- ¿Hay información nueva? -me pregunto Karina.
-Por desgracia sí.
- ¿Que sucedió? ¿Hubo más incidentes?
-Claro que hay más, una niña de 16 o 17 se tiro de un séptimo piso, la pobre chica se hizo mierda contra el suelo.
Terminamos de comer y Karina se levantó para darme una palmada en la espalda.
-Ya es hora de dormir.
-Soy un búho mi naturaleza es trabajar de noche
-Bueno lo intente. Hasta mañana.
Me puse en marcha y volví a repetir el proceso de recuerdos pero a excepción de eso todo el recuerdo era distinto, esta vez había dado en blanco.
La niña estaba en la calle caminando junto con un amigo suyo quizá su novio y entonces bingo, entro a un pequeño laboratorio disfrazado de centro de distribución de refrescos desde donde salía la droga a todos lados.
Me pare de la habitación y note que no solo era otro día sino que ya hasta estaba en pleno atardecer.
Busque a Karina por toda la casa pero no la encontré y sus cosas tampoco estaban así que recurrí a la única opción lógica que tenía, le envíe un mensaje por WhatsApp el cual me respondió con un simple "Rente un lugar mientras estabas hecho Piedraman".
Estaba un poco desesperado por salir de la madriguera de perros a la que le decía hogar así que tome mi revolver y corrí hacia el auto donde aproveche a llamar a Tony por teléfono.
- ¿Qué pasa? -me pregunto.
-Tony necesito tu ayuda en la distribuidora de gaseosas.
-Demonios viejo si tú y la Colt Python que tienes no son suficientes debe ser algo pesado.
- ¡Tu ven! -exclame.
-Voy en la moto.
Me estacione un almacén antes del centro de distribución y me acerque a la entrada, me subí la bufanda, tire la puerta de una patada, saque mi revolver y entre.
Varios tipos salieron de una puerta en la parte alta del almacén y yo automáticamente le metí una bala entre las cejas al primero mientras los otros bajaban y ahí comenzó el tiroteo.
Termine de vaciar el tambor de mi revolver terminando con la vida de otros cinco tipos y me quede sin tiempo de recargar, luego saque una pequeña cápsula de plata y mercurio de mi sombrero la cual le despedace en la cara a un hombre lobo igual matándolo.
No tenía más opción que resistir hasta que Tony llegara así que volví quitarme el sombrero y esta vez saque un par de anillos de acero unidos a un par de bolas de plomo por medio de unas brillantes y gruesas cadenas de plata, espere a que se acercaran y entonces las balance y se las estrelle con tanta fuerza al primero que lo mate, corrí y mande a volar el rifle del segundo con un golpe de los plomos y con la fuerza de un giro de mi cuerpo le volé medio cráneo con uno de los plomos de mis cadenas, al siguiente le partí las piernas y ya en el piso lo mate asfixiándolo con la cadena.
Eran demasiados y yo me quedaba sin tiempo así que recordé a David y sus frascos de pociones en la porta balas que llevaba en mi muslo, tome uno y lo quebré en mi mano. No tarde mucho en notar un extraño y sonido y ellos igual.
- ¡Puta madre! -exclame y me lance al piso cubriéndome la cabeza.
De un momento a otro cientos de cuervos hicieron explotar las ventanas dejando caer miles de trozos de vidrio sobre nosotros antes de lanzarse a matar a mis rivales y disiparse en segundos.
Me senté descansar en una esquina y el último de esos tipos me apunto.
- ¿Un último deseo? -me pregunto mientras yo me encendía un cigarrillo.
-Salúdame a tus perras en el infierno-le conteste y entonces Tony le saco el cerebro del cráneo con la ayuda de una bala.
Tony me extendió una mano y me levanto del piso.
-Destruimos su laboratorio-anuncie mientras me tocaba-esto es genial-Tony me jalo del hombro y yo me voltee- ¡¿qué?!
-Gabriel dime que eso no es lo que creo-exclamo mientras señalaba la parte de arriba de una pared.
-Jesús-dije entre dientes y llame a David.
- ¿Hola?
-Tenemos problemas.
- ¿Qué pasa?
-Lo dibujaron David.
- ¿Qué? ¿Qué cosa?
-Lo tienen, tienen el mapa de Urbano Monte.
-Esto debe ser una puta broma, llama a tu chica Gabriel voy para allá.