Catarsis

CAP 2

Al día siguiente se encontró en su bolso un brillo labial sabor a fresa. Supuso que Mónica lo habría podido dejar ay debido a que en una ocasión dejo un tirante de su sostén (el cual obviamente desecho) – Al menos esto podría servirme.
Buenos días – Entro Sky en el salón, para sentarse al lado de su amigo – Brillo labial? Me prestas? – Con indiferencia se lo entrega y ella procede a agregar el producto en sus labios.
A la vez, por la puerta entra Mónica – Hermoso – Saluda y se acerca para darle un beso en la mejilla con propiedad, pero al mirar a un lado nota el objeto en las manos de la castaña – Lápiz labial sabor fresa?.
Me gusto bastante – Valentino lo toma de la mano de su amiga y se lo enseña a la morena – Pero lo puedes tener otra vez si gustas – la chica lo miro sin comprender, pero luego se lo arrebato de la manos.
Bebe, cuando quieras tener algo mío pídelo, oíste? No lo debes robar, PÍDELO – Le dio un golpecito en la cabeza por cada sílaba – Además este es caro – Le sonrió con malicia y se retiró.
Que acaba de pasar? – El chico miraba la entrada anonadado.
No se porque tengo el presentimiento de que alguien te está inculpado de robo – Sky lo miro preocupada – Debemos decirle a alguien, un profesor o hasta el director. Tu nunca robarias – sonaba algo molesto su tono.
Tienes razón, están inculpándome y eso podría acabar con mi reputación – Apoyo su cabeza en la mesa con preocupación – Esto no podría ser peor.

A la hora de la salida, mientras caminaba con su hermana Valentino fue detenido por un profesor – Señor Valentino – Lo miraba con enojo.
Buenas tardes – saludo el chico.
Esto es indignante, no me parece bien que un estudiante tan ejemplar e inteligente como usted haga estas cosas – Levantó una hoja a la altura de su vista, desconocía que había en ello pero era obvio que no iba a ser algo bueno – Ya hablé con sus padres, mañana hablara con el director.
Antes de que el chico pudiera tomar el papel o decirle que desconocía su contenido, el hombre se fue junto con el papel – Valentino que mierda está pasando, primero la gorra de JayJay y ahora esto? Te estás revelando hermanito? – Valentino solo murmuraba maldiciones con frustración – Háblame! Nunca me cuentas cómo te sientes, que pasa?
Ya Julia! – Se miraron en silencio un rato, el chico calmo su semblante – Alguien me está inculpando, lo arreglaré ok? Vámonos – Empezó a caminar dejando poco convencida su hermana.

Valentino tuvo un miércoles difícil, al menos sus padres le creyeron cuando dijo que la nota ofensiva hacia el profesor no la había escrito el, ni mucho menos habérsela entregado. Lo complicado fue hacer que el director le creyera, estaba pesando varias cosas hasta que la campana del receso sonó.
Val? – Decía la chica moviéndolo- Vamos.
El asintió, al salir había bastante gente en el patio, pasaron algo pegados – Disculpen, con permiso – Después de salir de la multitud, se choco con alguien – Oh, lo siento.
Mira por donde caminas poste de luz – Samantha se veía más angustiada de lo normal – No puede ser que me hayan robado en mi cara, estaba aquí! – buscaba algo en su bolso.
Todo b’en? Perdiste algo? – Miraba a los lados y se percató de que su bolso estaba abierto, por lo que lo cerró.
Mi diario de notas, pero que te importa – Se alejó de el.
El chico sin mucho interés se dirigió al baño para poder refrescar su rostro, pero recordó haberse percatado de algo raro en su bolso – Ay no, por favor no… - Tiro el bolso al suelo – Maldición! – En su bolso yacía el Diario de notas de Samantha.

Con mucho cuidado, se sentó al lado de la chica, por suerte su bolso estaba abierto, ella estaba ocupada hablando por telefono, y justo cuando volteo se aseguró de poner el cuaderno allí y retirarse lo antes posible – Valentino? – Muy tarde.
Se dio la vuelta con vergüenza – Perdona Samantha, tu diario apareció por accidente en mi bolso y decidí entregártelo sin molestar.
No sabía que te gustaba robar, supongo que los rumores son ciertos – Lo mira con una sonrisa algo sádica – Espero no hayas leído nada.
No, no, claro qu… - acortó sus palabras en seco y se percató de lo antes mencionado – Rumores?... De mi? – Se señaló con susto.
Adiós ladrón – se despidió con un tono de burla dejando a un muy angustiado chico.
Esto no puede ser cierto.




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