Han pasado diez días del cumpleaños de Aurora. Las cosas con nuestra relación estaba avanzando bien, a pesar que solo nos veíamos en el descanso y en la salida de instituto.
Aquel día tuvo que ocurrir algo que me intrigó, se podía decir. Ya saben de quien hablo, si mi vecina estaba en el alfeizar de mi ventana que daba al bosque.
Pero antes comencemos desde el principio de aquel día.
Esa mañana escuche gritos del lado de mi ventana, no le preste mucha atención. Ya que me dispuse retirarme de mi habitación para ir a desayunar y después ir al instituto con Alonzo.
El día en instituto paso igual que siempre, ir a todas mis clases luego estar con Aurora en el descanso para después verla en la salida e ir a comer algo al pueblo. Después de terminar nos despedimos con un beso para que se fuera con Salma a casa. Luego me iba con Alonzo a casa, y dejarlo enfrente de su casa.
Hasta allí todo bien.
Al estacionar el automóvil en la cochera, me dispuse a subir las escaleras hasta llegar a la cocina e ir por el pasillo y subir a mi cuarto a dejar mi mochila para luego bajar a calentar mi comida que estaba en la estufa.
Pero no fue así en vez de encontrar mi cuarto con llave, veo que la puerta estaba media abierta, era raro porque yo le echaba llave cuando salia y si me olvidaba tenia una llave de repuesto encima del marco de la puerta que apenas era visible, pero no creo que mi madre u otra persona entrara a mi cuarto así nada mas.
Así que fui despacio hasta llegar a mi puerta y empujar suavemente por si alguien salia a atacar desprevenido.
Cuando abro la puerta y grito para asustar a la persona que esta adentro. Me detengo al acto ya que me doy cuenta que la personas que estaba dentro era Sophie.
Que esta sentada en el alfeizar de la ventana con la piernas juntas a su pecho, con ojos ojerosos, sollozando a lágrimas y sin zapatillas por cierto.
—¿Te encuentras bien Sophie? —pregunte con sutileza.
Ella me miro fijamente y corrió hacia mi, me abrazo fuertemente que comenzó a sollozar de nuevamente sobre mi pecho.
Yo solo me quede ahí parado sin hacer nada mas que abrazarla para que se calmara y para que me explicara que hacia en mi cuarto.
Después de varios minutos para de llorar, y me habla.
—Lo siento Sam, no quise entrar a tu cuarto —murmura —. Pero no tenia otro lugar a donde ir.
—No te preocupes —musitó.
Ambos nos quedamos en silencio por un buen tiempo hasta ella se aparto de mi, pero me quedo viendo a los ojos, tenia esos mismos ojos cuando falleció su padre hace un par de años.
Ahí me di cuenta que se acercaba la fecha de la misa de su padre en la iglesia Saint Rose en el pueblo.
—Es por tu padre, ¿Cierto?.
Ella asintió con la cabeza y la abrace de nuevo.
Lo hacia para pueda pasar la angustia cuando recordaba a su padre o cada vez que sacaba el tema alguna persona que conocía su padre, ella se ponía melancolía.
—Te voy a traer un poco de agua —musitó.
—Gracias —me susurra.
—Quedate en mi cama hasta que vuelva. De acuerdo.
—Esta bien —susurra.
La aparte de mi lado, para llevarla a echar a mi cama y le tape con la frazada. Ella me miro cuando salí cuarto para ir a la cocina.
Cuando volví a mi cuarto con vaso con agua, Sophie ya estaba durmiendo. Puse el vaso con agua en la mesa de noche.
Me quite las zapatillas como era la usual que hacia cuando llegaba a mi cuarto.
Me senté en borde de la cama. Sophie estaba durmiendo de lado.
Toque suavemente su cabello rubio castaño que le llegaba un poco más abajo de los hombros. Sophie tenia un cuerpo que parecía frágil, la contemple por un momento.
Hasta que ella abrió sus ojos al momento y me dio una pequeña sonrisa que se desvaneció al momento.
