Capítulo 3. Retrato de una niña, Valery, con una taza de café.

Valery.

Tras la muerte de mi padre encontré refugio en el arte, mi madre me inscribió en clases de pintura y con el tiempo me volví muy buena. En mi segundo año de pintura conocí a Gael, con el tiempo se volvió un gran amigo, y al pasar los años empecé a tener sentimientos por él, sin embargo, él no lo sabe, aún no he tenido mi primer novio, quisiera que fuese él, pero no seré yo quien tomé la iniciativa. Gael es tres años mayor que yo, se graduó el año pasado y cuando lo hizo creí que dejaría de verlo, pero este año empezó a dar clases de pintura acá mientras estudia historia del arte. Así que con Michael de vuelta hice que nos inscribiéramos en esta clase, así no estaría sola.

El día de hoy pintamos una obra de Carl Crhistian Hensen, yo escogí; Retrato de una niña, Elisa, tomando una taza de café. Creo que me puede reflejar en esa joven, soy la menor de mis hermanos, soy a la que ellos quieren cuidar, por eso tratan de llevarse bien, mientras yo solo los observo como aquella niña.

Al terminar la clase Gael se acerca con una sonrisa mientras Michael habla de lo mal que quedó su pintura. Gael queda asombrado al ver mi pintura. -Es increíble que siempre me sorprenda tu arte.- Dice detallando las pinceladas. -He tenido buenos maestros, espero te vuelvas uno de ellos.- Digo con un poco de sarcasmo y él ríe. -Te presento a mi hermano Michael.- Michael lo saluda estrechando su mano.

Michael y yo salimos de clase. -Me da gusto que Cambry y tu se estén llevando mejor, me gustó que hoy viniéramos juntos.- Digo entusiasmada. -Sí, también me gustó, espero que todo salga bien con todo lo que ocurre.- Dice él desanimado, le miro preocupada. -¿A qué te refieres?- Hace una negación, diciendo que no me preocupe, pero se cuando algo le molesta a Michael, desde pequeña sabia cuando algo le afligía. -Debo ir a clase, te veo luego Val.- Se despide mientras llego a mi casillero y veo a mi amiga Alex acercarse. -¡Vale! Te buscaba, Jordan quiere invitarnos a una cena Palmrose para darle la bienvenida a tu hermano.- Dice confundida.

Michael cuando era pequeño fue muy amigo de Jordan, cuando Michael se mudó empezó una amistad conmigo llegándose a convertir en mi mejor amigo. -Eso suena genial, dile que cuente conmigo.- Saca su celular y le escribe un mensaje. -¿Cómo ha sido su regreso?- Pregunta. -Supongo que bien, lo he notado algo disperso, pero bueno, al menos Cambry ahora le habla.- Digo mientras guardo mis libros y cierro el casillero, empezamos a caminar a la siguiente clase y al entrar veo a lo lejos a Jonas hablando con Michael, Michael intenta irse pero Jonas lo toma del brazo, al final Michael se va dejándome intrigada por lo extraño del suceso.

Esa tarde Michael, Cambry y yo acompañamos a mamá a Hastings. Al entrar Michel se veía maravillado. -Ha cambiado bastante. Madre, has hecho un gran trabajo.- Dice orgulloso. -No ha sido sola, tus hermanas han ayudado bastante últimamente, Cambry se ha encargado de ayudarme a gestionar eventos y Valery se ha prestado para que Bruse pruebe vestido en ella, ¿En qué ayudarás tu ahora que volviste?- Dice mi madre mientras llegamos a su oficina. -Es genial lo que han creado en estos años, pero no ayudaré en nada, no aquí, sí quieres que ayude con los gastos en casa buscaré un empleo, pero no me veo trabajando aquí.- Dice Michael algo nervioso. Mi madre lo ve furiosa. -Chicas, déjenme con su hermano un momento.- Cambry y yo salimos sin creer lo que había pasado.

-No debió decir eso.- Dice Cambry molesta. -Si regresó para molestar a mamá, no debió volver.- Continua, la miró sin entender y le preguntó de qué habla. -Michael me dijo que ahora que volvió no piensa seguir obedeciendo a mamá, o no como antes.- Dice disgustada, la puerta de la oficina de mamá se abre y Michael sale enojado mientras nuestra madre nos llama a Cambry y a mí, las dos entramos. -Madre, ¿Qué pasó?- Ignora mi pregunta y continúa hablando. -Necesito que organicen sus horarios para que me ayuden acá desde la próxima semana, Bruse ha terminado los vestidos que diseñé y necesito hacer pruebas.- Ambas asentimos.

Migue Buitrago: Al salir de allí me dirigí a Mirror coffe, donde me esperaban Jordan, Alex y Gael. -Hola, ¿Cómo va todo? Lamento llegar tarde.- Saludo mientras tomo asiento. -Jordan tiene todo listo, así que nos vamos, no queríamos que Gael se quedara solo.- Alex y Jordan toman sus cosas y se despiden. -Pedí tu café con vainilla.- Dice él parándose por él, al regresar toma asiento y saca de su mochila una carpeta, la abre y me muestra varias de sus pinturas. -Gael, son hermosas, ¿cuándo las hiciste?- Digo emocionada mientras me observa. -Las tengo listas para las clases, ahora que debo prepararlas con anticipación he terminado varios proyectos que tenía frenados.- Dice buscando una y me la pasa, es un retrato mío. -Lo hice la última vez que estuviste en casa.

-Esta hermoso...- Digo maravillada, me quedo viéndolo, Gael es un chico alto, piel pálida, cabello oscuro y algo largo sin pasar de sus hombros. -¿Cómo estuvo la reunión con tu madre?- Pregunta tomando café. -No lo sé, mi madre y Michael discutieron, siento que están pasando cosas que aún no sé.- Digo molesta. -Calma, todo se irá resolviendo con el tiempo.- Dice tomando mi mano, sonrío y le pregunto cómo ha estado el mundo universitario. -Es abrumador, pero conocí a una chica, se llama Mila, viene de Atlanta, es muy dulce.- Dice con una sonrisa, pero no podía no sentir algo de celos por sus palabras. -Iré a cenar con ella hoy, ¿te gustaría venir? Así la conocerías.

Hago una negación, pero no es suficiente. -¡Por favor!, Debes ir, siendo sincero me asusta un poco ir solo, llevo mucho tiempo sin tener una cita.- Acepto sin dejar de pensar en qué es una mala idea. -Genial, gracias. Eres la mejor amiga que puedo tener.- Sonrío abrumada.

Esa noche Gael llega a casa por mí, subo a su auto saludándole. -Bien, cuéntame a donde iremos a cenar.- Pregunto abrochándome el cinturón. -Pensé en un lugar nuevo que abrieron en Astoria, lo verás cuando lleguemos.- Dice emocionado. Llegamos a un lugar llamado "Mal tercio", me hace pensar que es una broma de mal gusto, unos minutos después llega ella.