Cazador

Chispa culpable

Intentaba averiguar todo lo que pudiera acerca de esta organización y aunque sonara fácil era extremadamente complicado, "¿qué quiero saber? ¿Cómo lo pregunto? ", eran preguntas que pasaban por mi mente en todo momento.

Recorría el zeppelín mientras fumaba en búsqueda de una respuesta milagrosa, una panacea mental.

— ¿Qué pasa chico? —me pregunto Arlequín.

—Nada viejo, es solo que aún no me adapto a esto.

—No te preocupes—dijo mientras se encendía un habano— ¿sabes? En mi primera vida yo fui un sicario para mi manada, el mejor de todos.

— ¿Y cómo moriste? —le pregunte.

—Pues...es algo un poco complicado, teníamos problemas con una manada del otro lado de la ciudad donde vivía, en ese entonces yo tenía una novia me acuerdo de eso, estábamos hablando de un futuro juntos o algo así y entonces un amigo me hablo, me dijo que había problemas atrás de un antiguo súper que ya no existe, ahí había un gran grupo de tipos esperándome, tarde un momento para entender que mi gente me había sacrificado para tener paz.

— ¿Te arrepientes? —pregunte mientras volteaba a verlo.

—No, no me arrepiento de nada. Todos los que fuimos traídos de vuelta tenemos una historia, por ejemplo Tina que era vikinga o algo así o Ismael que estuvo en la segunda guerra mundial.

Ambos nos quedamos en silencio unos minutos, como si simplemente hablar fuese algo innecesario.

— ¿Por qué esta ciudad y no otra?

—No estoy seguro, creo que es porque por aquí se cruzan las corrientes de energía mágica de...

Nuestra conversación fue interrumpida cuando una voz en los altavoces me llamo a cabina.

Una vez en la cabina me topé con nada más y nada menos que el vampiro idiota a quien no pude evitar saludar con un golpe.

Todos en cabina me observaron con sorpresa.

Mientras aquel tipo se levantaba del suelo una mujer alta y rubia se acercó por mi espalda para darme instrucciones.

—Creo que ya es hora de que nos traiga una buena presa señor cazador

— ¿Y cuál sería el objetivo?

—Para llevar a cabo la siguiente fase de nuestra operación necesitamos a una cierta persona, alguien que nos ayudara a entrar a algunas zonas marcadas por el mapa ¿has oído hablar de Dolca?

—Dolca ¿la valquiria? es solo un mito.

— ¿Y qué somos nosotros para las personas comunes? No te preocupes no empezaras desde cero—dijo dándome un pequeño mapa con una ubicación señalada.

Salí de la cabina y vi a Arlequín esperándome.

—déjame adivinar, vas para abajo.

—Obviamente—dije montándome en un helicóptero que estaba por descender—de todas maneras si muero solo tienen que regresarme.

—Oye pero si solo podíamos traerte de vuelta una vez—dijo cuándo el helicóptero empezó a bajar.

—Espera ¿qué?

—Suerte viejo.

El helicóptero nos dejó en el mismo sitio que antes solo que ahora por obra de dios ahora estaba mi auto.

— ¡Mi amor! —Dije mientras corría a abrazarlo—te eche de menos.

Entre en el vehículo y me puse a leer las instrucciones para posteriormente arrancar e ir a donde marcaba el mapa, la equis marcaba una especie de cafetería exclusiva para sobrenaturales en la que se supone el dueño de ella era un viejo brujo.

Me estacione cerca de la cafetería, se veía pacifico, había un hombre picando hielo, gente comiendo paso un rato y luego entre por la puerta de enfrente, sentí como la mirada de todos los sobrenaturales se clava en mi mientras me aproximaba a la barra donde cobraban.

El ambiente era tan tenso y pesado que podía convertir el carbón en diamante, varios de los clientes salieron del lugar y entonces un camarero se me acerco.

—Una coca cola en envase de vidrio por favor—le pedí a un chico de aproximadamente diecisiete años que era el mesero.

Después de que me trajeran la gaseosa me hice estúpido hasta que salieran las últimas personas.

El mesero del lugar se acercó a mí con intenciones de darme la cuenta.

—Quiero ver a Dolca—anuncie al mismo tiempo que el mesero se ponía pálido.

Vi un picahielos aproximándose a mi cara y detuve el brazo del chico antes de que llegara a su destino, tome el envase de mi gaseosa y se lo reventé en la cara, procedí a apuñalarle el estómago con la botella rota que ahora tenía en mi mano y así lo hice una vez y luego otra, y otra, y otra, hasta que sus intestinos se salieron de su abdomen manchando mi mano y comenzó a vomitar sangre.

Camine hasta la oficina del gerente y la tumbe de una patada.

Entre con arma en mano teniendo cuidado de que no hubiera trampas, voltee a ver a todos lados y alcance a ver una nota "Di no a la primavera", revise su escritorio en busca de cualquier pista pero aparte de esa nota y un aviso sobre un niño extraviado no encontré mucho más.

Regrese al comedor y arrastre al mesero hasta la gerencia y me fije en que tenía una pequeña nota en el bolsillo de su camisa "No hagas nada tonto, te veré en la Z.S."

—Aquí el cazador—dije transmitiendo a la cabina del zeppelín—despedacen todas las zonas seguras y áreas neutras, nuestra presa esta atrincherada en una.

Gracias a mi entrenamiento con Bass había aprendido a controlar varios aspectos de la realidad, como darle conciencia y densidad a mi sombra así que mientras salía del lugar ella abría las llaves del gas y prendía las parrillas.

El lugar iba a explotar y ya que estaba prácticamente empapado de sangre no podía solo salir por la puerta así que cruce un espejo y salí por el retrovisor de mi auto.

—Ojala esto valga la pena—dije mientras apenas empezaba a llover.


 



#2205 en Paranormal
#17102 en Fantasía
#3589 en Magia

En el texto hay: misterio, humor negro, sangre y muerte

Editado: 31.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.