—Ya te encuentras bien —mascullo con suavidad.
—Un poco —responde con voz seca.
—Bebe un poco de agua —comento—. Te aliviara el dolor en la garganta.
Ella asiente con la cabeza, se recuesta en la cabecera de la cama y le paso el vaso con agua, le da un par de sorbos y luego lo pone en la mesa de noche para que luego se eche.
—¿Quieres hablar del tema? —pregunte.
Ella negó con la cabeza.
—¿Te han vuelto de nuevo las pesadillas? —pregunte.
Asiente con la cabeza.
Recuerdo lo mal que se puso cuando encontró a su padre en suelo de su cocina, ya hacia muerto e inerte.
Ese día salí con ella al cine como era de costumbre los fines de semana y luego pasábamos en la azotea de la librería para ver las estrellas y contar historias. Pero cuando volvimos a casa en bicicleta haciendo carrera hasta llegar a casa y despedirnos con beso en la mejilla. Ella se fue contenta y alegre. Justo ese día su madre y su hermana no estaban en casa, ya que estaban en pueblo en el cumpleaños del hijo de la amiga de su madre. Cuando llego las luces de la sala y la cocina estaban encendidas, pero cuando entro a la cocina a tomar un vaso con agua, lo vio allí inerte y sin vida el cuerpo de su padre agarrándose el pecho. Ella grito al momento que yo la escuche desde mi casa y fui a ver que pasaba. La encontré llorando sobre el cuerpo de su padre. Ella me vio al momento y corrió hacia a mi llorando. A los pocos minutos llame a emergencias para que venga y que puedan llevar el cuerpo de su padre a la morgue del pueblo. Ese día vino el la alguacil Raven a preguntarnos que había pasado cuando vimos el cuerpo. Sophie no contestó ninguna de las preguntas que le hicieron y yo conteste por ella. La peor parte fue cuando la mama de Sophie se entero por teléfono la muerte de su esposo. Los demás vecinos se sorprendieron al ver lo que pasaba en las casa de "Los Routh" . Sophie no fue al instituto toda una semana completa, no quería salir ni tampoco ir al funeral de su padre que hubo en los días posteriores. El medico forense dio negativo en drogas y alcoholemia. Fue un paro cardiaco repentino para la edad que tenia el padre de Sophie. Ella tuvo pesadillas horribles por varios meses hasta que poco a poco desaparecieron y volvió a la normalidad. Yo estaba a su lado al igual que Mikha que iba a su casa a dejar los trabajos del instituto. Fueron meses oscuros porque la mamá de Sophie se le acumulaban las deudas de la casa bueno hasta que mi madre le dio un trabajo en la Librería.
Sophie me dijo algo que volví de mis propios pensamientos.
—¿Que paso? —pregunte.
—Si querías acostarte conmigo como lo hacia antes —susurra.
—Si claro.
Primero fui a cerrar la puerta del cuarto, luego Sophie se aparto a un lado de la cama y me meto dentro de la sabana. Me agarro mi brazo y lo puso en su regazo.
Ella lo hacia para pudiera sentir que estaba protegida para que sus demonios no entraran en sus sueños.
Como a las nueve de noche, me desperté con fuerte golpeteo de la puerta.
Que me levante con cuidado para no despertar a Sophie. Y camino hacia la puerta para ver quien llamaba.
Abro la puerta con cuidado era Becth.
Como siempre cuando llegaba de la librería para decirme que bajara a cenar, pero esta vez era diferente.
Solo me vio y me hizo un gesto con la cabeza para que la siguiera.
Me doy vuelta para ver si Sophie aun seguía dormirá, y si lo estaba.
Salí de cuarto y seguí a Becth hasta llegar a la cocina.
Veo tres personas que eran mi madre, Liliana y Zelanda a su lado.
Mi madre me vio con intriga.
—¿Que ha pasado? —pregunte.
—Ella esta arriba, ¿Cierto? —masculla Liliana.
—Si lo esta —afirmo.
Ella dio un suspiro de calma.
