Cayendo en tu mirada

Capitulo 23

—Mantén la calma que sólo estoy diciendo que estará un tiempo limitado —Dice de forma calmada Fabrizio mientras cierra la puerta de la oficina.

— Namas te voy a decir que va a traerte problemas.

—Calma, quizás sólo fue una mala primera impresión, mi padre dice que es muy amable y atenta.

Si, ya lo creo. Nótese el sarcasmo.

—Valeee, si eso crees, está bien —Obvio si queremos tener arpías en la sede principal ya es tu problema— Sólo que evite fastidiarme, no quiero ser grosera con ella.

—Hablas demasiado, pocas veces eres grosera con alguien.

—Bueno, pero ella me ha tratado de forma despectiva.

Él me mira y su mirada de «Creo que estás exagerando» está plasmada en su expresión. Genial.

Lo fulmino con la mirada y me doy vuelta para ver lo que tenemos en la agenda de hoy. Tenemos sólo dos reuniones y el resto del día lleno de papeleos.

Yupi.

—Emm...

—¿Uhm?

—Jane irá con nosotros al viaje a Berlín. Por mandato de mi padre.

Dejo de anotar datos en la agenda y lo observo esperando una sonrisa burlona o alguna broma.

—¿Quién es Jane?—Digo con curiosidad, no conozco a ninguna Jane, pero su nombre me suena a que es una chica muy increíble.

—Ella —Señala a la chica con cabello rojizo extremadamente liso que me ve desde el otro lado de la ventana con una mirada que podría deducir significa que me odia.

—¿Es una broma? —digo mientras disimulo mi expresión y ordeno lo que está en mi escritorio.

—No, mi padre insistió en esto.

—Nopuedeser ¿Y yo que hice para merecer semejante desgracia? —Digo en español con gran desdicha.

Fabrizio me observa de forma burlona y yo sólo me toco el corazón al recibir la noticia.

No puedo creer que diga esto en serio.

—Lo entiendo, pero es sólo que es un poco... Precipitado

—Gracias por entender —Me dice mientras sostiene mi mano y entonces sonríe y sus hoyuelos resaltan en su sonrisa— ¿Quieres almorzar conmigo hoy?

—Dejame revisar mi agenda —Finjo revisar detalladamente mi agenda y él me mira de forma espectante — Por supuesto.

Me sonríe y yo alzo la mirada y sus ojos grises me miran con cariño y dulzura.

—Eres muy tierno…

—Lo sé.

¿LO DIJE EN VOZ ALTA?

Ahora finge demencia, BUSCA UNA MANERA DE SALIR DE ESTA.

—¿Qué?

—So.

—Ay que maduro.

—Tú sacas mi lado infantil.

—Y no creo que eso te moleste, me amas después de todo.

Me encojo de hombros y él se sienta en su mesa restándole importancia.

Y justo cuando estoy por mencionar que me encontré con su ex mejor amigo aparece la inoportuna.

—Disculpe Señor Moretti por lo ocurrido hace un rato, me sentí muy mal y al ser mi primer día fue muy duro tener una compañera que me trate de esa forma —Dice mientras se lamenta y yo los miro indignada— Pero a pesar de todo mi entusiasmo y ganas de aprender siguen intactas.

Esto último lo dice con una voz tan animada que es sorprendente que le crea por un segundo.

Fabrizio suaviza su mirada y asiente. Ella lo observa de forma coqueta y él no se da cuenta.

Genial, es un tarado. Ahora voy a tener que lidiar con una loca detrás del torpe.

Ella sale de la oficina contorneando sus caderas y su vestido ajustado de color negro resalta en su figura.

Yo prefiero ya no tolerar estas escenas por lo que decido ir a la zona de contabilidad para buscar algunos papeles que me iba a dar Sophia.

Tengo que salir de esta agonía.

No estoy siendo dramática, pero es que en realidad es bastante insoportable esa chica.

¿Lo es? ¿O solo estas así porque se le nota que está enamorada de Fabrizio?

Callate subconsciente, es sólo que es muy antipatica.

¿Oh en serio? ¿Y por qué ya se lleva bien con las chicas del área de diseño?

Porque... Se las quiere ganar obviamente, seguro que está planeando algo terrible como en las historias o en las películas, no me voy a fiar de ella pero ni un pelo.

Obvio que no te fíes de ella, tonta.

Si... Por eso decía.

PAAM.

Y escucho los papeles caer alrededor de mi, un tirón sale de mi espalda y siento el duro piso en mi trasero.

¿Qué?

Jane la bruja.

—¡OH LO SIENTO TANTO! HA SIDO UN ACCIDENTE, LO SIENTO, LO SIENTO —Dice con fingido arrepentimiento y yo sólo puedo pensar en que quizás me quedé sin costillas.

Cierro los ojos y noto que el escritorio al que me empujó mientras estaba distraída se movió un poco, y cuando me intento levantar lo escucho.

—¡Emma! —Dice Fabrizio acercándose a toda velocidad—¿Qué te pasó?

Se agacha junto a mi y me intenta levantar, pero al hacerlo se da cuenta de algo que a mi me deja paralizada.

Mi vestido se ha roto por la parte trasera.

Con razón sentía frío.

Jane sólo se disculpa cada dos minutos y yo sólo ruedo los ojos.

Obviamente lo hizo a propósito, se aprovechó de que estaba concentrada pensando en... Cosas importantes y ¡PAM! APROVECHÓ EL MOMENTO PARA DESHACERSE DE MI.

Fabrizio me toma de la cintura y se quita su chaqueta y me la coloca, me sostiene con mucho cuidado y me levanta.

Algunos chismosos se asoman a ver el espectáculo pero al ver que el próximo jefe está tan serio se alejan o al menos eso intentan, la curiosidad los mata.

Pero como dicen... La curiosidad mató al gato. ¿Por qué lo digo? Bueno no sé, pero algo tendrá que ver con esto, supongo.

¿Qué? Estoy adolorida. Intento no pensar en mis desgracias.

—No sé cómo es que te suceden siempre estás cosas. Emma debes tener más cuidado.

¿DISCULPA?

—No es mi culpa, yo estaba pensando en algo importante y la señorita Wayles me ha empujado.

—¡¿QUÉ?! No, ¿Cómo se atreve? Ha sido un accidente, no la vi.

Y al decir esto, mientras Fabrizio intenta soportar la situación, yo prefiero asentir como si me creyera su cuento de "Yo no fuí".

¿A Fabrizio? Olvidenlo, me causará más problemas a mi que a él.



#32996 en Novela romántica

En el texto hay: destino, romance, metas

Editado: 06.05.2021

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