Miguel:
Era medianoche y estaba en el bar del chamán que funcionaba como el encargado de los cazadores de la zona, le estaba dando información importante acerca de algunos laboratorios que hacían una especie de droga, generalmente los otros cazadores y yo solo nos ocupábamos de cosas pequeñas ya que el líder cazador siempre era quien se deshacía de las verdaderas amenazas algo comprensible pues era el más eficaz de todos nosotros pero esto era algo demasiado grande para ellos dos solos.
Tenía entendido que el líder estaba en medio de una misión así que David me explicaba las instrucciones para que se las repitiera a los otros ya que después del líder yo era el segundo más capaz, todo iba normal hasta que varios cazadores entraron sosteniendo a alguien.
— ¡¡¡DAVID!!! —grito un tipo con un cuerpo en sus brazos y un par de chicas que estaban con nosotros lo miraron horrorizadas.
David corrió al cuerpo y lo tomo en sus brazos.
—Dios mío, ¿Tony donde lo encontraste?
—Lanzo una señal de ayuda hace unas horas pero lo encontré así.
Ambos se aproximaron al escritorio y lo acostaron para tomarle el pulso pero con ver los agujeros en su ropa yo ya sabía cómo estaba.
—Gabriel ya no está—dijo David quien me volteo a ver mientras las chicas que estaban ahí se ponían a llorar—Eres el cazador líder ahora.
Voltee a ver al chico frente a mí y entonces me horrorice, Gabriel el líder de los cazadores quien era capaz de exterminar un edificio de ochenta y cinco pisos lleno de necrófagos no solo una sino dos veces, ahora yacía frente a mí con tres balazos en el pecho y no solo eso, ahora me correspondía tomar su lugar.
Ya que era parte del protocolo debía ser yo quien diera las malas noticias, revise su teléfono y marque a los pocos contactos que tenía hasta que llegue a uno que decía Clarisa.
—Hola amor—saludo quien parecía que era la novia de Gabriel— ¿está todo bien?
Las palabras no salían de mi boca solo no sabía que decir ¿cómo le explicas a una chica que su novio murió a balazos?
—Disculpe ¿este es el teléfono de Clarisa?
—Si ¿quién habla? ¿Esto es una broma de Gabriel?
—Lamento decirte que Gabriel ya no está más con nosotros.
Escuche su respiración agitándose mientras entraba en pánico.
—Si esto es una broma te digo que no es gracioso.
—No, no es una broma, lo siento—le colgué.
El cuerpo de Gabriel fue enterrado junto con su equipo a la mañana siguiente, sin ataúd, envolvimos su cuerpo en un vendaje negro y luego lo sepultamos en el cementerio.
Me acerque a David quien me dio una misión.
—Seguimos en esta guerra muchacho, él no, asesina todos los bastardos que se te crucen.
Mire el lugar desde donde Gabriel nos recordaba la mortalidad y le arroje un centavo en pago a su servicio.
Supe desde el primer momento que esta guerra era tóxica y tarde o temprano nos consumiría.