—Tuvo pesadillas de nuevo —comento.
—Losé muy bien —afirma—. Esta mañana también amaneció sudando frío y gritando cuando fui a despertarla.
—Entiendo.
Ahí me doy cuenta que los gritos escuche en la mañana eran los de Sophie.
Becth cogió a Zelanda de la mano, la llevo a la sala para que se entretenga un rato con dibujos animados en la televisión.
Mi madre hablo primero.
—¿Desde cuando ha estado aquí en la casa? —pregunta mi madre.
—No lo se —respondo—. Ya estaba aquí cuando llegue en la tarde del instituto.
Mi madre ve a Liliana por un momento.
—¿Porque? —pregunte.
—Hoy cuando se fue en la mañana con Mikha al instituto. Bueno ella dijo que vio Sophie por ultima vez al sonar la campana para entrar a clases y que la vería al terminar las clases para puedan regresar a casa juntas. Pero eso no ocurrió y Mikha volvió a casa sola, porque pensó que había tomado el autobús de regreso. —comenta mi madre.
—No se que ha pasado —mascullo—. Ella no me a dicho nada.
—Bueno eso es todo Sam —masculla mi madre.
—Es preferible que se quede a pasar la noche aquí —sugiero.
—Eso no es posible Sam —masculla mi madre sería.
—Esta bien Samanta, deja que se quede esta noche —musita Liliana —. Mañana mejor hablaremos mas tranquilos. Voy a llevar a Zelanda a que se acueste. Hoy a sido un día muy ajetreado para todos.
—Esta bien pero se va quedar en cuarto de invitado —dictamina mi madre mirándome—. Esta bien Sam.
—Esta bien —afirmo.
En ese momento Liliana se fue a la sala y cogió de la mano a Zelanda, se despidió de Becth que las condujo hacia la puerta principal.
Becth regreso a la cocina y preguntó.
—¿En que quedaron? —pregunto Becth.
—Que se va a quedar esta noche —responde mi madre.
—Bueno al menos sabemos donde a estado todo el día —comenta Becth.
—Si Liliana estaba angustiada sin saber donde estaba Sophie —comenta mi madre.
—Bueno yo voy a subir a ver como esta —menciono.
—Si esta bien ve con ella —masculla mi madre—. Pregunta le si quiere comer algo.
—Hemos traído pizza Sam —comenta Becth.
—De acuerdo —afirmo.
Bueno me doy media vuelta y me fui a mi cuarto para saber como esta Sophie.
Cuando llegue la luz de lampara estaba encendida y Sophie estaba sentada en la cabecera de la cama con mente ida hasta que volteo a verme y me sonrió.
—Ya estas mejor —comento con suavidad.
Ella asiente con la cabeza. Me acerco a la cama y me siento al borde de cama. Sophie me habla.
—Ella estuvo aquí ¿Cierto? —susurra.
—Si te refieres a tu madre. Si a estado aquí pero en la cocina vino con Zelanda —respondo—. Pero se acaba de ir hace un momento.
—No quieres que este aquí ¿Cierto? —susurra cabizbaja.
—No te preocupes puedes quedarte si quieres —musitó—. Bueno por mi normal, pero ya sabes como es mi madre.
—Esta bien, lo entiendo Sam —susurra.
—Bueno mi madre, me pregunto si querías comer algo —comento.
—No tengo mucho apetito —susurra.
—Esta bien. Ahora vuelvo, si desea puedes encender la televisión para que veas algo.
Ella asintió. Me levante fui a mi armario a sacar una sudadera y pantalón chándal, fui al baño a darme una ducha rápida e cambiarme adentro.
Veinte minutos después salí del baño, ya cambiado pero con el cabello un poco humedecido.
Me doy cuenta que Sophie estaba sonriendo al ver un dibujo animado llamado "Timon & Pumba".
Coloque la toalla húmeda en respaldar de la silla del escritorio y fui a sentarme a lado de ella.
Al momento ella se echo en mi regazo para estar cómoda.
