Cazando el Heredero Millonario

10- MI VIDA COMO MILLONARIA

VICTORIA



Mi querida tía y yo pasamos la mañana tomando el sol junto a la piscina aprovechando el clima delicioso del día de hoy, Arthur fue a ver al abogado encargado de la ultima voluntad de su abuelo para que le diera detalles a cerca de la entrega de su herencia y también para curarse en salud por si Olga trama algo o quiere dejarlo en la calle,  ya que  el hombre se tomó muy en serio la amenaza de la vieja de dejarlo sin dinero hasta recibir lo que le corresponde; no volví a ver a la susodicha luego del conato de desayuno familiar, supongo que estará en su cueva hirviendo de rabia y planeando como acabar conmigo y la verdad es que no me importa. 

—Tía, debemos estar alerta, no sea que la bruja quiera mandarme a desaparecer como hizo con la otra tipa. 
Sé, que la matriarca Mitchell es de armas tomar y que es capaz de cualquier cosa por defender su fortuna y lo que cree es lo que mas le conviene a su familia, no dudo que haya sido ella quien hizo desaparecer a la novia sirvienta de Arthur, pero no le temo, yo también se responder con todo, así que no le voy a poner las cosas fáciles, vine a esta casa para quedarme y nada ni nadie va a cambiar eso. 


—Voy a estar atenta, si se atreve a hacerte algo, así sea lo mas mínimo, voy a matarla con mis propias manos. 
Se que tía Sonya habla en serio, cuando estaba en el jardín de niños le pincho con una navaja las llantas del auto a la madre de un niño que me mordió. 


—Elige una habitación que te guste, no temas a la víbora, Arthur sabe que eres mi familia por ende debes vivir como tal  y no vas a estar mas en un cuarto de servicio. 


—Victoria, ¿estás segura de querer provocar mas a la señora Olga? 

Se que está un poco temerosa por la reacción de la mujer, la boda la sacó de casillas, instalarla a ella en una de las habitaciones de huéspedes a lo mejor la haga perder los estribos, pero tía Sonya está ahora bajo mi protección y soy la esposa del heredero, nadie va a poder tocarnos sin que haya consecuencias. 


—Tía, aún no comienzo a provocarla, voy a molestarla tanto que va a tener que salir corriendo de esta casa.  
Nos reímos a carcajadas, pero cuando la histeria ha pasado ella se queda pensativa y de repente pregunta con curiosidad: 


—Hay algo que no me cuadra y no puedes mentirme, esta boda fue muy rara, hasta donde sabía odiabas a Arthur con el alma, ¿que fue lo que sucedió? ¿que hiciste para lograr que se casa contigo? 

Dudo si confesarle lo sucedido, porque es un tema muy delicado, por ahora es mejor que no sepa, en el futuro tal vez le confiese la verdad. 


—Este es un caso donde aplica, lo que menos sepas mejor, algún día cuando bajen las aguas tal vez  te cuente. 
Es lo mejor para todos, lo que hicimos Arthur y yo, no debe salir de los dos, es mas seguro así. 

El día transcurre con tranquilidad y mientras disfrutamos de la casa y mis beneficios como esposa del millonetis, también planeamos ir a contarle las buenas nuevas a mis padres lo mas pronto posible, se que van a sorprenderse e incluso mamá se va a molestar, pero no me importa, me muero por presumir mi nuevo estatus con los pobretones de mi barrio. 
Cenamos solas porque ni la vieja, ni el marido, ni Arthur están en casa, así que luego de comer en el gran comedor como las reinas que somos, me despido de mi tía con un abrazo y me retiro a mi habitación,; luego me cambio a una camiseta y unos pantalones de deporte, me dedico a mirar un poco como andan las redes y unos minutos  después Arthur llega; luego de saludarme con un levantamiento de barbilla, se encierra en el baño a ducharse, mientras yo sigo mirando mi teléfono monitoreando las redes que han explotado con la noticia de la boda y luego veo lo que dicen los portales de chismes que están haciendo un gran festín con la noticia, incluso soy tendencia en la plataforma X, #trepadoradesconocida,  nadie entiende como logré conquistar y ponerle la soga al cuello al prostituto mas deseado de la ciudad y todo siendo una total desconocida, se especula que estoy embarazada lo que me hace reír. 
Mi esposo sale luego de media hora vestido solo con un pantalón de pijama que le cuelga en las caderas  y nada mas, trago con dificultad porque no puedo evitar comérmelo con los ojos, el tipo es un espectáculo visual por el que muchas pagarían. Salgo de mi letargo cuando lo veo meterse junto a mi en la cama y de inmediato me pongo a la defensiva. 

—¿Que demonios crees que haces? 
Reclamo alejándome de su sexy cuerpo. 


—No pienso dormir en el sofá una sola noche mas. 
Responde acomodándose como si nada a mi izquierda y adueñándose de algunas almohadas. 


—No vas a dormir conmigo, busca otro lugar. 
Trato de empujarlo fuera de la cama pero el me devuelve los empujones, parece un niño de kinder, de hecho siento a veces que no me casé si no que hice una adopción. 


—Insististe en compartir habitación, ahora te aguantas. 
Estoy indignada, solo lo hacemos por el plan, para no levantar sospechas. Luego de tratar sin ningún éxito de sacarlo de la cama me doy por vencida, no sin hacer exigencias. 


—Al menos ponte una camiseta. 



—Deja de ser tan remilgada, ni que fueras una virgen casta y pura que no ha compartido nunca la cama con un hombre. 
Me sonrojo y no respondo nada porque no sé que decirle, porque tiene razón, nunca he dormido o tenido sexo con nadie; el nota mi reacción y cuando lo entiende,  primero me mira con  incredulidad y luego con diversión al darse cuenta de que está en lo cierto. 


—No es posible. — se burla a carcajadas, yo lo miro mal y lo golpeo enojada un par de veces donde puedo, aunque creo que si le doy otro golpe en el pecho voy a terminar haciendo otras cosas con él de las que seguro me voy a arrepentir, porque el muy maldito está bien macizo y apetecible. 




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