Cayendo en tí

Parte 5

 

Muevo el tenedor en el plato ruidosamente con aburrimiento ¿podría ser más incómodo y aburrido? No lo creo, ahora estoy rodeada por personas que me miran como si fuera a lanzar una granada en cualquier momento y es molesto, todos parecen amigables, pero puedo reconocer a alguien que pretende de inmediato y todos lo hacen, han dicho comentarios bastantes insultantes hacia los humanos y eso hace todo más extraño, pensé que serían personas buenas, amigables… como Nerium pero no, él parece ser la oveja negra de su especie.  Luego de que regresaran del aeropuerto, fueron al sótano algunos de los hombres y sacaron una gran mesa, algunas sillas y pusieron todo en el jardín trasero, para que la cena fuera bajo el cielo nocturno, parecen celebrar estar juntos de nuevo, pero por lo que he podido escuchar solo están los mayores aquí aunque luzcan de menos de 50.

Dejo el tenedor en mi plato y alejo mis ojos del mismo, observo a las personas que ríen y comen con alegría, simplemente siento que las odio sin conocerlas y todo porque sé que hacen aquí, que escondido en esas sonrisas hay oscuridad, hipocresía y creencias que son un poco extremas para mí.  Miro a la persona que se encuentra en mi lado derecho y noto que él también se encuentra en silencio, no sonríe y  eso es extraño, debería estar feliz y a pesar de que ya no luzca enfermo, puedo verlo morir por dentro ¿Por qué puedo leerlo tan bien?

- ¿Podrías pasarme la sal?- le pregunto a Nerium, me mira de inmediato.

- Por supuesto.- responde.

Hace lo que le pedí y luego le agradezco, empiezo a poner sal en mi comida mientras todos me miran, no me detengo por unos largos segundos y sé que ya no voy a comerme esto, ni siquiera sé que estaba comiendo, parece pasta pero no creo que lo sea o quizás si, al menos sabía bien pero es algo que no diré, al contrario.

- Fue un lindo detalle que hicieras la cena, Agnes.- digo con una sonrisa, la miro de inmediato.- pero le faltó un poco de sal, sabor y no celebrar por la muerte de uno de los tuyos.- digo restándole importancia.

- Mary…- escucho a Nerium decir mi nombre, lo miro de inmediato.

- ¿Qué?- pregunto antes de ponerme de pie.-  creo que voy a caminar un poco, continúen celebrando, disfruten el vino.- digo moviendo mi silla.

Suspiro y camino hacia la casa, los escucho empezar a hablar sobre mi desde que me alejo lo suficiente, pero no me importa, ninguno de ellos lo hace, quiero golpear a cada uno de ellos, no debería sentir que esto es personal, pero lo hago, eso me molesta, sentir que es mi pelea y debo ganar, debo hacerlo. Al salir de la casa, no puedo evitar sonreír al ver las rosas en el césped del frente, cuando todos descubrieron lo que hice estuvieron muy molesto porque estaba arriesgándome a que alguien me viera y eso fuera un desastre, esas personas que nos buscan podrían encontrarnos, pero eso parece el menor de mis problemas ahora.

Desde que desperté no siento frio y eso es extraño, supongo que es porque la temperatura de ellos es más alta que la de una persona normal, siento calidez todo el tiempo y debo decir que me estoy acostumbrado a estar descalza cuando eso era algo que odiaba, odia sentir suciedad en mi cuerpo, en mis pies, pero ahora ¿Qué importa?  Voy a hacer lo que quiera, ya que al final voy a olvidar…

- Mierda.- susurro caminando en la acera, sigo camino lentamente y veo las luces dentro de las casas.

 Miro el cielo y sigo caminando, la brisa de la noche mueve mi vestido pero no me preocupo por sujetarlo, incluso mi cabello ahora peinado un poco, fue difícil controlar esos rizos, tenía días y al parecer semanas que no hacía algo con ellos ¿me preocupo por mi cabello? Eso era el trabajo de alguien más antes de venir aquí. ¿Por qué tuve que ver esto como algo personal? Como un reto, debo dejar de hacerlo porque cada vez que él aleja sus ojos de mi ahora, siento que quiero saltar encima suyo ¿Será porque ahora soy una adelfa? ¿por eso mi atracción se siente más fuerte? Sé que él puede notarlo, lucho para no tener que sentarse a mi lado, todo el mundo lo noto.

Dejo de caminar y decido regresar, al girarme en la cera me sorprende ver a Áyax detrás de mí a pocos metros,  camino hacia él con curiosidad al ver que tiene una bolsa plástica en su mano, me la entrega y eso me confunde, es una caja de zapatos, al abrirla veo unas sandalias de color negro, tienen un hermoso lazo en la parte delantera, es de color rojo.

- ¿Qué es esto?- le pregunto.

- Son unas sandalias ¿no lo ves?- pregunta con molestia.

- Por supuesto que lo hago.- respondo con la misma actitud.- ¿compraron esto para mí?- pregunto.

- Mi padre lo hizo.- responde.- olvide entregártelas cuando regresamos.- me explica.

- Gracias, supongo.- digo antes de agacharme, me pongo las sandalias y me quedan casi perfectas.

Acerco la caja a mi pecho y el silencio nos envuelve ¿ahora que dijo? ¿Por qué no deja de mirarme? Cuando voy a decir algo mis palabras quedan atrapadas en mi garganta cuando sus brazos me envuelven sorprendiéndome, siento su cuerpo temblar ¿Qué sucede? Toco su espalda con mi mano y suspiro ¿Qué es esto? no estoy acostumbrada a esto. Deja de abrazarme y luce incomodo,  abre su boca pero duda antes de hablar, al fin habla.

- Yo…- se detiene.- sabía que algo sucedía cuando él te miraba como su todo, al final era porque eres parte de ella.- me dice.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.