No Es Tan Malo Como Creía.

Tropiezo torpemente con mi maleta mientras intento bajar del autobús, espero unos segundos mientras Emory también lo logra, una vez ya estamos juntas empiezo a mirar a mi alrededor, hay niños y niñas de todas la edades, bueno, más o menos desde los cinco años, no hay muchas personas que parezcan de mi edad, de hecho, creo que por el momento solo estamos Emory y yo.

¿Qué clase de vacaciones quería mi madre para mí? ¿Pretendía que me la pasara jugando con niños de cinco años? ¿En qué me metí?...

Una señora de unos cuarenta y algo no me permite seguir cuestionándome, está justo al frente de nosotras mirándonos con curiosidad pero con una pequeña sonrisa, parece amable.

— ¿Summer Lawrence y Emory White?— Cuestiona y Emory y yo asentimos a la vez.— Bien, por acá.

La seguimos con nuestras maletas en mano y frunzo el ceño cuando entra a una cabaña pero que dentro parece una oficina.

— Soy Lily Hoult, pero, me pueden llamar Lily.

— Yo soy Emory.

— Y yo Summer.

— Ustedes serán las chicas que nos ayudarán con los chicos ¿no?— Pregunta Lily.

Emory y yo nos vemos una a la otra sin saber que contestar, Emory solo se encoge de hombros y ruedo los ojos.

— Tu eres la hija de Verónica y ella tu amiga ¿no?— Vuelve a preguntar.

— Si señora.— Contesto.

— No es necesario que me digas señora.

— Está bien.

— Bien, pues ustedes dos nos ayudarán con los chicos, tendrán las mismas actividades que ellos pero estarán más pendientes de su organización, igualmente, no se preocupen, no son las únicas.— Unos segundos después suenan dos golpes en la puerta de madera.— Ahí están. Madison, Kenzie, sigan.

La puerta se abre y aparece una chica rubia y otra pelirroja.

— Ellas son Summer y Emory— Nos presenta Lily y la rubia nos ofrece una sonrisa amable y la pelirroja nos saluda elevando las cejas e inclinando la cabeza hacia arriba como un gesto. Creo que no somos de su total agrado.— Ustedes dormirán en la misma cabaña, las cuatro serán las líderes en los equipos de los niños y los chicos serán los líderes de las niñas, como todos los años.— Dice dirigiéndose a Madison y Kenzie, estas asiente.

— Yo soy Kenzie Grey y ella es Madison O‘Neill— Aclara la rubia.

— Bien, vamos.— Dice Madison haciendo un gesto para que la sigamos, Emory me empuja con su brazo para que las siga y yo ruedo los ojos, pero lo hago.

Llevar una maleta de ruedas por el pastizal es algo incómodo, sin embargo, lo logro, Kenzie abre la puerta de la cabaña y la primera en entrar es Madison y después ella.

— Esa es mi cama, nunca vayan a tocar mis cosas.— Advierte Madison una vez Emory y yo entramos.

Aunque la cabaña parece pequeña, no lo es. Hay cuatro camas, no muy grandes pero tampoco diminutas, podrían dormir dos personas en una sola si tienen la capacidad de permanecer toda la noche en la misma posición.

— Y esa es la mía.— Avisa Kenzie señalando la cama que se encuentra al final, al lado de una ventana, y al lado de la que anteriormente señaló la pelirroja.

Emory no espera ni un minuto y deposita sus cosas en la primera cama que está más cerca a la entrada de la cabaña, entonces, a mi me corresponde ubicarme en la cama que está en medio de Madison y Emory.

— ¿No habían venido nunca?— Cuestiona Kenzie y mi mejor amiga y yo negamos con la cabeza a la vez.

— Si lo hubieran hecho, nosotras lo sabríamos, llevamos cinco años asistiendo a este campamento y nada cambia, la competencia sigue siendo los Ainsworth y las insoportables siguen siendo Jessica y Raquel.

— ¿Jessica y Raquel?— Cuestiono.

— ¿Los Ainsworth?— Cuestiona Emory al tiempo y, Kenzie y Madison ríen.

— Jessica y Raquel son hermanas y están obsesionadas con los Ainsworth, entonces, sucede que Mad y yo por cuestiones de organización del campamento usualmente estamos con ellos y pues estamos acostumbradas a escuchar sus insultos, claro que no nos desgastamos en contestar.— Explica Kenzie.

— Habla por ti, para mi no es un desgaste... Ah y sobre los Ainsworth, bueno, ellos son los hijos de Lily, llevan toda su vida pasando sus vacaciones en este campamento, son cuatro: Mason, Liam, Jake y Felipe. Son los encargados de las niñas, son los que mencionó Lily hace un momento.

— Pensé que aquí sólo habrían niños, pequeños, es lo que alcancé a ver cuando llegamos.— Digo.

— Oh no, la cantidad mínima es seis años y la máxima es diecinueve. Nosotras no entramos ahí, no somos propiamente integrantes de los equipos. Hablando de eso ¿cuántos años tienen?— Pregunta Kenzie.

— Dieciocho. Los cumplí hace un par de semanas— Contesto.

— Igual, los cumplí en Abril.— Dice Emory. 

— Veinte, igual, en Abril.— Contesta Madison.

— Dieciocho, ¡cumplo diecinueve en cinco días!— Dice Kenzie emocionada.

— ¡Tenemos fiesta el sábado!— Exclama Madison en el mismo tono.

Creo que ya con la pequeña conversación que hemos tenido sé lo suficiente para ser “nueva” por acá, solo espero no meterme en problemas y, menos en mis vacaciones.