Cayendo en tí

Parte 1

 

Escucho su risa y es lo más hermoso que he escuchado en toda mi vida, a pesar de los años que he estado escuchándola aún tiene el mismo efecto en mí, me hace feliz, él me hace sonreír. Sé que trata de ser fuerte por todos nosotros, desde que su padre murió él ha sido lo único que nos mantiene unidos, nuestro líder pero ese es un peso que un chico con un corazón tan puro como el corazón de Nerium  no podría soportar, ruego que la diosa algún día note lo perdidos que estamos sus hijos al ser dejados aquí, en un mundo donde todos compiten por ser el mejor y donde el amor es un cuento que solo puedes encontrar en un libro.

- ¿Qué piensas?- escucho que pregunta.

Abandono mis pensamientos y lo miro, sus ojos de un tono verde claro me ven con adoración y no puedo evitar besar esos labios que han recorrido mi cuerpo hace unas horas, acaricio su pecho por unos segundos sin saber si debo decirle mis preocupaciones, han desaparecido cuatro de los nuestros ¿Qué sucederá si alguien nos está cazando? Nuestra regla era no luchar contra ellos ¿cierto? no queremos ser los malos aquí.

- Prométeme que nunca harás lo que hizo tu padre.- le pido.

Su sonrisa desaparece.

- Rose…- lo interrumpo.

- No puedo perderte, no puedes morir primero que yo, no puedo verte morir, eso sería el peor de los castigos, lo sabes.- le digo con desesperación y angustia.

- Es inevitable, si ellos descubren quienes somos de nuevo, debo hacerlo, por eso estoy aquí.- me dice con dulzura.

- Pero…- me interrumpe.

- No seas egoísta, si te veo morir seria el final de todos nosotros, no podré controlarme y destruiré este mundo, el siguiente y todos los demás porque no estás ahí.- me dice.

- Exagerado.- digo golpeando su pecho, sonríe.- lo digo en serio.- digo.

- No puedo prometerlo.- me dice.

- Pero Nerium…- acaricio su mejilla.- ¿Por qué no podemos vivir con normalidad?- pregunto.

- Porque no lo somos, mi reina.- dice tomando mi mano y besándola.-  te prometo que sin importar que suceda, mantendré a nuestro hijo a salvo ¿feliz?- pregunta.

- Mantente a salvo, idiota.- digo con una sonrisa, beso sus labios.

Acaricia mi espalda con su mano y lentamente sube mi vestido suelto, dejo de besarlo cuando algo cae en mi espalda, me rio ruidosamente cuando veo caer pétalos de rosas desde el cielo, lo miro con una sonrisa y  lo abrazo con todas mis fuerzas.  Huelo su piel sintiéndome en casa, él es mi casa y nunca voy a olvidar eso ¿cierto? sin importar cuántas vidas pasen, voy a buscarlo a él.

Nos separamos cuando escuchamos un disparo, lo miro asustada y nos ponemos de pie de inmediato, lo veo vestirse con rapidez y luego toma mis manos, estoy asustada ¿Qué haremos? Una lágrima cae por mi mejilla al ver ese tono dorado en sus ojos y ese aroma que reconozco de inmediato.

- Quédate aquí.- me pide, niego llorando.

- Por favor, te lo ruego.- digo sujetando su camisa.- ve por nuestro hijo, olvida a todos.- le pido.

- No puedo.- dice dudando, escuchamos más disparos.- debo…- lo interrumpo.

- No…- digo decidida.- no morirás.- digo con seguridad.

- Rose…- lo interrumpo.

- ¡Salva a nuestro hijo!- le grito golpeándolo en el rostro, retrocede.- Nerium, ve por él.- le pido.

Duda por unos segundos, mira hacia donde queda el rio y suspira, ahí es donde están todos los niños.

- Te amo.- dice mirándome.

Se acerca a mí y besa mis labios, escucho los disparos más cerca y muchos gritos.

- Incluso en otra vida.- le aseguro.

- No olvides buscarme amor.- me pide.

- Nunca lo haría, volveré todas las veces que sea necesario.- digo antes de alejarme de él.

Me mira por última vez antes de correr en busca de nuestro pequeño, me giro y miro hacia donde se encuentran las cabañas de nuestro pueblo, camino hacia ahí sintiendo que esa fue la última vez que lo vi ¿lo fue?  Miro hacia el cielo azul y lloro.

- Por favor, Cibeles.- ruego.- ayúdame.- digo llorando.

Dejo salir mi aroma sintiendo que me duele, no soy tan fuerte como Nerium, no puedo lograr lo imposible pero al menos ganaré tiempo, solo unos minutos hasta que salve a esos niños. Empiezo a correr y al llegar veo cadáveres en el suelo, me acerco corriendo a una mujer que llora con desesperación, veo sangre salir de su abdomen.

- Tranquila.- le pido, pongo mi mano en su frente.

Poco a poco deja de respirar y trato de no sentirme culpable, ellos no pueden saber que somos.  Veo a mi hermana correr hacia mí y sujetar mi mano, corremos de vuelta al bosque, suelta mi mano pero me mantengo corriendo a su lado, veo a muchos de nosotros correr, una piedra se entierra en mi pie y duele pero lo ignoro, debo llegar al rio, cuando nos acercamos puedo ver que no hay nadie, Nerium pudo llevárselos de aquí y eso me hace sentir aliviada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.