Parte 4

Llevo el vaso de coñac  a mis labios y vuelvo a tomar otro sorbo, me encuentro un poco mareada y solo puedo decir que… no me gusta lo que siento, no me gusta esto.  Miro a Mark y este solo observa el vaso en sus manos sin decir nada ¿Por qué se ven tan destrozado? ¿Yo hice eso? Sujeto su mano  y me mira de inmediato, sus mejillas todavía se encuentran enrojecidas, sus ojos azules me miran como siempre a pesar de que he estado engañándolo por años, es increíble lo lejos que puede llegar la bondad de alguien ¿Cómo puede perdonarme?

- ¿Cómo lo supiste?- pregunto.

Lo veo suspirar.

- Tú celular.- responde con obviedad.- yo siempre compro tu celular y me he asegurado de saber dónde estás, en caso de que me necesites.- dice.

- Esto no debió suceder.- empiezo a decir.- todo esto no debió suceder,  eres un buen hombre Mark y en realidad estoy orgullosa de todo lo que eres, eres increíble...- me interrumpe.

- Pero no es suficiente.- me dice de inmediato.

- Ese es el problema.- digo.- ¿Cómo puedes darlo todo  y yo atreverme a decirte que no es suficiente? Debería serlo, esto… no está bien y no voy a permitir que me perdones tan fácil, grítame si debes hacerlo.- le digo.

- No voy a lastimarte.- me dice.

- Pero permites que yo te lastime.- digo con molestia.- en realidad no me importa a quien debo destruir para estar bien pero tú, eres tan bueno y no debes sentir que debes quedarte conmigo por los años vividos.- le digo.

- No voy a dejarte.- me dice.- no después de todo lo que hemos pasado, esto solo fue un…- lo interrumpo.

- No es la primera vez.- admito, me mira sorprendido.- ¿Crees que London fue el primero? Ni siquiera recuerdo que numero tiene en la lista.- digo.

- Eres…- se detiene.

- Dilo.- le pido.

- Horrible.- finaliza.- sabía que no me amarías como yo te amaba y estaba bien,  no me importo,  pero…- se detiene.

Se pone de pie y deja caer su vaso, se rompe en muchos pedazos y lo veo caminar hacia la puerta, se detiene y toma su chaqueta, no mira atrás y simplemente sale de la habitación. Me quedo sentada en silencio y luego me bebo todo el contenido de mi vaso, camino hacia donde se encuentra la botella y la acerco a mis labios, tomo un largo trago  y termino tosiendo por el ardor en mi garganta.

- Ese maldito ni siquiera puede insultarme.- susurro con molestia.

Cierro mis ojos al sentirlos arder ¿voy a llorar? Que patético, sollozo ruidosamente y lloro, no lloro por haber destruido mi matrimonio, solo lloro porque no lo he hecho en años y siento que quiero hacerlo, quiero llorar por algo que ni siquiera yo sé  y por la culpa, siento tanta culpa porque acabo de hacer lo mismo que mi padre le hizo a mi madre  y que luego ella le hizo a él, eso me enferma.

Camino hacia el baño y al entrar humedezco mi rostro con el agua, sigo llorando sin poder detenerme  y cubro mi rostro con una de mis manos, por unos minutos las lágrimas son mi único consuelo. ¿Cómo pude hacerlo? A pesar de ver lo mucho que eso acaba de lastimarlo, sé que lo volvería a hacer, sin dudar.

- Deja de llorar.- me pido a mí misma.

Alejo mis manos de mi rostro y miro mi rostro en el espejo, tengo mis mejillas enrojecidas al igual que mis ojos y todo lo que puedo hacer es secar mis mejillas usando mis manos, muerdo mi labio inferior pensando por unos segundos aquellas palabras, aquellas palabras que ahora no puedo fingir que no son ciertas, he ocultado mis sentimientos por años y no me he arrepentido de ello, no puedo arrepentirme de algo que me ayudo a sobrevivir.

Decido salir del baño y buscar mi bolso, al encontrarlo no puedo evitar pensar en llamar a Mark, pero ¿Qué le diría? No voy a disculparme, porque no importa lo mucho que me disculpe, no puedo cambiar lo sucedido, una disculpa no puedo arreglar un corazón roto. Me quedo en silencio y solo puedo escuchar mi propia respiración, mi mente no me deja en paz y repite todos estos años en una serie de imágenes que hace lucir todo como si fui una espectadora en mi vida, me hace preguntarme ¿hice todo eso?

- Estoy jodidamente loca.- digo sorprendida al darme cuenta todo lo que he hecho, tomo asiento en un pequeño sofá que se encuentra en la habitación.

Cierro mis ojos sintiendo que el alcohol empieza a hacer que mi cabeza duela y me sienta más mareada, siento una lágrima caer por mi mejilla sin previo aviso ¿Por qué sigo llorando? ¿Por qué me siento tan extraña?   Me recuesto un poco y vuelvo  abrir mis ojos, seco mis mejillas usando mis manos y sé que debo ser un desastre ¿un desastre? A la mierda lucir perfecta ahora mismo. Me quito mis tacones y acaricio mis pies por unos segundos ¿Quién dice que la belleza no duele?

Frunzo mi ceño al oler algo diferente, un aroma que parece tan conocido para mí pero a la vez no puedo recordar ¿Qué es eso? ¿Rosas? Me pongo de pie sintiéndome confundida, miro la puerta de la habitación como si esperara algo  ¿Qué me sucede? ¡¿Qué sucede?! Debo estar demasiado ebria,   el aroma desaparece de la misma manera que apareció, unos simples segundos y ya no estaba ¿Qué fue eso? ¿Ambientador? No entiendo.

 Me pongo mis tacones, camino hacia la puerta y la abro, miro por última vez la habitación donde mi matrimonio acaba de terminar y no hay nadie a quien culpar… que no sea yo, he aceptado todas las consecuencias de mis actos y seguiré haciéndolo,  cierro la puerta al salir y camino por el pasillo tratando de alejar todo rastro de culpa, pero es difícil, no puedo empujar ese sentimiento de vuelta, porque es mi culpa.

Al entrar al ascensor, presiono el botón del primer piso y golpeo mi tacón en el piso  al recordar que no tengo efectivo conmigo,  maldigo ruidosamente al saber que no puedo controlar esto, no puedo.  Me alejo de mis pensamientos cuando las puertas del ascensor se abren  y de inmediato noto que no es mi piso todavía ¿Qué sucede?  Frunzo mi ceño confundida al no ver a nadie en el pasillo ¿Por qué se detuvo? Vuelvo a presionar el botón de inmediato y cuando las puertas se cierran por unos segundos puedo estar segura de haber visto a alguien ¿estoy tan ebria?