Cazadores de Sombras: Ciudad de los Ángeles Caídos (yeongyu)

Capítulo 15: Beati bellicosi

El interior de la Fundición estaba lleno de guirnaldas de brillantes luces multicolores. Algunos invitados habían empezado ya a sentarse, pero la mayoría deambulaba por el local con copas de champán rebosantes de burbujeante líquido dorado. Los camareros -que, por lo que vio Jake, eran también hombres lobo; el personal que atendía la fiesta estaba integrado en su totalidad por miembros de la manada de Minho- pululaban entre los invitados sirviendo copas aflautadas de champán. Jake declinó la oferta de más de una. Desde su experiencia en la fiesta de Soobin, no consideraba seguro beber nada que no hubiera preparado él personalmente.

Hyunjin estaba de pie junto a uno de los pilares de ladrillo, hablando y riendo con dos hombres lobo. Llevaba un traje ceñido de seda naranja, y su cabello parecía un halo salvaje de mechones rubios enmarcando su rostro. En cuanto vio llegar a Jake y a Bangchan, dio media vuelta.

- Me parece que lo tenía negro cuando salía conmigo. - Dijo Bangchan. - Su cabello, quiero decir.

Jake miró a Bangchan. Contemplaba a su antiguo novio con un deseo tan evidente que, de seguir así, acabaría provocando a Niki y recibiendo un puñetazo en la cara.

- Vamos. - Dijo, poniéndole a Bangchan la mano en la espalda y dándole un empujoncito. - Vamos a ver dónde nos corresponde sentarnos.

Niki, que había estado observándolos por encima del hombro, esbozó una sonrisa gatuna.

- Buena idea.

Avanzaron entre la multitud hasta la zona donde estaban dispuestas las mesas y descubrieron que la suya estaba ya medio llena. Beomgyu ocupaba uno de los asientos y tenía la mirada clavada en una copa de champán llena de lo que probablemente era ginger-ale. A su lado estaban Huening Kai y Soobin, ambos con los trajes oscuros que habían llevado a su llegada de Viena. Soobin jugueteaba con los flecos de su larga bufanda blanca. Huening Kai, de brazos cruzados, tenía la mirada ferozmente perdida en la distancia.

Beomgyu, al ver a Jake y a Bangchan, se puso en pie de un salto, con una clara expresión de alivio en su cara. Dio la vuelta a la mesa para saludar a Jake, que vio que Beomgyu llevaba un sencillo traje de seda de color marfil y zapatos simples dorados. Parecía diminuto. Llevaba el anillo de los Lee colgado al cuello, la plata brillando en el extremo de la cadena que lo sujetaba. Beomgyu se puso de puntillas para darle un abrazo y le murmuró:

- Me parece que Huening Kai y Soobin están peleados.

- Eso parece. - Murmuró él también para responderle. - ¿Dónde está tu novio?

Al oír la pregunta, Beomgyu deshizo el abrazo.

- Vendrá más tarde. - Se volvió. - Hola, Chan.

Él sonrió con incomodidad.

- Me llamo Bangchan, en realidad.

- Eso me han dicho. - Beomgyu hizo un gesto en dirección a la mesa. - Podríamos ir sentándonos. Me parece que en seguida empezarán con los brindis y esas cosas. Y después me imagino que llegará la comida.

Se sentaron. Y se produjo un prolongado y embarazoso silencio.

- Y bien... - Dijo Soobin por fin, repasando con un largo dedo el borde de su copa de champán. - Bangchan, me han dicho que estás con los Praetor Lupus. Veo que llevas uno de sus medallones. ¿Qué pone en él?

Bangchan asintió. Se había ruborizado, sus ojos cafés brillaban, su atención centrada sólo en parte en la conversación. Seguía los movimientos de Hyunjin por la sala con la mirada, sus dedos jugueteaban nerviosos con el mantel. Jake dudaba que estuviese siquiera dándose cuenta de aquel tic. - "Beati bellicosi: Benditos sean los guerreros".

- Es una buena organización. - Dijo Soobin. - Conocí a su fundador, en el siglo diecinueve. Kim Woojin. De una respetable y antigua familia de licántropos.

Huening Kai emitió un desagradable sonido gutural.

- ¿También te acostaste con él?

Los ojos de gato de Soobin aumentaron de tamaño.

- ¡Kai!

- No sé nada de tu pasado, ¿verdad? - Dijo Huening Kai. - No me cuentas nada, dices que no tiene importancia.

Soobin estaba impávido, pero su voz sonó con un oscuro matiz de rabia.

- ¿Significa esto que cada vez que mencione a alguien que he conocido piensas preguntarme si he tenido un romance con él?

Huening Kai continuó con su expresión de terquedad, y Jake no pudo evitar sentir un destello de compasión hacia él; sus ojos dejaban en evidencia que estaba dolido.

- Es posible.

- Conocí a Napoleón. - Dijo Soobin. - Pero no tuvimos ningún lío. Era sorprendentemente puritano para ser francés.

- ¿Conociste a Napoleón? - Bangchan, que aparentemente se había perdido la mayor parte de la conversación, estaba impresionado. - ¿Es cierto entonces lo que cuentan sobre los brujos?

Huening Kai le lanzó una mirada muy desagradable.

- ¿Qué cosa es cierta?

- Kai. - Dijo Soobin con frialdad, y Beomgyu miró a los ojos a Jake, que estaba en frente de él en la mesa. Los ojos de Beomgyu estaban abiertos de par en par, su marrón intensísimo, su expresión alarmada. - No puedes mostrarte maleducado con todo aquel que me habla.

Huening Kai realizó un gesto amplio abarcando toda la mesa.

- ¿Y por qué no? ¿Acaso te corto las alas con ello? A lo mejor pretendías ligar con este chico lobo. Es bastante atractivo, si te van los tipos sexys, anchos de espalda, con facciones angulosas.

- Vale, ya. - Dijo Bangchan sin levantar mucho la voz.

Soobin puso la cabeza entre sus manos.

- Aunque también hay muchas chicas guapas, ya que por lo que parece te van las dos cosas. ¿Hay algo que no te vaya?

- Las sirenas. - Dijo Soobin. - Huelen a algas.

- Todo esto no tiene ninguna gracia. - Dijo Huening Kai con pasión y, dándole un puntapié a la silla, se levantó de la mesa y se perdió entre los invitados.

Soobin seguía con la cabeza entre las manos, con las puntas negras de su pelo asomando entre los dedos.

- Sigo sin comprender... - Dijo, sin dirigirse a nadie en particular. - Por qué el pasado tiene tanta importancia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.