No dijimos absolutamente nada, solo nos quedamos viendo y sonriendo de las ocurrencias del surricata y el jabalí.
Bueno hasta que se durmió de nuevo. Apague la televisión luego acomode para que pueda dormir mejor.
Salí de la cama, agarré mi móvil, apague la luz de la lampara y salí del cuarto dejando la puerta junta.
Baje a la cocina a comer algo, ya que no había probado ningún solo bocado desde que vine a casa. Ya no había nadie en primer piso. Susan aun no llegaba de trabajar, así que me fui directamente al frigorífico a sacar la botella de zumo de naranja y coger un par de rebanadas de la pizza sobrante y poner a calentar al microondas, mientras que esperaba saque el móvil para ver las notificaciones que había recibido, lo que no hubo muchos por si lo preguntaban.
Así que revise mi perfil de mis redes sociales, ya que mi amada novia quería compartir fotos etiquetando me.
Aun no entiendo por la gente hace eso, no es que me importe o solo son tan banales que no pueden ver su realidad en la que viven.
Después de ver un monto de publicaciones, terminará mi zumo de naranja y mi pizza. Regrese a mi cuarto a poder dormir al menos un par de horas.
Cuando llegue a mi cuarto todo estaba igual, así que me fui al baño a cepillar me los dientes, me tarde un par de minutos.
Una vez terminado me fui acostar a la cama, Sophie estaba a un lado de cama envuelta entre las sabanas, solo me tape con el cubre cama hasta que me quede dormido a los pocos minutos.
Pero no duro mucho ya que cerca de las cuatro de madrugada.
Sophie grito fuertemente que me levante y la moví un poco para que pudiera despertar de su pesadilla.
—Sophie despierta —mascullo moviéndola.
Que ella abrió los ojos que al momento que me abrazo.
Poco después mi madre vino a mi cuarto a ver que pasaba seguido de Becth.
—¿Se encuentran bien? —pregunto mi madre.
Yo asiento con la cabeza. Pero mi madre se acerco a cama y sentó en el borde, Becth se quedo en marco de la puerta.
—Hey cariño —musita mi madre—. ¿Te encuentras bien?
—Si señora —responde Sophie —. Solo tuve un mal sueño.
—Bueno trata de dormir. De acuerdo —sugiere mi madre.
Sophie asintió, con la cabeza. Mi madre me vio a los ojos como diciendo:
"No abuses Sam"
Yo ruedo los ojos porque últimamente me tenia vigilado, con respecto a las chicas que traía a casa.
Luego se levanto de cama y se fue con Becth apagando la luz al salir del cuarto.
Nos volvimos acostar de nuevo ahora Sophie me abraza, nos quedamos viendo por varios minutos hasta que ella hablo primero.
—Lamento por hacerte pasar por todo esto —susurra apenada.
—Cada uno tomo su decisión —mascullo.
—No yo fui muy orgullosa y me arrebate tirándote la cadena al suelo —menciona—. Que por cierto se que me la devolviste nueva solo que esta tenia otro grabado al reverso —comenta—. Yo también hice lo mismo el día de cumpleaños. ¿Te acuerdas?
—Si me acuerdo, pero no abrí ningún regalo ese día —comento—. No se lo que había adentro.
—Oh bueno —susurra.
—Pero si quieres lo abro deber estar en algún lado del armario con los otros regalos —comento.
—Es tuyo después de todo —susurra con una pequeña sonrisa.
Me levante de la cama y me fui al armario, busque en parte superior donde puse los regalos que no había abierto.
Me tomo un par de minutos en hallar la bolsa de regalo hasta que puede ver que estaba al fondo, lo cogí y saque la pequeña caja que estaba dentro.
Y regrese a la cama y encendí la lampara de mesita de noche.
Sophie se sentó de nuevo en la cabecera para poder apreciar mejor.
—Abrirlo Sam —me anima.
Abrí la caja adentro había un cadena de plata mas un dije con la letra "S" mas un grabado que decía:
"Para mi mejor amigo,
a pesar de todo"
Sophie sonrió al escuchar esas palabras salidas de mi boca.
