Casualidades

38. Días de Nostalgia

El domingo siguiente por la mañana Zelanda me vino a buscar a mi casa.

 

Yo aun estaba en baño terminando de bañarme.

 

Al salir del baño, no me doy cuenta Zelanda que estaba en mi cama, viendo el cómics que había dejado en la mesa de noche.

 

Ella se percata y voltea a verme, pero ella se tapa la cara por vergüenza, al verme con una toalla anudada en la cintura.

 

Era de esperarse de una niña de ocho años.

 

- Samy te puede cambiar primero —dice con avergonzada.

 

- !Ups! Lo siento —dije —. No escuchado cuando has entrado a mi cuarto.

 

- Lo siento por no avisar —dice aun con la manos en el rostro —. Pero primero ve a cambiarte

 

- Esta bien —dije —. Ahora vuelvo.

 

Cogí unos vaqueros y una camiseta del armario para ir al baño a vestirme. Me demore un par de minutos y salí ya cambiado, me estaba secando el cabello húmedo con la toalla.

 

- Ahora estoy listo —dije —. ¿Para que has venido?

 

- Bueno a pedir que me lleves a un lugar que he querido ir hace tiempo —dice Zelanda sonriente.

 

En eso me acuerdo que hace un par de meses, le prometí llevar a un lado en particular.

 

- Si —dije viéndola —. ¿Que lugar es?

 

- Pero antes debes cumplir la promesa que me hiciste hace un par de meses —dice seria —. ¿Te acuerdas?

 

- Si claro que si me acuerdo —respondo —. ¿Cual es el lugar donde quieres ir?

 

- Te voy a decir cuando salgamos de la casa —dice bajando de la cama.

 

- Bueno esta bien —dije —. Deja terminar de ponerme los calcetines y las zapatillas.

 

- De acuerdo —dice sonriente.

 

Mientras que yo me ponía los calcetines y las zapatillas. Zelanda se entretuvo con la historieta. Una vez terminado cogí las llaves, la cartera y el móvil.

 

- Ya estoy listo —dije —. Nos vamos.

 

- Esta bien —dice alegremente —. Vamos —al dejar la historieta en la cama.

 

Cuando bajamos mi madre y Becth ya se estaban yendo de la casa hacer las compras semanales. No se percataron al vernos salir con el auto por detrás.

 

Ese día Zelanda me pidió que la llevara al panteón que esta a unos cuantos kilómetros del pueblo.

 

Me extraño que me pidiera ir a ese lugar, donde no voy por varios motivos. Por otro lado me doy cuenta que quería ir a visitar la tumba de su padre.

 

Primero le dije que vayamos al pueblo a la floristería a ella no importo y le dije que escogiera cualquiera que le guste que yo le iba pagar. Ella asintió con la cabeza.

 

Cuando llegamos a la floristería Zelanda recorrió por todos el lugar buscando hermosas flores, la señorita que la atendió fue muy dulce con ella. Y le enseño a escoger varios flores y hacer un lindo arreglo floral no tan grande. Luego me fui a la caja a pagar por la flores. Zelanda agarraba su ramo de flores con cuidado y luego subimos al auto se abrocho el cinturón de seguridad.

 

Ese día había estado soleado con un poco de nubosidad, ya era otoño aun.

 

Tardamos unos veinte minutos en llegar al panteón, el guardián nos hablo en la puerta.

 

- ¿Que desea joven? —pregunta con gentileza.

 

- Hemos venido a vista a una persona —dije.

 

- ¿El nombre de la tumba? —pregunta.

 

- Es Harold Routh —dije al nombrar al padre de Zelanda.

 

- ¿Es pariente? —pregunta.

 

- Su hija quiere visitarlo —dije señalando a la niña de lado.

 

- Esta bien pueden pasar —dice el guardián —. Pero antes ponga su nombre y su firma en este hoja. Cosas de rutina.

 

- Esta bien —dije.

 

El señor me dio el portapapeles con una hoja que registraba las vistas. Puse mi nombre y mi firma para luego entregarle de nuevo. Lo vio primero y dijo.

 

- Bien señor Sannin. Puede pasar disfrute su visita —dice el guardián —. Recuerde que hasta las cinco de la tarde esta abierto el panteón.

 

- Por supuesto no vamos a tardar —dije.

 

- Como diga —dice el guardián.

 

El guardián nos dejo pasar con el auto fui por todo el camino hasta llegar cerca a la tumba del padre de Zelanda. Apague el auto y bajamos de el. Zelanda cogí mi mano y la otra tenia sujeta el ramo de flores.

 

Cuando llegamos a la lapida Zelanda la contempló por un momento.

 

Era la primera vez que venia por que su madre me la dejo a cargo el día del entierro.

 

Veía a la pobre niña caerse de rodilla ante la tumba de su padre, dejo el ramos de flores en la lapida.

 

Me agache para saber como estaba.

 

- Zela te encuentras bien —dije con suavidad.

 

- Si Samy —dice —. Me puedes dejar sola por un momento.

 

- Esta bien —dije —. Estaré esperándote en aquel árbol. De acuerdo.

 

- Esta bien —dice.

 

Me levante del suelo al ver como la niña aun seguía ahí sin decir ninguna palabra.

 

Me fui aquel árbol que estaba a unos pocos metros de distancia.

 

Me senté y recoste viéndolo a la niña hablar en frente de la tumba de su padre y tocando lapida de color negra en el suelo.

 

En eso me acorde el funeral de mi padre estoy con imágenes un poco confusas de aquel día.

 

Primero que mi madre me vistió con un pequeño terno negro, mi madre se mostraba fuerte ya que días anteriores lloraba a mares. Susan estaba con hija de Becth. Ella en particular estaba a cargo del funeral porque mi madre no podía. Su esposo y el padre de su hija solo estuvo presente en entierro. Mi tío Samuel no se entero de la muerte de su hermano mayor hasta semanas después. Ya estaba todo listo mi madre me daba mis últimos arreglos para que me vea bien por decirlo así. El funeral se realizo en una pequeña iglesia estaba a unas cuantas calles del departamento que vivíamos. Yo no mostrar ningún signo de emociones no lloraba, ni me quejaba, solo estaba ahí como espectador viendo su programa favorito. Yo solo asentía con la cabeza las cosas que decía mi madre o un pariente lejano que no conocía. Después de terminar la ceremonia y que los invitados fueran a sus autos para ir al panteón para el entierro póstumo. Decidí ir a ver el ferretero de mi padre solo sentía curiosidad había en ese caja grande y por mi madre se lamentara tanto. Me quede viéndolo ahí por un tiempo sus facciones de su rostro que no expresaba nada en absoluto, estaba vestido por un terno negro, le habían puesto maquillaje en la cara. Al momento que quería tocarlo un hombre me agarro el brazo creo que era Neil, no lo se con certeza pero luego vino mi madre a darme un abrazo y me dijo:



#45250 en Novela romántica
#7252 en Chick lit

En el texto hay: instituto, jovenes, romances

Editado: 14.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.