Cazando el Heredero Millonario

24- MIO PARA SIEMPRE

VICTORIA

 

A pesar de los eventos horribles logro dormir plácidamente, aunque debo admitir que la compañía y apapachos de Arthur fueron los que me reconfortaron e hicieron que me sintiera mejor. Ahora que ha llegado la mañana vuelvo a sentirme acongojada, no quiero ver a nadie, no quiero salir de la cama, no quiero enfrentar al mundo y estoy segura de que si me llego a cruzar a la maldit. vieja, va a correr sangre. Mi esposo y mi tía tratan de subirme el animo, pero estoy en un estado total de desolación y confieso que lo que me tiene así no es precisamente lo que pasó en la fiesta, si bien es cierto que lo que sucedió me quebró, no es el motivo principal por el que estoy tan confundida y desolada en este momento; creo que lo que realmente me ha descompuesto son los hechos posteriores a la noche de terror que pasé. El momento que tuvimos Arthur y yo; ha generado en mi una nueva preocupación, porque lo que estoy sintiendo podría echar a perder todo lo que he logrado hasta ahora. 

Quiero estar con el y tener una relación real, estoy sintiendo cosas que nunca había sentido por nadie y me carcome el cerebro pensar que luego de que por fin logre acostarse conmigo sienta que ya no soy un reto, ya no le parezca tan atractiva y se harte de mi, porque seamos realistas, no tengo mucho que ofrecerle además de mi cuerpo, Olga tiene razón, soy una pobretona ignorante sin educación o estudios, ¿y si el me ve como poca cosa? ¿Que pasa si le doy mi negro corazón y resulta que luego encuentra a alguien mas adecuada para el? estoy casi segura de que querrá separarse de mi inmediatamente obtenga el dinero de la herencia y pueda pagarme lo pactado, entonces yo pasaré la vida anhelando las migajas que me dio mientras estuvimos juntos, porque no es un secreto que ha tenido un largo prontuario con muchas mujeres y que por ende después de obtener lo que quiere de mi, buscará a a alguien mas porque ya no voy a representar una novedad para el. Eso si que no podría soportarlo, porque no quiero que esté con nadie mas, quiero que sea mío, que me dé su corazón y me ame.

Por lo tanto luego de tantas interacciones físicas, por mi bien he decidido que no puedo intimar mas con el, así que decidí que esta noche voy a mudarme de nuevo al sofá, está comprobado que puedo flaquear en cualquier momento y caer en las agarras de mi sin vergüenza esposo, Dios sabe que se lo ha ganado, pero el miedo al abandono y el desamor se ha clavado muy dentro de mi. 
No salgo de la cama en todo el día, solo me levanto para asearme y cambiarme el pijama, puedo estar deprimida pero no sucia. El se cansa de lidiar con mi mal genio y me deja sola hasta que es momento de irse a dormir. 

—Vitto, ven a la cama. 

Me llama al ver que estoy acomodada en el sofá y no tengo intenciones de dormir con el.

—No, aquí estoy bien. — respondo muy segura de mi.

—¿Ahora que te traes? vuelve a la cama, déjame consentirte un rato.

Me mantengo firme en mi decisión.

—No voy a volver a dormir contigo. —respondo sin titubear. — Eres un tipo muy egoísta, hay que turnarnos la cama.

Es una perdida de energía, el hombre nunca a va a ceder.

—Es Mi cama, no voy a irme a dormir a ningún otro lugar, pero puedes venir aquí conmigo cuando desees, ya lo sabes, me gusta que nos acurruquemos.

Quisiera tener algo pesado para lanzarle y borrarle esa sonrisita de comemierd4 que pone cuando me provoca, sabe que está cerca de lograr su cometido y eso solo hace que se porte como un idiota engreído.

—¿Para terminar en manoseos indeseables contigo? No gracias. —el sin vergüenza se carcajea y yo me enojo mas. — Pero viéndolo bien, soy tu esposa lo tuyo es mío, así que también tengo derechos sobre la cama, así que hoy yo duermo en sofá y mañana tu.

El muy idiota sigue burlándose y tomándome del pelo porque sabe que eso me saca de quicio.

—¿Ah si? Pues, cómo mi esposa deberías estar en esta cama conmigo, deja tanta tontería y termina de admitir que te gusto y quieres aprovecharte de mi, deja de contenerte. —levanta la ceja y yo no tengo nada que refutarle porque tiene razón. —Además, te conviene acostarte conmigo.

Trato de disimular la sonrisa que se quiere colar en mi cara por su impertinencia, porque de verdad disfruto las discusiones con él, creo que me dan meses de vida. 

—¡Pff! Por favor… 

—Claro que si, porque si te embarazas, serías la madre de mis hijos, tendrías la vida resuelta y mi madre se volverá loca de rabia, un ganar, ganar. 

Tener un hijo con el solucionaría muchas cosas y nos uniría para siempre, pero viendolo desde otra perspectiva es una gran responsabilidad y no sé si quiera ser madre por ahora, estoy muy joven aún. 

—Ya había pensado en eso, pero no voy a ceder tan fácil ya te lo he dicho, eres un mujeriego empedernido no quiero arriesgarme a que luego te deshagas de mi y tenga que criar a mi hijo sola.

—Era, ya no lo soy y nunca abandonaría a mi hijo, mejor termina con esta tortura y admite que te mueres por mis huesos.

Se que nunca abandonaría a su hijo, lo demostró cuando embarazó a su ex sirvienta, pero no es eso lo que me preocupa, no quiero que me deje a mi.

—Tal vez sienta un poco de curiosidad y me gustes de vez en cuando, sobre todo cuando ando hormonal, es solo una debilidad temporal.

¡Buena esa Victoria! me felicito mentalmente por no caer en sus provocaciones.

—Mentirosa, sabes que me quieres.

No pienso admitirlo nunca.

—Sigue soñando, principito. 

—Nos queda un buen tiempo hasta que podamos separarnos, tu me gustas, yo te gusto, hay que sacar el mayor provecho de la situación y darnos mucho amor.

Casi suelto una carcajada por sus palabras, es un temerario capaz de lo que sea por lograr sus objetivos.

—Quieres darme, pero con los geniales, pervertido.

—Voy a ser bueno, lo prometo, te va a gustar.




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