—Gracias lindo gesto de tu parte —le agradezco—. Lamento que las cosas sucedieran de esa manera desde que dejamos de habla.
—No se por que siempre estas tu ahí —susurra—. Pero tu ya perteneces a mi historia Sam.
—Tal vez si las cosas sucedieran de otra manera podríamos —comento.
—No Sam te equivocas. Esta no es una novela como las que lees —musita sonriendo—. Que por cierto son muchas.
—Lo se Sophie, esta la vida real no podemos hacer y deshacer cosas a nuestro antojo.
—Vez no fue tan difícil aclarar las cosas —musita sonriendo.
—Tienes razón he pasado toda mi vida en bloquear mi pasado para seguir adelante —comento—. Que no me he dado cuenta de las cosas importantes que tengo en la vida.
—Bueno cada uno vive a su manera en este mundo —comenta.
—Cierto —afirmo—. Pero también habrá consecuencias por nuestros actos realizados.
—Tal vez —musita—. Depende si es para bien.
—Ahora me doy cuenta como hemos llegado a este punto en nuestras vidas —comento—. El próximo otoño nos vamos a ir a la universidad pero nuestro pasado siempre va intervenir en cualquier momento.
—No podemos predecir los que nos va pasar aquí en un año o una década Sam —masculla—. Solo hay que enfocarnos en el ahora.
—Sabes que es gracioso hablar de esta manera los dos —comento sonriendo—. Porque ambos sabemos algún día tiene que pasar algo que nos cambie la vida.
—Sabes hay que dejar que las cosas pasen como tienen que pasar —comenta.
—No lo se. Ahora que no estamos enojados ni enfadados con nosotros mismos —mencionó—. Ahora que va pasar con nosotros.
—Bueno podemos ser amigos como a sido siempre —responde—. Tu tienes a Aurora que ahora es tu novia por otro lado tengo a Chris —menciona al castaño—. Pero el solo es un amigo, intentamos salir pero no funciono lo nuestro.
Al oír las palabras de Sophie me siento extraño y confuso. También porque menciono a Chris, pero según ella son buenos amigos pero a pesar que lo conozco desde jardín de infantes.
—Bueno no te voy a juzgar por tomar tus propias decisiones Sophie —mascullo—. Si es lo que decidiste no me voy a oponer.
—Eso es un gran alivio para mi Sam, tenia un carga muy pesada que ya no podía soportar —comenta—. Al fin estoy mas ligera gracias a ti.
En eso me abrazo.
Y sentir que también había caído un gran peso que yo también tenia.
Luego de un rato paramos de abrazarnos.
—Bueno es hora de descansar —bostezo—. No lo crees.
—Si claro —bosteza.
El reloj de mi móvil marcaba las cinco de la mañana, solo tenia dos horas y medias como máximo para dormir.
Cuando me desperté Sophie ya se había ido de mi lado, para luego ver el reloj de mi móvil marcaba 7:30 am y también había un mensaje de Sophie que decía:
"Gracias Sam por todo,
te veo en el instituto"
Bueno me cambie rápidamente, cogí mi mochila y mis cosas, baje a la cocina mi madre y Becth estaba desayunando tostadas más huevo revuelto con sus respectivos cafés. Solo cogí el vaso térmico y lo llene con café para luego coger un par de pastelillos de mesa.
Me despido de ellas y baje a la cochera para sacar el auto pasar por la casa de Alonzo e irnos al instituto y verme en la entrada con Aurora, quizás a Sophie también ya que volvimos ser amigos.
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La misa se realizo el día domingo en la iglesia Saint Rose cerca de tres de tarde, según lo acordado con el sacerdote de la iglesia, iba ser privada solo familiares y amigos mas cercanos.
Ese día estaba vestido de terno negro que me puse corbata solo por ese día. Alonzo solo estaba con pantalón negro, una camisa, sus zapatillas negras y su jersey negro. Ya que le dije un día antes para que acompañara a llevamos a Max porque no había con quien dejarlo. El solo se entretuvo con Zelanda ante que comience la misa.
