Érase una vez un mapa

Esperamos hasta que David y Karina llegaran al lugar, tras aproximadamente media hora de espera los vimos aparecer en la entrada.

— ¿Qué pasa? —me pregunto Karina.

—Alguien tiene el mapa de Urbano Monte.

— ¿El qué?

David comenzó a apilar los cuerpos mientras le explicaba a Karina.

—El mapa de Urbano Monte es una prioridad a encontrar por todas las organizaciones desde arquitectos hasta la iglesia-interrumpió David.

— ¿Pero por qué?

—Resulta que ese mapa es el único documento en la historia de la humanidad que muestra la ubicación de ciertos objetos y locaciones.

— ¿Cómo cuáles?

—El arca de Noé—interrumpí—la caja de Pandora, el santo grial, el arca de la alianza, la entrada al Edén, Atlantis, las alas de Lucifer, El dorado, el nido de Quetzalcóatl, la entrada al Mitlan, donde están las tortugas león, todas, todas las reliquias conocidas y muchas otras sin conocer están marcadas ahí.

—Tony, Gabriel, los veré en mi oficina y señorita Karina confió en que no dirá nada hasta que se lo pidamos.

Me subí al auto y di un suspiro antes de encenderlo mientras David borraba el centro de distribución con un enorme incendio.

Maneje hasta el bar y pase directamente hasta la oficina.

—Chicos acabamos de despedazar un laboratorio, espero que estén conscientes de lo que eso significa.

— ¿De qué hablas?

—Vendrán por nosotros hijo, el polvo sigue fluyendo y es nuestro trabajo borrarlo de la faz de la tierra. Ya me puse en contacto con los otros clanes, les advertí del polvo.

— ¿Y qué hay del mapa? —pregunto Tony.

—Aún no sabemos dónde está, cuídense chicos van a intentar tirarnos y si alguien cae solo significara una cosa.

—Guerra.

—Exacto, ahora váyanse.

— ¿Qué hay de la chica? —pregunto Tony.

—Tranquilo Anthony, yo hablare con la señorita Karina—le respondió David.

Salí del bar y me monte en el auto, no tenía ganas de volver a la oficina y de todas maneras no era como que si alguien me esperara así que decidí pasar por un Starbucks; los únicos sobrenaturales que disfrutaban del café eran los ghouls y los elfos, y ya que en su mayoría los elfos no presentaban problemas decidí entrar con el emblema puesto en el sombrero.

Me senté en una de las bancas que había en el parque frente a la cafetería mientras me quitaba el sombrero y bebía mi café.

— ¿Listo para perder? —me pregunto una linda chica castaña que vestía de jeans, blusa verde y gafas.

— ¿Disculpa? —le cuestione.

—Estas son las bancas para jugar al dominó ¿vas a jugar cierto?

—La verdad no lo tenía planeado...pero creo que una partida no hace mal.

Nos pusimos a jugar domino mientras se ponía el sol, cientos de rayos de luz dorada bañaban el lugar mientras dejaban pinceladas color melón en el cielo antes de desaparecer en un cielo negro y lleno de estrellas.

—Es hermoso ¿no? —me pregunto.

— ¿Qué cosa?

—Las luces antes del anochecer, por cierto soy Clarisa.

—Gabriel, mucho gusto.

—Lindo sombrero Gabriel, ¿de qué es?

—No entiendo.

—El emblema ¿De qué es?

—Es de mi organización, nada importante.

—Ah, eres un hombre de negocios, lo supuse por tu ropa...debe de ser una vida aburrida.

—Ja, ja, ja, de hecho soy un detective privado con licenciatura en leyes y si, a veces puede ser aburrido.

— ¿Y qué tal es?

—No sabría explicártelo, ¿qué pasaría si te dijera que hay todo un mundo oculto justo frente a tus ojos, un mundo donde la realidad y la ficción se vuelven uno solo, uno donde la magia y el peligro son tan reales como tú y yo?

—Te diría que suena a que es un lugar entretenido.

—Lo es...oh, mira esto, ya gane.

Me levante y note la vista de Clarisa sobre mí.

—Ya te vas ¿no?

—Me temo que sí, fue divertido—le sonreí.

Clarisa me dio un papel con su número escrito en el.

—Estoy aquí todos los días a las tres de la tarde por si gusta pasar a jugar una partida señor detective-me sonrío antes de irse.

Camine al auto con una enorme sonrisa en el rostro y fui de regreso a casa donde para mi sorpresa estaba la señorita novata.

—Hola—me dijo—Tenemos que hablar.

— ¿Qué pasa?

—No es nada importante.

— ¡¿Qué pasa?! —espete con firmeza.

—Es solo que últimamente me he sentido rebasada por todo lo que pasa a mí alrededor y creo que necesito ser entrenada.

—Está bien, te enseñaré como es el trabajo de campo pero primero dime ¿Qué diferencia tienen los humanos de los lobos, vampiros, ghouls y las demás criaturas sobrenaturales?

—Pues la morfología, la fuerza, la...

—No,estas equivocada, yo te diré cual la verdadera diferencia...