dinero y quizás su hermana lo hiciera rendir más, así que le dijo a partir de ahora tú te encargarás de comprar las cosas que necesitamos y de distribuir el dinero para ver si manejándolo tú quizás nos rinda más.

Melany se quedó viendo a su hermana un poco atónita, mientras le decía confías en una menor de edad para que maneje el dinero que utilizaremos, que tal si lo hago mal y aguantamos hambre como lo hicimos el mes pasado que tú todavía no tenías un trabajo.

Kelaya la miro y le dijo creo más en ti que en mí, claro está, cuando se trata de saber que comprar y donde comprar las cosas que necesitamos en la casa.

Melany la miró y le dijo está bien, voy a sacar unos de los cuadernos que me compraste para dejarlo para los gastos de la casa, así como lo hacía mamá, otra vez Kelaya se había quedado callada.

Tanto así que ella le tuvo que preguntarle a su hermana, ¿era así que nuestra madre hacía rendir el dinero en la casa?

Melany le respondió, ella me dijo que hay que tener una base y saber dónde se va cada peso que tenemos y así poder saber cuánto dinero podemos ahorrar.

Kelaya solo asintió con su cabeza y le dio el resto del dinero a ella diciendo esto es lo único que nos queda para sobrevivir este mes, tú solo dime en que lo vamos a gastar y listo.



#2048 en Novela romántica

En el texto hay: amor, venganza, dolor

Editado: 04.07.2024

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