Mi madre fue vestida con vestido negro hasta la rodilla mas unos tacones bajos. Becth fue con un vestido negro ceñido mas un pequeño chaleco mas sus balerinas.
Por otro lado Liliana se fue con un vestido granate negro mas un chaleco negros simple mas sus tacones bajos, Zelanda iba con un vestido azul noche mas sus balerinas y con el cabello suelto. Mikha también fue esta con Blusa negra ceñida sus tejanos negros ceñidos y zapatillas negras por ultimo esta Sophie estaba con un vestido simple negro sin mangas a los lados con cuello V en la parte de pecho llevaba el dije que regale en su cumpleaños más sus balerinas negras. El resto de los invitados fueron con terno y vestidos.
Bueno la misa duro casi dos horas para mi era una eternidad solo me puse pensar otra cosa para que terminará de unas vez e irnos a casa.
Yo odiaba este tipo de cosas desde la muerte de mi padre, decidí no pisar una iglesia o ir algún panteón a menos que sea necesario pero capaz eso nunca iba pasar. Solo estaba ahí porque me lo pidió Sophie nada mas.
Asi preguntaba por Aurora le dije que tenia un asunto importante que tenia que hacer y que iba ir a la reunión de Salma la siguiente semana e iba contarle como me había ido.
Volviendo a casa, mi madre decidió invitar a "Los Salem's" a casa y unos cuantos amigos de la familia. No se porque lo hizo pero ese era su asunto.
Por otro lado me quede cuidando a los niños en patio trasero de la casa, al parecer a ellos le da igual para que fueron a esa misa. Ellos estaban llenos de alegría y felicidad jugando entre ellos.
Yo estaba sentado en la escalinata de pórtico, viéndolos jugar hasta que apareció Sophie detrás mio, que se sienta a mi lado que empezó hablar.
—Gracias por estar este día conmigo —musita al apoyar su cabeza en hombro.
—No fue nada —respondo—. Mas bien donde esta ese par, no lo he visto en un buen rato —comentó al mencionar a nuestros amigos.
—Te refieres a Mikha y a Alonzo —masculla—. No tengo idea.
—Pero ellos son como perros y gatos —comentó—. Nunca van estar de acuerdo en nada.
—Tienes razón —mascullo sonriendo—. Buen punto.
En eso escuchamos pasos detrás de nosotros y se abrió la puerta, se oía quejas entre dos personas y supimos que eran ellos.
—Ya vez te dije que iban estar aquí —musita Mikha.
—Puedes dejarlos solos, ellos han pasado por lo mismo, nosotros aun tenemos a los nuestros —comenta Alonzo—. Bueno tu si por mi lado no se donde carajos esta ese infeliz —menciona a su padre.
—No me importa —masculla Mikha—. Solo vine para estar con mi amiga. Nada mas.
Nosotros nos quedamos viendo la discusión.
—Hey ustedes dos, ya dejen de pelear —dictamino.
—Ella empezó Sam —musita Alonzo.
—Mira quien lo dice. Gallina —masculla Mikha burlándose de el.
—Ya basta no puede estar cinco minutos sin estar gritando —mascullo—. Ya parecen marido y mujer.
Sophie sonrió por lo que dije. Alonzo vio a otro lado y Mikha puso los ojos en blanco.
—Ya Sam no seas tan malo con ellos —masculla Sophie—. Ven aquí Mikha sientate a mi lado.
—No lo haré —responde Mikha molesta.
—Si lo harás —dictamina Sophie—. Por que yo lo digo.
Ella obediente se sentó a su lado. Alonzo se estaba conteniendo para no reírse y lo mire, le hice un gesto para que sentara también, el no quería pero al final se sentó. Mikha le saco la lengua y Alonzo le enseño el dedo medio.
—Ya basta no pueden ser igual que ellos —masculla Sophie a la vez señalando a los dos niños que jugaban en patio.
