Cavami

Capítulo 1: Tempestad.

Michael.

Tras la muerte de mi padre hace 3 años fui a vivir con mía en Londres, durante ese tiempo estuve separado de mis hermanas y de mi madre, ahora que estoy de vuelta me asusta llegar de nuevo a casa. Es un día soleado en Nueva York, sin embargo, el clima puede ser impredecible como lo que puede pasar.

Soy el hijo mayor de Anais Hastings, una diseñadora de modas muy conocida en la ciudad, después de mi nació Cambry y por último Valery.

Mi familia siempre ha representado grandes expectativas, grandes objetivos que hemos debido cumplir, al vivir con mi tía todo era más sencillo, deje de esforzarme por complacer a mi madre, por querer ser el mejor y resaltar, empeche a pensar en mí, en lo que soy, eso me hizo cambiar bastante.

"Mansión Hastings", leo el letrero de entrada a casa, podía sentir como una tormenta se avecinaba, el taxi se detiene frente a la enorme puerta, mi hermana Valery se encuentra esperándome ansiosa.

- ¡Hermano! - Me saluda feliz al verme bajar del auto. - ¿Cómo estuvo el vuelo? - Me pregunta ayudándome con las valijas. –Val, estuvo bien, ¿Está mamá y Cambry? - Hace una negación. –Están en Hastings, Cambry la ayuda para una nueva línea de verano. - Entramos a casa, llevamos las valijas a mi antiguo cuarto. –Está como lo dejaste. - Dice ella con una sonrisa.

- ¿Cómo están las cosas con Cambry? - Toma asiento en la cama mientras empiezo a desempacar. –Aún te culpa por lo de papá, pero aún te quiere, debes dejar que todo sane a su tiempo. No sé si tres años lejos hayan sido suficientes.

El Día en que murió papá fue un día gris, una fuga de gas causo una explosión. Pasamos un fin de semana a las afueras de Washington, llevábamos dos días en una pequeña cabaña, la última noche Valery y yo estábamos en el lago dando un paseo en canoa, mi padre y Cambry estaban dentro, mamá nos llamó para ayudarle a preparar la cena; Valery y yo entramos entusiasmados, papá fue al sótano para encender la caldera, no lo sabíamos, pero había una fuga de gas, y yo encendí la estufa provocando que el sótano se incendiase.

Al principio también me culpé, con el tiempo entendí que no era mi culpa, fue un hecho aislado que coincidió conmigo, tarde en superarlo, pero acá estoy de regreso como prueba de ello. Tocan a la puerta de la habitación. –Pasa. - Dice Valery, dejando entrar a una chica de nuestra edad con unos pasa bocas en mano. –Hola, soy Zoe, debes de ser Michael. -Asiento saludándola y presentándome. –Zoe es la chef de la casa, también es compañera de clases de nosotros.

Quizá me había equivocado y no habría tormenta, estar con Valery es como un día soleado, calmado, pacifico. Pudimos hablar durante horas, fue lindo poder reconectar con mi hermanita, me contó que está en clases de pinturas desde hace un par de meses y que eso le ha permitido conocerse mejor.

Esa noche Zoe preparaba la cena cuando mamá y Cambry llegaron, fui a saludar a mamá quien me recibió feliz, pero no vi a Cambry, ya había subido a su habitación, después de hablar con mamá sobre el viaje y sobre mi tía decidí subir al cuarto de Cambry; toqué a su puerta, tardó unos minutos en abrir. –Hola...- Nos abrazamos, me pidió pasar. –Tardaste en volver, nos dejaste solas.- Dijo entre dientes. –Lo siento Cambry, debía hacerlo, ya no podíamos estar en el mismo lugar, no quería que nos termináramos odiando. - Digo acercándome ella, pero retrocede. –Ese fue tu error, irte. 




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