Gabriel:
Caía al vacío, no había nada debajo o encima mí y entonces recordé una sola frase "Siempre hay un camino cuando miras con los ojos de la inteligencia".
Sentí mi cuerpo estrellarse contra una especie de piso, camine hacia la oscuridad infinita que tenía al frente, camine durante horas tal vez días y luego sentí como mi cuerpo se cortaba con navajas era algo horrible.
—Ya no estas vivo el dolor no tiene sentido—me repetí tratando de racionalizarlo pero era inútil.
No podía evitar las navajas ya que a excepción del enorme ojo que me observaba desde las alturas no podía ver ni mi mano frente a mí.
Después de un tiempo deje de sentir cortes y ahora escuchaba miles de chillidos a mi alrededor, sentía como pequeñas criaturas pasaban adelante o detrás de mí para que al cabo de un rato los chillidos se transformaron en grandes y poderosos rugidos en ese momento sentí como mi carne y extremidades eran arrancadas una y otra vez por enormes bestias que yo no veía.
— ¡NO HAY DOLOR! ¡NO HAY DOLOR! ¡NO HAY DOLOR! —grite durante todo el tiempo que pase arrastrándome por el piso para seguir.
Tras varios otros dolorosos lugares me deje caer en ese piso para descansar un rato y luego seguir.
Me levante y entonces se iluminó un camino amarillo bajo mis pies y luego una voz me llamo.
—Hola Gabriel.
— ¿Mago de Oz? —pregunte.
Un hombre con una especie de túnica blanca salió y me dijo que lo siguiera.
— ¿Dónde estamos? ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí?
—Esta es la zona exterior Gabriel, una dimensión ajena al tiempo o al espacio donde residimos nosotros los ángeles, fantasmas o como tú nos conoces "Entes exteriores" mi hogar y el de muchos otros, mi nombre es Bass, estas aquí porque tu alma se vinculó con nosotros en aquella ocasión que nos llamaste.
—Todo es tan oscuro aquí.
—No hay oscuridad aquí Gabriel es solo que tú no puedes verlo—me contesto—en lo que tú ves oscuridad y vacío mis hermanos y yo vemos el adelante, derecha, izquierda y atrás de todos lados, en el pasado, presente y futuro de todo al mismo tiempo y en un instante.
En un abrir y cerrar de ojos todo estuvo blanco.
— ¿Y que se supone que haga ahora?
—Aprender Gabriel, aprender todo.
Bass me explico que aquella no era su verdadera forma sino que era la forma en la que mi cerebro lo representaba mejor luego comenzó a instruirme primero en el arte de la magia incrementando mi potencial a un nivel que nunca hubiera pensado llegar, luego me enseño a pelear, había entrenado C.M.B.T.V.S, Kung fu y Aikido desde mi infancia pero aun así Bass me hacía lucir como un maldito principiante era como una especie de Goku súper listo.
Con el pasar de los años pude comenzar a ver un poco más allá de la oscuridad.
Cada día que pasaba olvidaba un poco de la vida del otro lado de la línea, sabía que era Gabriel ese era mi nombre, sabía que era un cazador pero ya hacía un tiempo que había olvidado lo que aquello significaba, recordaba un nombre, uno que me hacía sentir amor, uno que me hacía sentir querido. Bass se me acerco y me dijo algo.
—Tu alma está siendo llamada de regreso—comento y acto seguido me puso una mano en la cabeza dejándome su pulgar en la frente—continuaras tu aprendizaje cuando vuelvas.
Luego de esas palabras sentí miles de toques eléctricos por todo mi ser y abrí mis ojos solo para ver el cielo azul una vez más.
Me levante de una especie de cama de piedra y tome una mochila con equipo en él, estaba mi revolver y mejor aún, estaba mi sombrero con las cadenas y pociones dentro de él.
Observe la luna creciente en el cielo aunque era de día, varios azacuanes se arremolinaban debajo de ella y luego note la enorme cantidad de vegetación a mí alrededor, estaba en una montaña.
Mire a todos lados y luego un helicóptero salió de la nada a recogerme, me subí en el sin pensarlo siquiera y luego nos dirigimos a un zeppelín donde me recibió una mujer que reconocería donde fuera, era la mujer que me mato.
—Espero que el viaje fuese de tu agrado "Gabriel el cazador" ¿te gusto el infierno? Porque yo estaba a punto de llegar al cielo cuando me trajeron de vuelta.
— ¿Cuánto tiempo ha pasado? —pregunte mientras veía como nos alejábamos de aquella montaña.
—Nos tomó unos días obtener tu cuerpo y prepararlo para traerlo de vuelta.
Me quede algo sorprendido aunque ya me lo esperaba, la zona exterior era atemporal, mil años afuera podían ser solo un segundo ahí o mil años dentro un segundo afuera.
La voltee a ver y le pregunte que hacía aquí.
—Prepárate cazador, este dirigible ahora es tu hogar, aquí entrenarás, comerás y vivirás—anuncio mientras me extendía la mano—Bienvenido a Káiser Gabriel.
Observe como me tendía la mano pero solo la observe, la mire a los ojos y luego le sonreí.
—Y dime ¿Qué es lo que deseas que tu cazador traiga?