—Ni en un millón de años —masculla Mikha.
—Yo estoy de acuerdo —afirma Alonzo
—Ya paren de una vez —dictamino—. Se supone que hoy teníamos que a sentir mejor a Sophie a su familia. De acuerdo.
—ESTA BIEN —mascullaron ambos a la vez.
Sophie sonríe por haber calmado a ambos.
—Ahora que ya estamos en calma —comento—. ¿Bueno que hacemos ahora?
—No lo se. Tu que dices Sam —responde Sophie.
Ella puso esos ojos de traviesa pero también de inocente.
—Que tal si jugamos a las chapadas con niños —comento sonriente.
—No seria tan mala idea —comenta Sophie al seguir la corriente.
—Yo no voy a jugar con esos niños —protesta Mikha—. Ya soy lo bastante grande para jugar juegos de niños.
—A mi me da igual es mi hermano después de todo —musita Alonzo.
—Pues no el mio —menciona Mikha.
—Ya esta decido vamos a jugar. Vamos Sophie —musito al levantarme—. Si no quieres jugar ya tu Mikha —al agarra la mano de Sophie.
—Adiós abuelita —musita Alonzo en tono burlón.
El se paro y se fue al lado de su hermano. Mikha lo pensó y se paro para seguirnos por detrás.
Sophie pregunto amablemente a los niños al momento que pararon de jugar entre ellos.
—¿Podemos jugar con ustedes? —pregunta Sophie a su hermana pequeña.
—Claro que si Sophie —responde Zelanda sonriendo.
Max encogió los hombro.
—Bueno que tal sigamos a las Atrapadas —sugiere Sophie alegremente.
—!!SIIIII!!. —musita Zelanda.
—Entonces vamos. primero le toca Alonzo —mascullo al momento que le tocaba el hombro
—Hey Sam, eso no es justo —se queja Alonzo
—Eres muy lento, Durmount —musita Mikha alejándose para que lo atrapara.
Bueno así comenzamos el juego Alonzo comenzó a correr por todos para poder atrapara a alguien y atrapo a Max primero y el a Zelanda, ella a su hermana, Sophie a Mikha y Ella a mi. Así paramos un buen tiempo.
Luego jugamos a Agua y Cemento en un versus de mujeres contra hombres.
Paso el tiempo volando hasta que estuvo de noche y nos niños se cansaron y entraron a la casa a tomar algo y a comer. Nosotros nos quedamos afuera todavía estamos cansados y sudados.
—¡Diablos! —exclama Mikha—. Eso niños tienen mas energía que nosotros —comenta.
—Ya te cansaste abuelita —musita Alonzo sonriendo.
—!Jajaja! ¡Que bueno tu chiste! ¡Idiota! —exclama Mikha.
—Ya paren los dos —masculla Sophie—. Solo eran un par de juegos.
—Si pero hay que aceptar que ellos tienen mas energías que nosotros —comento.
—Cierto Sam —afirma Sophie.
Todos nos sentamos en escalera del patio a descansar y recuperar el aliento.
—Saben lo que es gracioso de todo esto —comentó.
—Que Sam —musita Sophie.
—Que me siento joven de nuevo —comento con ironía
—Bueno yo si —afirma Alonzo sonriente—. La única se siente fatal es Mikha.
—Callate idiota —espeta Mikha.
—Ustedes ya basta —masculla Sophie.
Al momento nos reímos todos juntos.
Como a las nueve de la noche después de comer algo en la cocina. Mikha se fue a su casa en su auto eléctrico. Alonzo hizo lo mismo media hora después.
Ya la mayoría de los invitados ya se habían ido a casa dejan a mi madre, Becth, Liliana, Zelanda, Sophie y a mi en casa.
A la hora se retiraron a casa Liliana, Zelanda y Sophie. Mi madre y Becth se fueron a sus cuartos al igual que yo.
Cuando entre a mi cuarto aliste la mochila de mañana y después me fui a dormir con la musica bajo volumen.