Cayendo en tí

Parte 3

 

 

Sigo leyendo lo que tengo en la pantalla de mi laptop y lucho por concentrarme, es difícil concentrarse en trabajo cuando es media noche y tu mente sigue recordándote el desastre que es tu vida ahora, es muy difícil.  Sigo leyendo lo más rápido que puedo y respondo el correo que he recibido, luego de días sin trabajar, ahora sé lo importante que es tenerme aquí, a pesar de que nada se ha detenido y hemos celebrado con éxito dos bodas, un aniversario y una fiesta infantil, me siento perdida porque usualmente me aseguro de que todo suceda a la perfección y esta vez solo estoy leyendo un simple informe de como estuvo, viendo grabaciones y demás.

Observo mi agenda y muerdo mi labio inferior al saber que el día siguiente de mi cumpleaños debo estar presente en la boda de la pareja más complicada que hemos tenido, la novia es un poco extraña, pero quiere una hermosa boda y eso voy a darle, estoy asegurándome de recibir un hermoso comentario después de todo el alboroto que he tenido que vivir por su culpa. Quisiera maldecir su nombre, pero no lo recuerdo  y solo puedo identificarla por su expediente, suena horrible, pero muchas novias quieren que sus bodas sean organizadas con nosotros y luego cambian de opinión, sería complicado recordar sus nombres, por eso son nuestra pareja dorada, apellido Wood.

Dejo de mirar mi pantalla cuando escucho la puerta ser abierta, miro a Cara observarme con cautela y luego entrar a mi oficina,  pongo toda mi atención en ella y la veo dejar una taza de café en mi escritorio ¿Quién le pidió esto?  la veo mostrarme una pequeña sonrisa y retroceder, cuando está a punto de salir digo su nombre.

- Cara.- digo apoyando mi barbilla en mis manos.

- ¿Sí?- pregunta.

- Puedes irte.-  le digo.

- ¿Qué?- pregunta sorprendida.- no, no tengo sueño y tampoco estoy cansada, quiero quedarme a ayudarla.- su mentira es tan obvia que me hace sonreír.

- Solo vete, quiero estar sola.- empiezo a decir.-    asegúrate de estar aquí mañana temprano.- le digo.

- Si, señora.- dice de inmediato.- ¿todo está bien?- me pregunta.

- Si.- respondo.- solo vete o cambiaré de opinion.- digo.

La veo irse rápidamente y cerrar la puerta.

Cierro mi laptop y empiezo a beber despacio mi taza de café, debo terminar todo esto si quiero tomar ese vuelo temprano hacía Atenas y regresar a tiempo para esa boda, me preocupa que alguien lo arruine de alguna manera.  Me pongo de pie al sentir dolor en mis piernas por estar en el mismo lugar por tanto tiempo, me quito mis tacones y luego paso una de mis manos por mi falda de color blanco,  camino por unos minutos en círculo tratando de relajarme.

- Puedo lograrlo.- susurro dándome el apoyo que necesito.

Vuelvo a sentarme detrás de mi escritorio y vuelvo a abrir mi laptop, sigo trabajando hasta que siento como mis ojos se cierran solos a pesar de dormir media hora en mi auto en la tarde,   golpeo ligeramente mi mejilla y decido que es suficiente, me llevaré mi laptop en mi viaje y terminaré en el avión, debo ir al motel y dormir unas horas antes de preparar todo, esto luce como una locura y es posible que ya este loca, pero ¿Quién es completamente cuerdo? Todos estamos afectados por algo.

Salgo de mi oficina y al salir del local,  siento el frio de la noche golpea mi rostro y me apresuro en subir en mi auto, cierro la puerta y  lo enciendo, cuando empiezo a conducir el cansancio de nuevo empieza a golpearme ¿Por qué estoy tan agotada? No lo sé, podría ser por todo lo que he llorado en estos días o por el simple hecho de que cada noche al verlo en mis sueños, decido que esta realidad es mejor que torturarme con algo que parece tan lejano, él.

Al llegar al motel lo único que quiero hacer es dormir, pero sé que no sería bueno, no es bueno hacerlo cuando necesito estar bien, necesito estar concentrada e ir a Atenas, encontrar lo que debo lo más rápido posible. Al llegar a mi habitación y entrar, el desastre de ropa y cosas en el piso me sorprende ¿es mi desastre? ¿Qué me sucede?  Camino hacia la cama y empujo toda la ropa hacia el piso, me acuesto ignorando lo demás mientras dejo caer mi bolso en la silla más cercana a la cama.

- Estoy tan cansada.- susurro cerrando mis ojos.

Poco a poco el sueño me envuelve y suspiro aliviada,  estoy agotada y quiero descansar, pero parece que no puedo hacerlo, sin importar cuando lo intente. Me cubro por completo con las sabanas y dejo que este silencio me haga sentir mejor,  siento como me voy  quedando dormida lentamente hasta que todo es oscuridad y silencio, al fin, no quiero soñar.

 

Abro mis ojos con confusión ¿Dónde estoy?  Luego de unos segundos reconozco donde me encuentro,  veo el bosque a mi alrededor que sin saberlo se siente tan familiar, escucho risas ¿Quién es?  Camino entre los árboles y puedo oler la tierra húmeda, un olor a flores de muchos tipos, sigo esa risa y dejo de caminar al ver un niño menor de 10 años agachado jugando con el lodo ¿Qué hace? Cuando el niño me ve sé quién es ¿Áyax? Una sonrisa aparece en mis labios al ver esta pequeña versión de él, sus ojos me miran con amor cuando me acerco.

- Hola, mami.- dice su dulce voz.- ¿quieres jugar?-me pregunta.

- Por supuesto ¿Qué haces?- le pregunto. 




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