Cazadora

Capitulo VI

El primer lunes de noviembre me encontré con Megara de camino a la universidad. El día anterior, el domingo, había tenido entrenamiento especial de élite y estaba agotada. Mi mejor amiga notó aquello pero no dijo nada. Cosa que agradecí mentalmente. Estaba tan casada que no habría podido ni hilar alguna mentira con sentido. Al llegar, fui directa a mi dormitorio en vez de a Mates. Megara no me detuvo pero supe que por su mirada que luego me acribillaría de preguntas. No me importó. Más tarde, después de descansar, tendía la mente más despejada y podría decir algo coherente.

La alarma que puse sonó. El pitido no se detuvo hasta que finalmente, tras varios inútiles intentos, logré apagar el maldito aparato. Al levantarme, completamente descansada tras varias horas de sueño reparador, vi que ya había pasado media jornada y me había saltado la mayoría de clases. Ups. Sin remordimiento alguno, salí de la cama completamente despeinada y me peiné a la vez que me ponía los zapatos. Cuando me vi levemente decente, dejé al habitación y fui hacia el salón de Química. Tras poner una bonita excusa del por qué había faltado durante los primeros quince minutes, pude pasar. Localicé a Carla en la última fila y me dirigí a ella. Supe que me había reservado el asiento al verlo desocupado. Tras sentarme y dejar las cosas, ella habló:

-¿Cansada por lo de ayer?

-Pues claro. Pero pude descansar.

-Si a eso lo llamas saltarte las cuatro primeras horas del día, deberías hacerlo más a menudo.

-Puff, que te puedo decir? Estaba agotada.

-Debo suponer que tras el intensivo tuviste una especializada.

-Supones bien. No pude sentarme hasta las diez y media de la noche. -Carla suspiró.

-Tener especializado después de intensivo es mortal.

-Ya bueno, me gusta el peligro. -reímos levemente y, tras una mirada de reproche de la profesora, presté atención a la clase.

 

 

En medio de la siguiente clase de Filosofía, que no compartía con nadie, me llegó un mensaje. Al notar que era de Megara y que estaba muerta de aburrimiento en Historia, comenzamos a chatear.

Tras inventarme una excusa sobre lo de aquella mañana, hablamos sobre hacer planes el sábado. Finalmente, cinco minutos antes de acabar la clase, quedamos con Carla el sábado a ir de compras.

 

Apagué el móvil y me dirigí a la biblioteca a comenzar con mi investigación sobre los misteriosos sucesos que habían ocurrido. Siempre prefería comenzar la investigación con los libros que en Internet. Le dije a Megara que el día siguiente debía entregar un trabajo y necesitaba ir a la biblioteca. A esas alturas estaba segura de que los hermanos Vrands eran brujos al igual que mi hermano. Pero, aún me quedaban dudas sobre Dereck. Entré y comencé mi búsqueda con la sección de los periódicos viejos. A las 19h, tras tres horas de búsqueda, encontré algo interesante. Era un periódico de hace tres años. Justo cuando Dereck cursaba primero de bachillerato. Sonreí para mis adentros. Tras revisarlo, supe que en un instituto a unos kilómetros de aquí había habido un incendio que se destruyó parte del laboratorio y baños y que habían habido daños bastante graves pero que Hyres había salido, misteriosamente, sin heridas. Ya había oscurecido cuando salé del lugar. Sin miedo alguno, caminé tranquilamente por los iluminados pasillos de la universidad hasta llegar a mi habitación.

 




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